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Insistió en que la democracia debe ser menos onerosa, México no es un país sumamente rico como para seguir en un momento dado sustentando las dos instituciones tan caras y mantener un sistema partidario también caro.
Entrevistado por Notimex al final del seminario “México en Cádiz, 200 años después: Libertades y democracia en el constitucionalismo contemporáneo”, planteó trabajar “con la idea de reducir costos, tomando en consideración las carencias que tiene nuestro México”.
El magistrado destacó que tanto el TEPJF como el Instituto Federal Electoral (IFE) son fundamentales y no pueden dejar de existir “ahora que vivimos ya en un sistema democrático”, aunque si en un momento dado se vuelven muy amplios, “hay que buscar la forma de cómo se reducen”.
Apuntó que en todos los países en los que hay democracia, hay un órgano administrativo que se dedica al desarrollo de los procesos electorales, y un tribunal para hacer valer los derechos fundamentales cuando hay inconformidades.
“No puede entenderse a una democracia sin estos dos órganos”, dijo Penagos López en esta ciudad del sur de España.
El magistrado justificó el actual tamaño y amplitud de personal de ambos órganos, “porque en nuestro sistema democrático mexicano partimos de la desconfianza”.
“Como consecuencia de ello, simple y sencillamente es difícil reducir los órganos electorales, pero sí se puede”, y una de las cosas que hay que hacer, sostuvo, es avanzar en la confianza.
Penagos López reiteró que en los países democráticos existen estos dos órganos, el administrativo y el jurisdiccional, aunque en algunos lugares están fusionados y con personal bastante reducido, “pero porque parten de la confianza en las instituciones”.
“No se da en otros países aquello de que no se reconocen los resultados si hay inconformidad, no se aceptan los resultados de inmediato”, expuso.
Enfatizó que en México, “la inconformidad simple y sencillamente puede ser bandera política y llevarla por seis años más”, ante lo cual “tenemos instituciones en un momento dado tan enormes, pero sí hay que trabajar por reducirlas”.
Insistió en que “la democracia debe ser menos onerosa, México no es un país sumamente rico como para seguir en un momento dado sustentando las dos instituciones tan caras y mantener un sistema partidario también caro”.
Con información de NTM
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