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El psicoanálisis es una práctica, un saber, incluso un arte de darle contexto y sentido al sufrimiento, haciendo que algo cuente (narración) el sufrimiento singular
“El sujeto sabe, pero no sabe que sabe”
Freud.
Uno de los aportes más importantes de Freud, en su creación del psicoanálisis, fue el mostrar que lo Inconsciente es un saber que revela una verdad en la vida de los humanos. “Lo Inconsciente está articulado como un lenguaje” (Jacques Lacan) Es decir, que aquello que rompiendo cierta lógica, “falla”, “vacila” y se abre paso por la vía del problema, del síntoma, del error, de la confusión, etc. obedece a un sentido oculto para el sujeto, pero eficaz en tanto que estructura y organiza su vida, en este caso, su malestar, intentando mostrarle una verdad sobre si y la vida subjetiva. Como si se tratase de una poética particular, secreta pero al mismo tiempo sencilla y en la superficie. “No sé cómo, pero en cierta forma siempre he sabido eso” –repiten los analizantes una y otra vez.
El psicoanálisis es una práctica, un saber, incluso un arte de darle contexto y sentido al sufrimiento, haciendo que algo cuente (narración) el sufrimiento singular, sin necesidad de homologación o comparación cuantitativa con alguna referencia estadística, médica o incluso psicoanalítica, pues basa su atención al sufrimiento partiendo del reconocimiento de la cualidad en tanto singularidad de lo que alguien vive, padece y dice, más allá del “tener que ser/hacer” para alcanzar la salud o una inexistente normalidad.
Al hablar se produce un entre-decir, pero no el entre decir o entre líneas que requiere la interpretación en base a la suposición (teórica, médica, estadística, psicológica, psiquiátrica…) de un cierto sujeto-instancia que cuenta y que piensa, que observa y dicta lo “que es”, sino el entre-decir que la asociación libre del analiazante produce: ocurrencias de enlaces que por resonancia realizan cortes significantes en los cuales se pueden seguir pistas para conocer los referentes con los cuales traducir lo mismo las imágenes del sueño, como síntomas, encuentros y desencuentros del amor….
Un/dos/tres problema/s no es la falla de un orden que se desearía perfecto y al cual hay que mejorar, quitar, pre-venir. Visión biopolítica-industrial que piensa igual la confección de un producto, como la vida humana, mediante procesos de calidad que radican en la homologación de procesos y características, a la par que cancelan los rasgos singulares. Al emprender un psicoanálisis el sujeto puede permitirse situarse ante su problemática no solo como una falla o error de lógica, sino como un elemento que “habla” e intenta comunicar-le un sentido. “Al soñar, el soñante escomo si soñara en otra lengua”, decía Freud sobre las imágenes del sueño. De ahí que haya llamado a su obra inaugural, “Die traumdeutung”, La traducción (Deutung) de los sueños (Traum) El pasaje de una lengua a otra.
“El psicoanálisis no es como un sistema filosófico que parte de ciertos conceptos fundamentales rigurosamente definidos, se sirve de ellos para abarcar la totalidad del mundo y, una vez acabado, no tiene lugar ya para nuevos descubrimientos y mejorías. Por el contrario, permanece ligado a los hechos que se producen en su campo de trabajo, trata de resolver los problemas más inmediatos de la observación, prosigue su experiencia a tientas, siempre está inacabado, siempre dispuesto a rectificar o a modificar sus teorías.” (Sigmund Freud, 1923)
http://columnacamilo.jimdo.com
Twitter: @CamiloRamirez_
Camilo Ramírez Garza - Opinión EMET