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La austeridad de AMLO y los ciudadanos responsables. (@juanjosesolis)

 
La austeridad de AMLO y los ciudadanos  responsables
Definitivamente, ni Vázquez Mota ni Peña Nieto, merecen la simpatía de un mexicano responsable.



Las confrontaciones morbosas y estériles, producto de la exhibición de compromisos incumplidos de Peña Nieto cuando gobernó el EDOMEX por parte de la candidata Josefina Vázquez Mota y su equipo de campaña, son también una razón para negarle nuestro voto a quien no defiende propuestas y argumentos, y prefiere emprender un idilio inútil por demostrar quién es más mentiroso.
Definitivamente, ni Vázquez Mota ni Peña Nieto, merecen la simpatía de un mexicano responsable. Las aspiraciones políticas, de uno y otro, han dejado muy claro que sólo buscan el poder por el poder mismo, sin importarles demasiado el destino que pueda tomar nuestra nación.
Paradójicamente, por una extraña, o mejor dicho, sospechosa razón, las empresas encuestadoras siguen con la idea de que EPN y JVM sostienen las mismas posiciones de primero y segundo lugar respectivamente en la preferencia electoral. Esto a todas luces es falso. A EPN lo protege la empresa televisa, quien de forma subrepticia financia el levantamiento de las encuestas y a JVM sus errores han sido golpes de timón que han hundido su campaña. No hay duda.
En días recientes, he preguntado a usuarios de las redes sociales quién de ellos ha sido encuestado en casa o telefónicamente por alguna de estas “respetables empresas”, la respuesta ha sido contundente: nadie ha sido encuestado. Entonces ingenuamente pregunto: ¿si las encuestas dicen que EPN y JVM son los primeros lugares, me gustaría conocer en dónde demonios los profesionales de la demotecnia aplican sus encuestas?; pues lugar donde me paro, lugar que me dicen que nadie ha sido encuestados.
Es obvio que los tiempos electorales están aderezados de lodo, mentiras e intereses mezquinos; pero considero que nuestro país no se merece este tipo de campañas que viven alejadas de toda práctica y construcción democrática y derrochan desmedidamente los recursos que obtienen del erario público. En ese sentido, creo que nuestra condición ciudadana requiere de mayor responsabilidad cívica y está en nuestras manos definir el rumbo social del país.
Definitivamente, celebro la austeridad de López Obrador. Tanto EPN como JVM viajan en aviones y helicópteros privados con una comitiva que nos cuesta a todos nosotros. Por el contrario AMLO predica con el ejemplo, sencillamente viaja en aviones comerciales. Recientemente, ocurrió que un piloto al percatarse que entre los pasajeros viajaba Andrés Manuel, dio la bienvenida por el altavoz de la aeronave al Presidente Legítimo y manifestó su apoyo. Pasajeros y tripulación de aquel vuelo, se tomaron fotos con el candidato de la izquierda y se dieron cuenta que es un hombre cercano al pueblo.
Es imposible pensar que Peña Nieto o Vázquez Mota pudieran hacer lo mismo.  De hecho, no debemos pasar por alto que la estrategia de EPN es no aparecer en ningún medio de comunicación sin su teleprompter. Si revisamos con atención, la estrategia priista está enquistada en los incontables anuncios panorámicos, en los spots producidos en Televisa, y en mandar a sus coordinador de campaña a enfrentar a los rivales. Sin embargo, es de destacar una entrevista radiofónica transmitida en el programa de espectáculos con la presentadora Maxine Woodside, donde sostuvo una conversación frívola e insustancial que se mantuvo con el tema de qué tan guapo era Peña Nieto.
Fuera de la puerilidad, Peña Nieto rehúye el contacto con el pueblo  porque sabe que no es aceptado por los ciudadanos responsables. Por más que las encuestas –maliciosamente– insistan, Peña y su partido no son bien vistos por gran parte de la población que observa claramente que la cantidad de anuncios panorámicos son un insulto a la pobreza del país.
Como ciudadanos, es nuestra responsabilidad que este país siga en la mediocridad política, la corrupción, la parálisis económica y los lamentables brotes de autoritarismo como el vivido con Calderón. Pero, si realmente queremos un cambio, debemos comenzar por ser ciudadanos responsables y no confiar nuestro voto a candidatos iletrados que no son capaces de articular ideas propias o recordar sus lecturas elementales y que por el contrario, quieren a base de billetazos, despensas, tinacos, materiales para construcción, etc., comprar nuestro voto.
El regreso del PRI a los pinos no sólo sería el retorno a la corrupción sistemática y profesional, sino también podría ser una irracionalidad de los ciudadanos que traicionan a su patria. Sólo la ciudadanía responsable podrá cambiar y salvar a este país, está en nuestras manos la decisión. ¿Qué queremos, políticos como EPN y JVM que derrochan dinero y amarran compromisos con empresarios dejando de lado el bienestar social o políticos austeros y honestos que saben cómo resolver la pobreza, el empleo, la crisis de violencia, el desarrollo económico y pretender impulsar una educación de calidad y el desarrollo de la ciencia y la tecnología?
En otras palabras, ¿qué queremos?... un México que ampare la impunidad o un país donde realmente valga el Estado de derecho.
Sencillo, Andrés Manuel López Obrador representa ese cambio.
Juan José Solis Delgado - Opinión EMET