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Se le vio desenvuelta y conocedora de la situación por la que atraviesa la niñez mexicana así como de otros muchos problemas que se recrudecieron a la llegada de su marido al poder.
En el informativo de José Cárdenas que ya también transmite la televisora de Carlos Slim, Uno Noticias, se presentaron la noche del lunes tres féminas muy distintas, sin comparación una con la otra, sin que exista un solo punto que llegue a unirlas en trayectoria, sin más que pertenecer al mismo sexo y haber conocido la vida en pareja. Primero presentaron a Margarita Zavala que la verdad es que sin la monserga de marido hasta se desenvuelve de manera más natural e interesante. Es innegable que la Zavala ha manejado su propio rumbo en las lides políticas sin necesidad de convertirse en la clásica “Juanita” de nuestros tiempos.
Se le vio desenvuelta y conocedora de la situación por la que atraviesa la niñez mexicana así como de otros muchos problemas que se recrudecieron a la llegada de su marido al poder. Se nota que aprendió y mucho en Los Pinos y de entre esas enseñanzas sin duda que se toma en cuenta la de permanecer y defender su entorno ante los embates, incluso, de su mismo género. Posteriormente, se presentó María de las Heras, la encuestadora que se dio el lujo, desafiando a los “grandes sabios”, de dar por triunfador a Vicente Fox con tanta anticipación que, se supo, le causó grandes conflictos con su marido, con César Augusto Santiago, por entonces miembro de la jerarquía priísta.
Doña María hizo gala de sus conocimientos y experiencias y habló de las deficiencias de las encuestas y de los grandes errores de los encuestadores para finalmente ofrecer números que revelaron que por lo pronto Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota están empatados y que mientras el tabasqueño va en ascenso, la chilanga camina en rumbo contrario. Además, sostiene que los puntos de diferencia con Enrique Peña Nieto apenas son de un 8 por ciento, lo que permite que cuando apenas han transcurrido los primeros 18 días de campaña no se tenga certeza de quién podrá ser el triunfador. También habló y mucho de las preguntas y de la intención de éstas así como de las respuestas que giran en torno a dar a conocer lo que el que interroga espera le contesten, aún y cuando no sea esa su decisión ni final ni la del mismo momento.
El cierre de esta presentación de damas estuvo a cargo de Elba Esther Gordillo, quien lució no solo otra operación facial que le enderezó los ojos, sino que en ese afán que ya le aparece característico se inyectó alguna sustancia, tal vez botox, en la parte superior de la boca, justo debajo de la nariz que le da a su rostro una expresión fatal, inspiradora de temor. Eso sí, ni una sola arruga más que aquellas que se le forman como gesto en la nariz al momento de esbozar una mueca que en algún tiempo era una sonrisa. Pero si tal aparición causó algunos asombros, sus expresiones dejaron a más de uno sin aliento ya que sin el menor asomo de rubor sostuvo que todos, absolutamente todos, somos responsables de lo que acontece en el país.
Lo expresó con tal certidumbre que refleja que ya se le olvidó que los ciudadanos y muchos de los que para ella son igualmente culpables, ni manejan presupuestos, ni los aprueban, ni toman resoluciones sino que se dedican a cumplir pagando sus impuestos para que hasta los maestros que ella pastorea tengan mejores salarios, aunque no los desquiten en su mayoría. Eso sí, habló de “su” organización, como si el SNTE hubiese nacido con el nombramiento de esta dirigente y entre casi carcajadas cuestionó el por qué nadie le cree que ella no impuso a Gabriel Quadri, que ni siquiera lo conocía, que se lo presentó el dirigente del partido que ella creó –y no lo niega- apenas unas horas antes de su “destape”. Dice que las relaciones entre Videgaray, el brazo derecho de Peña Nieto y se supone que quien propició la ruptura, son no sólo correctas sino afectivas y cordiales, lo cual no puede decirse lo mismo de las que mantiene con Manlio Fabio Beltrones, porque con este último tiene una visión distinta de la política.
Así se comportaron estas tres mujeres que sin duda servirán de punto de referencia para ese calculado más del 40 por ciento de féminas que habrán de estar presentes en la Cámara de Diputados en la próxima legislatura. Habremos de tener muy presente que un buen número de ellas recibieron la oportunidad como herencia de sus respectivos cónyuges y que no han participado nunca en política como para tener bajo su responsabilidad la elaboración y aprobación de leyes y presupuestos. Esos tres años podrían hacer la diferencia entre el manejo de unos y otras, por lo menos eso es lo que se esperaría aunque lo único cierto es que habrán de convertir el edificio de San Lázaro en un nuevo templo de la moda que más tarde también puede ser el campo santo en el que descansen en paz esas ridículas y vergonzosas “cuotas de género”.
Lilia Arellano
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