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La gran necesidad de debates y la renuencia de los candidatos. (@LuisQFC)

 
La gran necesidad de debates y la renuencia  de los candidatos
La ciudadanía tiene la obligación de informarse para elegir a sus gobernantes sin embargo es una tarea complicada tomando en cuenta la gran posibilidad de ser víctima de los numerosos productos propagandísticos que abundan en tiempos electorales


En un sistema democrático como que el que se argumenta tener en México, es de crucial importancia  la contraposición de ideas entre las distintas opciones para que el pueblo tenga la posibilidad de tomar una decisión acertada según las necesidades de la sociedad en general; este contraste de ideas se puede lograr muy eficazmente por medio de debates.

La ciudadanía tiene la obligación de informarse para elegir a sus gobernantes sin embargo es una tarea complicada tomando en cuenta la gran posibilidad de ser víctima de los numerosos productos propagandísticos que abundan en tiempos electorales, si a esto le sumamos la gran cantidad de electores indecisos nos encontramos con lo valioso que pueden ser los debates en las próximas elecciones.

Considerando lo importante que son los debates para la toma de decisiones y en la vida política  de cualquier país,  es muy desalentador el hecho de que algunos de los principales actores políticos se muestren temerosos a debatir  y confrontar ideas con sus adversarios.
Un spot con buena idea y producción, una buena imagen y un rostro agradable, el género de un candidato o incluso su formación académica; no son factores que nos puedan asegurar su correcto actuar en caso de llegar a ser funcionario público. Los debates tampoco no lo pueden asegurar, sin embargo es un escenario más certero para conocer a un candidato y donde es más fácil que pueda quedar al desnudo, a diferencia de lo que ocurre en la gran cantidad de spots y eventos  en los que el candidato se encuentra asesorado y goza de un escenario bien controlado para su beneficio.

El IFE organizará oficialmente dos debates , parece muy idealista pensar que se puede analizar, proponer, discutir y contrastar ideas del complicado presente mexicano en tan solo dos debates, que además tendrán un formato retrograda y torpe que privilegiará los discursos perfectamente aprendidos y ensayados sobre el contraste de ideas , la discusión,  objeción o la oposición de propuestas.
Ante la necesidad de debates que no se ve complacida por instituciones oficiales, algunos periodistas han levantado la mano ofreciendo organizar debates para llenar el hueco.
Lo citado anteriormente es el caso de Carmen Aristegui  que hizo una invitación pública a los 4 candidatos para la realización de un debate, Enrique Peña Nieto se hizo de la vista gorda y no respondió, algo entendible después de sus tropiezos y lo vacío y retórico de sus discursos, con la renuencia a debatir del candidato priísta se le abrió la puerta a Josefina Vázquez Mota para condicionar su asistencia a la presencia del primero, actitud  ya conocida de la panista que desde el proceso de  elección interna del PAN evitó hasta donde pudo los debates, sabedora de que las encuestas de ese momento la colocaban como favorita para ser la abanderada panista, situación que a la postre se convertiría en realidad a pesar de lo mal parada que quedó después del debate interno; Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri aceptaron la invitación sin miramientos.

La sociedad mexicana quiere debates, tiene la intención de ver a sus candidatos expuestos a distintos escenarios, libres de  teleprompter o un asesor que les diga que decir y como comportarse; debates con un formato que los obligue a  salirse del  guión y a mostrarse como la opción que realmente representan.
 @LuisQFC
Luis Fernando Pérez Rabago - Opinión EMET