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Los “sindicatos independientes” afiliados a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), quienes llegaron posteriormente al Zócalo capitalino, reclamaron la reforma laboral y los contratos de protección.
Los contingentes de estas organizaciones iniciaron su arribo a la plaza principal de la capital de la República encabezados por los integrantes del Centro Sindical Mexicano y del Movimiento Nacional para la Soberanía Alimentaria y Energética, a quienes les siguieron los del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, las asociaciones sindicales de Pilotos Aviadores (ASPA) y de Sobrecargos de Aviación (ASSA), los del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, de la Alianza de Tranviarios de México, así como los del Sindicato de Trabajadores de Nacional Financiera, quienes acudieron vestidos de negro y cargando un ataúd con la leyenda “Aquí yace la banca de desarrollo”. Les siguieron los integrantes de la Sección 188 del Sindicato de Telefonistas, quienes marcharon enmascarados a fin de evitar represalias en sus trabajos por haber acudido a esta manifestación. En la Plaza de la Constitución también estuvieron presentes los trabajadores del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), así como representantes de la organización denominada Los Indignados, quienes han realizado manifestaciones desde Estados Unidos y proyectan culminar en Argentina.
Los dirigentes de los “sindicatos independientes” se pronunciaron por dar un “voto de castigo” tanto al PRI como al PAN tras considerar que los gobiernos emanados de esos institutos políticos son los responsables de la miseria en la que viven millones de familias a lo largo y ancho del territorio nacional. También exigieron una solución inmediata a los conflictos de los electricistas, mineros, de Mexicana de Aviación, además de revertir la Alianza por la Calidad de la Educación.
Fue el líder de los electricistas, Martín Esparza, el que hizo un llamado a no votar por el PRI y el PAN en los próximos comicios federales y locales, y en cambio sufragar a favor del candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, quien, subrayó, garantiza el bienestar de los trabajadores. Esparza propuso a los “sindicatos independientes” crear una central única para mantener la fuerza de los trabajadores e impulsar un cambio de rumbo a las políticas laborales y económicas del país. Esparza aseguró que Felipe Calderón volvió impagable la deuda interna del país al aumentarla de un billón a cinco billones de pesos. También advirtió que la oligarquía ya prepara un fraude electoral y explicó que muestra de ello es la decisión de TV Azteca de transmitir este domingo un juego de futbol de “Monterrey contra Morelia” –cuando lo correcto es Tigres contra Monarcas- en lugar de transmitir el debate oficial de los candidatos presidenciales.
También el dirigente de los trabajadores de la UNAM, Agustín Rodríguez, se pronunció por el voto de castigo a los gobiernos y partidos que han contribuido al quebranto de la Nación. Demandó sanción a los responsables por “la condición de postración de nuestro país, asolado por la violencia generalizada y por la drástica caída de los niveles de bienestar de la mayoría de la población”.
EXIGEN MAESTROS ALZA SALARIAL
Después de más de dos décadas (23 años) que no se movilizaban contra el gobierno federal, maestros de las secciones 9, 10 y 11 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se congregaron frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para rechazar una vez más la aplicación de la evaluación universal y exigir que se entregue el incremento salarial de este año. Los mentores que se reunieron primero en la Plaza Santo Domingo, lanzaron consignas y portaban pancartas así como matracas y trompetas exigiendo al nuevo titular de la SEP, José Ángel Córdova Villalobos, respuestas al pliego de demandas salariales y de prestaciones.
Al ritmo de los sonidos de Norte, profesores, trabajadores, dirigentes y lideres de las escuelas de educación básica y media superior del Valle de México y el Distrito Federal se congregaron en las oficinas de la SEP, cuyas puertas fueron tapizadas con pancartas de lona en las que los mentores rechazan la aplicación de la evaluación universal y exigen la rezonificación de los trabajadores a nivel bachillerato. “Educar es el camino; el gobierno no debe equivocarse” se leía en una de las mantas del SNTE. En otra: “Exigimos a la SEP el cumplimiento cabal de los términos en que fue signado el acuerdo para la evaluación universal”. En dos más: “Exigimos rezonificación para el sistema de homologados” y “La calidad de la educación pública es tarea de todos”.
Lilia Arellano