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Néstor Moreno Díaz, ex director de Operaciones de la CFE - fotografía archivo
Moreno Díaz incluso acusa a la PGR de no saber sumar ni restar, pues la dependencia señala en un peritaje que sus ingresos en una década fueron de 29 millones de pesos, pero el desglose del documento registra un total de 33 millones.
Como únicas pruebas de descargo, el ex funcionario pidió a la juez federal Taissia Cruz Parcero considerar dos dictámenes y citar a declarar para este miércoles a sus autores, los peritos contables a Marco Antonio Macías Zepeda y Julián Renovales Herrero y el grafoscopista José Lizárraga Trujillo.
Los dos primeros comparecieron ayer en el Juzgado Cuarto de Distrito en Procesos Penales Federales, en punto de las 11:00 horas, para presentar una prueba pericial en contabilidad, mismo que ratificarán el día de hoy.
El otro experto no acudió ayer al juzgado y se espera que lo haga este mediodía, aunque en su caso la cita será para ratificar el dictamen en grafoscopía que ya estaba incluido en el expediente, desde la etapa de la averiguación previa.
De acuerdo con documentos de la causa penal 141/2011, los expertos en contabilidad ratificarán un estudio que rebate un dictamen de la PGR del 30 de junio, en el que se concluye que el ex funcionario registró un probable enriquecimiento ilícito de 33 millones 99 mil 292 pesos.
Cuentas claras
El análisis de los peritos particulares ofrecidos por Moreno destaca que la pericial de la PGR carece de precisión y adolece de "incapacidad en la técnica contable", pues atribuye a algunos bienes de Moreno costos y precios superiores a los reales, o multiplica indebidamente sumas de depósitos.
Por ejemplo, la PGR dice que de 2001 a 2010 las cuentas del acusado tuvieron depósitos por 29 millones 78 mil 623 pesos, de los cuales 21 millones 51 mil 887 fueron por concepto de ingresos como funcionario y 2 millones 210 mil 85 pesos por otros ingresos legales, pero había una diferencia de 8 millones 26 mil 735 pesos cuyo origen no fue aclarado.
En contraste, el dictamen de Moreno Díaz señala que la PGR sumó erróneamente las cantidades, pues la diferencia entre el total de sus ingresos y los primeros dos conceptos antes desglosados es de 5 millones 816 mil 649 pesos, no de más de 8 millones.
Alega además que los más de 5 millones que supuestamente no aclaró, corresponden a reembolsos de gastos de representación, devoluciones de saldos a favor del ISR, Segubecas, préstamos de la CFE e intereses ganados en cuentas bancarias.
Otra de las controversias del patrimonio de Moreno son la adquisición de un Audi V8, una Ford Lobo, una Vagoneta Chrysler, un Jeep y un Nissan Touring. La PGR dictaminó que estos vehículos adquiridos entre 2003 y 2010 le costaron a Moreno un millón 501 mil 780 pesos.
El ex funcionario, por el contrario, señala que todos tuvieron un costo de 755 mil 550 pesos y que la Procuraduría sobrevaluó sus precios en un total de 746 mil 230 pesos.
En este litigio, la otra estrategia de Moreno es deslindarse de la propiedad del yate "Dream Seeker" que se encuentra asegurado en Acapulco y que la PGR dice que le fue pagado al ex funcionario como parte de un soborno de una trasnacional, a cambio de contratos en la CFE.
Para ello, ofreció la comparecencia del perito en grafoscopía, para que ratifique que no es de Moreno Díaz la firma que le atribuyen y que fue plasmada en un ofrecimiento de compra del yate, asentado a nombre de su madrastra Ana María Salazar Moreno.
Según el dictamen del acusado, es apócrifa la firma a su nombre que aparece en el documento presentado ante la empresa South Shore Yatch Sales de California.
El texto con el que la PGR busca vincular al inculpado dice: "Que el comprador Néstor Moreno acepta la embarcación Horizon 82 modelo 1999 llamada Dream Seeker (Buscador de sueños) con el número de documentación 1078029 con un precio de venta acordado de 1 millón 800 mil 10 dólares".
Redacción Emet - reforma