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Fotografía: especial
También el veto presidencial al Presupuesto de Egresos de la Federación, reelección consecutiva de legisladores, actualización de la cláusula de gobernabilidad de la ALDF y la ratificación del Senado a los nombramientos presidenciales de los integrantes de la Cofetel, Cofeco y CRE.
El voto unido del PRI, PAN, PVEM y una parte del PRD, rechazó en automático las 20 propuestas de reforma que presentaron los senadores Pablo Gómez, Tomás Torres, Ricardo Monreal, Dante Delgado, Emma Larios, Ramón Galindo y Marko Cortés, pero fue necesario invertir horas para desahogarlas todas para aprobar oficialmente esta reforma constitucional en lo general y lo particular.
Y es que al reservarse absolutamente todos los artículos que la componen, incluidos tres de sus seis transitorios, la aprobación en lo general, que incluyó los artículos no reservados, y que registró 94 votos en favor, cinco en contra y tres abstenciones, sólo se refirió a los transitorios Primero, Segundo y Sexto, respecto al periodo para la entrada en vigor, la aplicación de la reelección legislativa en 2012 y la derogación disposiciones que se contrapongan.
Pero en la discusión en lo particular fracasaron quienes intentaron un cambio, pues en promedio perdieron por al menos 66 votos y un máximo de 88 votos, y lo más que lograron fueron 20 sufragios por su causa.
● Rompen aplanadora
Hasta el último momento los panistas Ramón Galindo y Emma Larios, así como el perredista Pablo Gómez intentaron hasta el final introducir temas que fueron excluidos, como la reelección para los alcaldes y la ampliación del calendario de sesiones, pero todos ellos fracasaron.
De hecho, Ramón Galindo logró lo que parecía imposible: vencer al bloque que no estaba dispuesto a hacer cambios. Así, logró una adición al artículo 115 para permitir que los Congresos estatales decidan los términos de la elección de los alcaldes, con lo cual se abrió la puerta para la reelección inmediata de los presidentes municipales.
La propuesta de Galindo logró 60 votos en favor y 26 en contra, con lo cual alcanzó la mayoría calificada que la convirtió en parte de la reforma constitucional.
La reforma política nació así con una serie de críticas emitidas por legisladores de prácticamente de todos los grupos parlamentarios, emitidas a lo largo de ocho horas continuas de consecución de monólogos, con excepción de los priistas y el Verde Ecologistas, quienes jamás subieron a tribuna durante el debate, pero sí lo hicieron para defenderla cuando se habló de ella en lo general.
Pedro Joaquín Coldwell, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, rechazó que se trate de una reforma política light e insistió que es una reforma de gran calado.
“Un legislador puede flotar seis años en las aguas de la intrascendencia, se pueden transitar por este recinto parlamentario sin dejar huella. Se puede también ser un legislador responsable, empeñado en modernizar el andamiaje jurídico, actualizar y eficientar el funcionamiento de las instituciones públicas. Creo que quienes integramos esta Legislatura del Senado pertenecemos a esta clase de legisladores responsables”, destacó.
A su vez, Jesús Murillo Karam aseguró que con esta reforma “prevemos la posibilidad de seguir manejando los asuntos del país en la paz, en el debate; conjugar en la diferencia de opiniones la posibilidad de la coexistencia pacífica, política y social”.
José González Morfín, coordinador de los panistas; Graco Ramírez, por parte del PRD; Dante Delgado de Convergencia y Jorge Legorreta, del PVEM también la defendieron, aunque admitieron que quedaron pendientes, pero destacaron que no están muertos; Ricardo Monreal, del PT, la descalificó por completo.
Redacción Emet - excélsior