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Una de dos: O Quadri no sabe como quitarle la marca al traje que viste, o de plano ya como en el cuento de Gabriel García Márquez, “Buen viaje señor presidente”, terminará por morder la mano de Homero y Lázara.
Seguro la dirigencia del partido político –se diga lo que se diga-- relacionado con la maestra Elba Esther Gordillo, volteó para muchos lados de forma apresurada para conseguir un bues prospecto. En los medios de comunicación los rumores fueron bastos y los nombres más. Pero al final se conoció el nombre de Gabriel Quadri de la Torre, del que se dijo tras bambalinas que fue el único que aceptó.
Del personaje en cuestión se requirió presentación de su currículo pues en verdad sólo en su ámbito profesional era conocido. Se presentó así al ingeniero civil titulado por la Universidad Iberoamericana y con relación laboral en el terreno del estudio e investigación ambiental.
Con tales cartas credenciales, Quadri debió saber a lo que iba. A obtener un porcentaje mínimo para conservar el registro del partido que abanderaría. Lo de la Presidencia debió haberlo tenido claro, era sólo una parte del traje que se pondría como candidato pero a la que nunca llegaría.
La primera gran metida de pata de Gabriel Quadri ante la ciudadanía de quien busca el voto, fue decir que con la maestra Gordillo no había tenido ninguna conversación, es más, ni siquiera la conocía.¿?
De ahí en adelante, Quadri no logra cuadrar. No cuaja y se le nota ya hasta incómodo vistiendo un traje que sabe, se puso de última hora y que le queda muy, pero muy grande.
En la reunión del Foro Económico Mundial, su presencia fue desairada por los inversionistas para quienes se había preparado la exposición y el ridículo que pasó y lo mal que se sintió no lo pudo ocultar. Pero una vez más, alguien debió haberle dicho que su cometido no era la Presidencia y aquél tampoco su público.
El candidato aliancista está en todo su derecho de no hacer pública su declaración patrimonial al temer ser blanco de la delincuencia, mas en su posición, ésta negativa le resta confiabilidad a sus aspiraciones, ya sean las del instituto político que abandera, o las teatrales que el mismo ya se creyó.
El día de ayer se le preguntó a Quadri, si la negativa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), respecto a que los maestros no presenten la llamada evaluación universal, es o no una acción electorera, a lo cual se negó a contestar y sólo atinó a decir que él es un candidato independiente al SNTE y que de hecho, no conoce a la maestra Gordillo más allá de una entrevista reciente.
Una de dos: O Quadri no sabe como quitarle la marca al traje que viste, o de plano ya como en el cuento de Gabriel García Márquez, “Buen viaje señor presidente”, terminará por morder la mano de Homero y Lázara.
Acta Divina… En Boca del Río, Veracruz, a finales de marzo, el candidato a la Presidencia del PANAL, advirtió que en ese momento empezaría su campaña para que la sociedad lo empezara a conocer ya que las encuestas no reflejan su potencial real.
Claudia Rodríguez - Opinión EMET