Zapotazos y choro. (@salcosga)

A Josefina Vázquez Mota, se le cruzó un gato negro, porque la pobre no da pie con bola y cargó la mala suerte de quien parece gafe, protagonizando las tres caídas propias de las conmemoraciones de Semana Santa.

Tras “desmayo” por hipotensa; “hipopiensa” ironizan unos, “hipermensa”, ridiculizan otros; y con el fantasma engendrado por el rumor de que la quieren “bajar” de la candidatura por su mal fario; después de su caída física y en las encuestas; más la humillación por haber sido compelida a salir de un restaurante; ya nomás falta que un perro la míe.



Enrique Peña Nieto, quien muestra habilidad en sus spots como guía de turismo, entendió que calladito se ve más bonito, por lo que ha decidido hablar poco y aparecer mucho en diversos actos, donde sólo se “disfraza” de cualquier cosa o “tira rostro” del codo de su Gaviota.

López Obrador insiste en el discurso del “perdón”, borrón y cuenta nueva; estrategias que poco han servido para llevar su campaña a las alturas y condiciones de hace seis años; sin embargo es plausible que sea el único que muestre sus cartas y probable Gabinete, al tiempo que esboza algunas propuestas y un programa global de renovación del país.

¿Quién es Cuadri?; es la pregunta de millones de mexicanos para quien el candidato del Panal, no es más que una copia barata de Charles Chaplin; la respuesta: es un “bulto” postulado por la reina de la marrullería y prostitución electorera, Elba Esther Gordillo, señalada por ilegales desvíos millonarios del ISSSTE hacia el Panal, asunto que el Tribunal Federal Electoral, resolvió investigar y en su caso sancionar hasta con la pérdida del registro del Panal.

Ante el escenario anterior, queda claro que la clase “política” está en época de vacas flacas; porque lo trascendente de cada candidato es si se desmayó, se equivocó al leer el telepromter, si olvidó el costo del pasaje del metro o si nadó entre delfines; mientras sus “propuestas” adolecen de contenido y respuestas para las grandes y urgentes necesidades del país.

Chismes, dimes y diretes, es lo que prevalece en las campañas; no tienen nada, están huecos; venden imagen, pose y simulación, mientas causan hartazgo y desalientan al electorado cuando “encueran” y arremeten con temas como el dislate de “vamos a fortalecer el lavado de dinero” de Vázquez Mota o el hijo fuera de matrimonio de Peña Nieto; por lo que en vez de dar esperanza, dan lástima.

Hablando de caídas, el que cayó en Jalisco fue Servando Sepúlveda, hoy ex Secretario de Seguridad Ciudadana en Guadalajara, porque tras rumores de una detención por parte de la Siedo, el alcalde interino de Guadalajara Francisco Ayón, mostró congruencia y autoridad corriéndolo, no sólo por pérdida de confianza, sino trascendió, por arrogancia y falta de respeto del ex funcionario frente a su superior; quien ya también había metido en problemas con sus “dudosas y sospechosas actividades”, al presidente con licencia Aristóteles Sandoval.

Lamentable el derroche de dinero del pueblo en campañas sosas, habiendo tanta pobreza y necesidad; triste que el IFE proponga un único debate y que la sociedad espere propuestas reales y contundentes, mientas los candidatos hacen oda a los soliloquios y auto alabanza entre poses, zapotazos y choro.

salvador.cosio@hotmail.com