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Cuauhtémoc a Pemex; AMLO suma más puntos a su campaña. (Lilia Arellano)

 
Cuauhtémoc a Pemex; AMLO suma más puntos a su  campaña
El futuro de Pemex ha marcado una diferencia fundamental en las propuestas de gobierno de los candidatos presidenciales y ha ayudado a identificar que si bien cuatro aspirantes están compitiendo, los electores sólo tendrán dos opciones
Más puntos sumó a su campaña este lunes Andrés Manuel López Obrador al hacer suya la política petrolera propuesta por Cuauhtémoc Cárdenas y postularlo como director de Pemex al ganar la Presidencia de la República, oferta que no fue mal vista por el también ex candidato presidencial. La alianza entre el fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el abanderado de los partidos de izquierda es más que oportuna ante la claridad de que sólo hay dos proyectos de gobierno los que están compitiendo en estos comicios: el de los partidos de derecha: PAN, PRI-PVEM y Panal, que representan y sustentan la continuidad del proyecto neoliberal cuyos resultados están a la vista de todos; y el de los institutos políticos de izquierda: PRD, PT y Movimiento Ciudadano, que pugnan por un cambio radical con un ambicioso y diferente proyecto de Nación para México.

El futuro de Pemex ha marcado una diferencia fundamental en las propuestas de gobierno de los candidatos presidenciales y ha ayudado a identificar que si bien cuatro aspirantes están compitiendo, los electores sólo tendrán dos opciones a la hora de emitir su sufragio el próximo 1 de julio: avanzar con la privatización de la paraestatal y de los energéticos en general, embozada pero efectiva, que sustentan tanto el priísta Enrique Peña Nieto como la panista Josefina Vázquez Mota y hasta el panalista Gabriel Quadri de la Torre; o retomar el proyecto nacionalista de Lázaro Cárdenas, que propone su hijo, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a través del grupo “Un México para todos”, y en el que se establece la necesidad de fortalecer la seguridad energética del país; hacer de la energía una de las palancas fundamentales de la nueva política industrial; administrar responsablemente las reservas de hidrocarburo; transformar a Pemex y a CFE en organismos públicos autónomos; sanear financieramente a Pemex; cancelar los llamados contratos de servicios múltiples y los contratos incentivados de “reciente inversión”.

La propuesta de política petrolera que hizo el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal se fundamenta en la reforma a los artículos 25 y 28 de la Constitución para establecer un régimen de autonomía para Pemex y la CFE, cuyo eje sería precisamente el otorgamiento de autonomía presupuestal y de gestión a Petróleos Mexicanos y la estricta observancia de los mandatos constitucionales con relación a las áreas de la actividad petrolera reservadas exclusivamente al estado. Cárdenas subrayó que “al llevar a la practica la política que se propone, Pemex y la industria petrolera en su conjunto estarían recuperando su papel de impulsores principales del crecimiento económico y la industrialización”.

López Obrador hizo suya esta propuesta y así lo anunció en el hotel Hilton Alameda, en donde dijo que su encuentro con Cuauhtémoc Cárdenas es histórico porque “se esta recibiendo conjuntamente una política para el manejo del sector energético en su conjunto en particular de Pemex con un enfoque distinto” al que plantean Peña Nieto, Vázquez Mota y Quadri de la Torre, quienes apuestan por la privatización. El tabasqueño destacó que lo que está detrás de la contienda electoral es el interés de un pequeño grupo de quedarse con el petróleo y enfatizó que “desde aquí le mando decir al candidato del PRI que lea la Constitución, el artículo 27. El petróleo es de la Nación no de los extranjeros y todavía está por verse qué proyecto se va a escoger en los comicios del próximo 1 de julio”.

Mientras hablaba López Obrador, un desconocido sujeto irrumpió a gritos su exposición. El hombre que rompió la secuencia del discurso del abanderado presidencial de las izquierdas se identificó como Rodolfo Macías. Esta persona dijo a la entrada del evento que era reportero de un medio de comunicación estadounidense por lo que le franquearon el paso. Con esas credenciales se las arregló para llegar hasta el templete, subir y entregarle unas hojas al tabasqueño y al fundador del PRD. Alzando la voz aprovechó el momento para acusar a Cuauhtémoc Cárdenas de traicionar, cuando fue candidato presidencial en 1988, el movimiento social que pugnaba por un cambio a la política seguida por Miguel de la Madrid y que personificaba el candidato oficial, Carlos Salinas de Gortari. Acusó al hijo del general Cárdenas de haberse reunido con el padre del neoliberalismo en México y de haber llegado a oscuros acuerdos que le permitieron asumir la Presidencia de la República.

De toda esta información responsabilizó al actual legislador del Partido del Trabajo, Porfirio Muñoz Ledo, quien fue también uno de los fundadores del PRD y uno de sus ideólogos, y que además se encontraba presente en el ese salón. Macías siguió acusando en medio de gritos de “fuera, fuera, fuera”, y llegó al extremo de señalar que ahí había tres presidentes, según él: “el legitimo, el constitucional y el elector (sic)”. Además aseguró que él era el “presidente de los mexicanos” en el exilio. Más tarde, fuera del salón, explicó a los reporteros que buscó al candidato de las izquierdas para que se comprometiera, al llegar a la Presidencia de la República, a pagarle 20 millones de dólares al periódico San Antonio News, pero no dijo por qué concepto. La duda sobre la certeza de sus afirmaciones quedó flotando en el ambiente, mientras Cuauhtémoc Cárdenas recalcaba su versión sobre los hechos que lo llevaron a abandonar la lucha por la Presidencia de la República durante el sexenio de Salinas de Gortari.
Lilia Arellano