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PAN y PRI, duelo de corruptos. (Lilia Arellano)

 
PAN y PRI, duelo de  corruptos
Los panistas no pudieron montar una defensa sólida a la administración de Felipe Calderón y al desempeño de la entonces titular de la Secretaría de Educación Pública y actual candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota


Un viejo refrán advierte: “las cuentas claras y el chocolate espeso”. Tampoco eso ha logrado llevar a buen fin don Felipe Calderón. El problema lo tiene ahora en la Cámara de Diputados, en la aprobación de sus cuentas públicas. El rechazo a los números presentados no se ha hecho esperar como tampoco habrá que ilusionarse pensando en que algo se hará para castigar desviaciones, subejercicios, corrupciones, mala administración, alteración del destino de los recursos. No parece que algo pueda hacerse para sentar precedentes y empezar a poner orden, al menos por ahora. Lo que si se empieza a decir con insistencia es que esta (des) aprobación será la carta de triunfo del PRI, la que le permita llegar a la Presidencia, la que le dará ese voto útil que arroja tanto el equipo como la falta de capacidad de la Vázquez Mota.

La Cámara de Diputados reprobó este miércoles la Cuenta Pública del ejercicio fiscal 2008, el segundo año de gobierno de Felipe Calderón, y determinó que en términos económicos y de desarrollo, la segunda administración federal surgida de las filas del PAN simple y sencillamente falló. En el pleno del Palacio Legislativo de San Lázaro quedaron demostradas las irregularidades administrativas, los subejercicios y las decisiones erróneas tomadas por los calderonistas que impidieron que se cumplieran los objetivos de la política de gasto. “Fue un gobierno caro, malo, ineficaz y en ocasiones mentiroso”, calificó el PRI, sentencia que fue respaldada por los demás legisladores de la oposición. Los panistas fueron incapaces de presentar una defensa sólida del régimen calderonista.
El dictamen que reprobó la cuenta pública de ese año fue aprobado por 250 votos a favor, de las bancadas del PRI, PRD, PVEM, PT, Panal y Movimiento Ciudadano. Los panistas, 101, votaron en contra del dictamen que determinó que “los resultados de la gestión financiera no se ajustaron a los criterios señalados por el Presupuesto de Egresos de la Federación, no se cumplieron los objetivos de la política de gasto, los avances en el cumplimiento de los objetivos de los programas nacionales y sectoriales tuvieron un impacto marginal en beneficio de la sociedad por lo que no existen elementos suficientes para aprobar la Cuenta Pública de 2008”. Los legisladores reconocieron que de los 987 dictámenes elaborados por la Auditoría Superior de la Federación, 322 resultaron con opinión limpia, pero destacaron que en el resto  existieron irregularidades graves y recurrentes en el ejercicio del gasto y, además, se detectaron irregularidades en el ejercicio de los recursos transferidos a estados y municipios.
Por lo que toca a nivel federal, el dictamen establece “la aplicación del gasto en forma ineficiente”, toda vez que se incumplió la meta de crecimiento, pues fue de sólo 2.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), además de que hubo “deficiencias administrativas en algunas áreas a nivel federal, estatal y municipal que generan subejercicios”. También señala que en ese año hubo “equilibrio presupuestario simulado, pulverización de los ingresos excedentes e inexistencia de elementos necesarios para la evaluación del desempeño”.
Uno de los principales indicadores que demuestran lo oneroso e inútil que resultó para la población mexicana la administración de Felipe Calderón, fue destacada por el diputado priísta Arturo Zamora, quien advirtió que “México está endeudado”. El legislador explicó en la tribuna que a finales del sexenio anterior, la deuda pública total de México era de cuatro billones de pesos y que en este momento Calderón la subió a siete billones 993 mil 11 millones de pesos.  En otras palabras, eso significa que hace seis años cada mexicano debíamos la cantidad de 29 mil pesos, y hoy adeudamos ya 71 mil 336 pesos.
La sesión de este miércoles en la Cámara alta fue aprovechada por priístas y panistas para darse con todo y se convirtió en un concurso por demostrar quiénes son más corruptos, si los azules del PAN o los tricolores del PRI, en el contexto de las campañas presidenciales. Panistas y priístas se acusaron mutuamente de corrupción, de uso electoral de recursos públicos y de endeudamientos desmedidos a nivel federal y estatal.
Alfonso Navarrete Prida, uno de los legisladores federales más cercanos al equipo de campaña de Enrique Peña Nieto, se lanzó sobre la yugular de doña Josefina Vázquez Mota, la abanderada presidencial panista, al mencionar el programa especial Enciclomedia y el quebranto patrimonial derivado de su cancelación anticipada, calculado por los priístas en dos mil millones de pesos y por los panistas en “sólo” mil 653 millones de pesos. El representante del PRI ante el IFE, Sebastián Lerdo de Tejada, acusó que en ese programa “prácticamente la SEP pagó a ciegas”: no hubo certidumbre sobre el número de equipos, condiciones, utilidad, monto final. Acusó que en dicho quebranto pueden involucrar a Vázquez Mota.
El perredista Vidal Llerenas destacó que el dictamen aprobado demuestra que en términos económicos y de desarrollo económico el gobierno de Felipe Calderón fallo. Ejemplificó que en materia de empleo, el Programa Primer Empleo, en el que se erogaron 5 mil millones de pesos, solamente creó 3 mil empleos, “un verdadero fracaso”, calificó el del Sol Azteca. En el rubro educativo, dijo que se implementaron programas mal planeados, como Enciclomedia, que de acuerdo al auditor no están cumpliendo los objetivos de mejorar la calidad de la educación en el país.
Los panistas no pudieron montar una defensa sólida a la administración de Felipe Calderón y al desempeño de la entonces titular de la Secretaría de Educación Pública y actual candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, por lo que optaron por atacar los flancos estatales del PRI. Julio Castellanos acusó que de acuerdo a los resultados de la Cuenta Pública 2008, la Contraloría de Oaxaca tiene documentado que en el último año de la gestión del priísta Ulises Ruiz, se desviaron 4 mil 1 millones de pesos del erario público. Añadió que en Coahuila, la mayor parte de cuatro mil 300 millones de pesos obtenidos a través de préstamos bancarios del llamado “moreirazo” fueron desviados y sacados del país para colocarse en cuentas bancarias de Estados Unidos y de Europa, a través de una sociedad de inversión. Y remató que en el Estado de México la cuenta pública relativa a ese año por lo que se refiere al Fondo de Aportaciones a la Educación Básica, reporta desvíos de más de 550 millones de pesos.
Así, la sesión del miércoles fue un duelo de corruptos.
Lilia Arellano - Opinión EMET