El tema de los candidatos de la derecha gira en torno a la exhibición del más mentiroso. (Lilia Arellano)

 

Y no solo está presente en los que aspiran a llegar a la residencia oficial de Los Pinos sino para quien ahí habita. Por una parte sale de nueva cuenta a la vista de todos la ineficacia del recién “reforzado” equipo de campaña

Antes de que se dé el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, los coordinadores de sus campañas decidieron tener un primer enfrentamiento, uno de calentamiento, dirían más tarde. Así, en los foros de una televisora, de MVS, se dieron cita Luis Videgaray, representando al PRI y al Verde; Roberto Gil, recién perdonado por Josefina Vázquez Mota teniendo en cuenta que su cabeza pende de un hilo, y el ex gobernador de Zacatecas y senador del PT, Ricardo Monreal. Obviamente que en este encuentro tampoco hubo propuestas, sino acusaciones mutuas. Los primeros tal y como leeremos más adelante utilizaron la palabra mentira en muchas más ocasiones que cualquier otra de orden positivo y el de la izquierda se lanzó sobre los topes de campaña, señalando al PRI de haberlos rebasado ya que llevan colocados más de 9 mil espectaculares en el país. El profesor “memelosqui”, Gabriel Quadri, advirtió que él no le entra a las guerras de lodo y menos sin su “ churrito” consumido.

Así es que podemos darnos cuenta muy claramente que el tema para los candidatos de la derecha gira en torno a la exhibición del más mentiroso. Y no solo está presente en los que aspiran a llegar a la residencia oficial de Los Pinos sino para quien ahí habita. Por una parte sale de nueva cuenta a la vista de todos la ineficacia del recién “reforzado” equipo de campaña de Josefina Vázquez Mota. Empezaron a difundir que Enrique Peña Nieto mintió cuando aseguró que cumplió con todos los compromisos de campaña que firmó cuando aspiraba a ser gobernador del Estado de México. Este señalamiento provocó reacciones en las filas tricolores quienes prestos a la respuesta detallaron a la blanquiazul los engaños de sus promocionales.

Para que no hubiesen dudas sobre estas mentiras en los promocionales, los priístas le enviaron un cuestionario con unas cuantas preguntitas a la candidata panista en la que le refieren la imposibilidad de que hubiese llevado a cabo las obras que señala porque no tuvo presupuesto para su realización. Esos tres millones de pisos firmes no aparecen en los registros de ningún informe, le señalan al tiempo de cuestionarle si se atreve a desmentir los reportes presentados por sus jefes, tanto por Vicente Fox como por el propio Calderón.

En el caso del mexiquense resulta que dicen los panistas que no cumplió con dos de los compromisos firmados aunque todavía no revelan cuáles son y mucho menos se habla de si el resto, más de seiscientos, se resolvieron a satisfacción de los electores. No conformes con este montaje aparece el de don Felipe y su presentación en el programa televisivo “Tercer Grado”. Carlos Loret de Mola ha dedicado en esta semana sus líneas que publica en el Universal para exhibir al michoacano también como un gran mentiroso.

Y lo sustenta en su pregunta con relación a la pobreza que se ha multiplicado en el país y la respuesta del inquilino provisional de Los Pinos, no sólo desmintiendo los datos que se ofrecían sino presentando otros que hablaron de la disminución de ésta en un 23 por ciento. Ante los espectadores del “canal de las estrellas”, Loret guardó silencio pero ya en las líneas confesó que si bien primero lo impactaron los datos ofrecidos por don Felipe, la información real ha demostrado que lo dicho por el entrevistador era lo correcto. Y ni que decir de lo que se refiere a su posible presentación ante cortes internacionales o sobre si permanecerá en el país cuando termine el mandato. Todo indica que en esos renglones también mintió o ¿será puritita ignorancia?

En lo que se refiere al “profesor memelosqui”, Gabriel Quadri de la Torre, candidato del PANAL, toda su candidatura es una vulgar y abierta mentira, una que nació en el mismísimo escritorio de doña Elba Esther Gordillo o tal vez como producto del consumo de un “churro” que él mismo confesó había fumado, por lo que sostiene que debe legalizarse esa droga que además está profundamente enraizada en la cultura campesina de nuestro país. Han pasado ya la primera decena en estas campañas y todavía no se escucha por parte de la derecha ningún planteamiento completo que revele el cómo, cuando y con qué se tiene proyectado resolver los problemas que actualmente aquejan al país y a sus habitantes. Sigue la mata dando y las televisoras y encuestadoras, actuando con todo el respaldo de un gobierno cuyo interés es el de mantenerse.

Lilia Arellano