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#Elecciones_2012 Azteca y Televisa protegen a Peña Nieto. (Lilia Arellano)

 
Azteca y Televisa protegen a Peña  Nieto
Los dirigentes de los partidos de izquierda que apoyan a Andrés Manuel López Obrador y el propio Ricardo Monreal, coordinador de la campaña, fueron recibidos por el subsecretario de Gobernación Obdulio Ávila
El anuncio hecho por Televisa la noche del martes dando a conocer que el debate entre los cuatro candidatos a la presidencia de la República será transmitido por el canal 5 viene a desnudar por completo la complicidad que existe entre las televisoras y el aspirante mexiquense que les prometió cancelar los tiempos de transmisión que corresponden a un diezmado convenio del Estado, para pagar, peso sobre peso, cualquier anuncio, nota, información o mensaje que transmita el gobierno federal. La rebeldía demostrada por Ricardo Salinas Pliego negándose a transmitir este encuentro privilegiando un partido de futbol de cuartos de final entre dos mediocres equipos de una liguilla que ya no entusiasma a quienes veían ese deporte que convirtieron en espectáculo circense, demuestra que, pese a todo lo recibido, han decidido cambiar sus apoyos y regresárselos al tricolor; es más decidió el norteño erigirse en el gran elector, en el señor “democracia”.

Por su parte, Emilio Azcárraga Jean dio instrucciones para que se haga la transmisión a través del canal 5 que no tiene cobertura nacional y no mover ni un ápice su programación en el llamado “canal de las estrellas”, que a esa hora presenta un programa titulado “pequeños gigantes”. Esta acción lo une al mismo esquema que demuestra parte del fondo de las pretensiones de Salinas Pliego y algo más ya que habrá que recordar que fue precisamente en esa televisora en donde desde hace cinco años su locutor estrella, Joaquín López Dóriga, “destapó” a Peña Nieto con lo cual, si no lo supo entender debe haber sido por algún efecto etílico, demostraron que los apoyos en el futuro y durante el sexenio estaban en venta y no eran garantía de respaldo. Así, ambos hombres se entronizaron y se han convertido en un gran poder que se extiende ya a las dos Cámaras de legisladores, a los sitios en donde se aprueban leyes que, seguro, buscan los dejen de presentar como concesionarios para entregarles la total propiedad de las frecuencias de transmisión y, por ende, el control político del país.

Para el logro de sus propósitos no han vacilado ni por un minuto en hacerse parte fundamental de las estrategias de protección al candidato priísta y de ahí también parte el hecho de que se nieguen a realizar las transmisiones a nivel nacional. Y es que siendo el mexiquense el puntero según las encuestas, la lógica indica que los otros tres se unirán para exhibir no sólo las fallas demostradas durante su corta trayectoria política sino aquellas que ligan a personajes de su partido aceptados por él mismo y a su antecesor con las fuertes cargas de corrupción que se han venido documentando. Obviamente que el caso Moreira y el de su tesorero Javier Villareal repercutirían de un modo o de otro dentro del debate, sobre todo cuando existe la coincidencia entre los de la izquierda y el PAN de que parte de la gran deuda que tienen en Coahuila fue invertida para “comprar” la dirigencia nacional del PRI y apoyar la campaña de quien hoy es su candidato.

Es muy fuerte el temor que tienen dentro del equipo de Peña Nieto y obviamente sus seguidores y orquestas que los acompañan de verlo derrotado, como sucedió con Francisco Labastida frente a Vicente Fox y Cuauhtémoc Cárdenas, en un encuentro con los adversarios políticos, más aún cuando se tienen los reportes al momento de quien resultó el gran triunfador en el debate por el gobierno francés. Nicolas Sarcozy, es decir la derecha de ese país, resultó derrotado frente a Francois Hollande, quien representa un proyecto totalmente distinto de gobierno y que está ligado a la izquierda. No deja de paralizarlos el que por un lado en Argentina se diera una nacionalización que recordó a los mexicanos su propia expropiación petrolera, lo que ésta pudo haber significado de no haber abusado, de no haber sustraído tantos capitales para enriquecer a unos cuantos dentro del poder, y el anuncio hecho por Evo Morales con respecto a nacionalizar la industria eléctrica, en franco recordatorio de lo que hiciera Adolfo López Mateos en su momento y que de golpe y porrazo decidiera Calderón y sus cómplices dentro del PRI revertir.

Tan se han unido formado una red de protección en torno al marido de “la gaviota” que Manlio Fabio Beltrones se dijo “respetuoso” de lo que decidan las televisoras y el diputado Ramírez Acuña sostuvo que no se puede obligar al pueblo a que vea un debate, a que deje de ver su partido de futbol. Alejandro Poiré, el titular de Gobernación, quien ya debería estar fijando la posición del gobierno y manifestando la exigencia para que los concesionarios de la televisión cumplieran manteniendo a la ciudadanía informada sobre un asunto de interés nacional o girando instrucciones a la Federación Mexicana de Futbol, que por supuesto recibe un alto financiamiento de las televisoras por la transmisión de los partidos, se mantiene alejado dejándole el paquete al IFE y a un presidente de este instituto que ha demostrado abiertamente no sólo sus inclinaciones partidistas sino su total incapacidad para manejar asuntos de relevancia para el país y la democracia.

Para que los reclamos no recaigan solo sobre su persona, Valdés Zurita le pidió a Sergio García Ramírez, presidente de la Comisión de Debates del IFE, que hiciera una declaración y fijara postura. El hombre que presumió una reforma judicial y penitenciaria que resultó nefasta no sólo para quienes purgan años de encierro y son inocentes sino hasta para aquellos que ya fueron condenados; el sujeto que fue sacado por la fuerza del “closet” según lo denunció en un libro su ex esposa, resultó el consejero que puso línea a un asunto que tiene que ver con el partido en el que ha militado desde siempre, el PRI y sus allegados. Así, se manifestó en contra de la realización de una cadena nacional para difundir el debate entre los candidatos presidenciales señalando que “ni han ni van a solicitar una transmisión nacional” y dejó en manos de las televisoras la decisión sobre el tema.

Los dirigentes de los partidos de izquierda que apoyan a Andrés Manuel López Obrador y el propio Ricardo Monreal, coordinador de la campaña, fueron recibidos por el subsecretario de Gobernación Obdulio Ávila y le entregaron un documento en el que exigen la intervención de esa dependencia para garantizar que ambas televisoras privilegien la transmisión del debate presidencial por encima de cualquier partido de futbol o programa. El propio tabasqueño mostró su confianza en que Ricardo Salinas Pliego rectifique y en el caso de Televisa que cambien su determinación de difundirlo a través de canales restringidos, dejando en claro que es el equipo de Peña Nieto el que no quiere dejarlo debatir porque éste se pondría “nervioso y puede cometer errores porque no articula una frase completa”. Falta muy poco para conocer el desenlace de esta etapa en la que de mantenerse Azcárraga y Salinas en la misma posición serán los primeros en llevar a la derrota a quien tanto pretenden cobijar y defender.
Lilia Arellano - Opinión EMET