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*El pueblo consciente no vota por un copete*, le gritan oaxaqueños a Peña Nieto

 
"Asesino", "asesino"; "fuera" "fuera", le gritan a Peña en Oaxaca



La estancia del candidato de la alianza Compromiso por México no fue del todo tersa y su cierre, en la Alameda de León, fue de lo más desafortunado.
Entre gritos de “asesino”, “asesino”, “asesino”; “fuera”, “fuera” “fuera”; “que se calle”, “que se calle; y “el pueblo consciente no vota por un copete”, Peña Nieto firmó su compromiso para “consolidar la red hospitalaria para Oaxaca”
“Queremos más hospitales… pero funcionando”, dijo sin reparar que precisamente la administración del priista Ulises Ruiz Ortiz ha sido denunciada por dejar inconclusas 102 obras hospitalarias, entre ellas ocho hospitales y 62 centros de salud, así como de ser el dueño del Hospital Sedna, considerado uno de los más caros del país.
El compromiso de Peña Nieto fue opacado con gritos de “mentiroso, “mentiroso”, “mentiroso”, al tiempo que algunos priistas respondieron con porras gritando “Peña Nieto”, “Peña Nieto”, “Peña Nieto”, lo que generó un zipizape entre seguidores y detractores, donde se arrojaron botellas y agua, de tal manera que la ligera lluvia y el sismo de 6.4 grados en la escala de Richter con epicentro en Michoacán pasó desapercibido para muchos.
Alrededor de 30 integrantes del colectivo Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad (VOCAL) ,encabezada por David Venegas, realizaron una marcha de la fuente de las Ocho Regiones al mitin de Peña Nieto, donde mostraron cartulinas con consignas de rechazo: “EPNOaxaca-notequiere”, “No votes por un ignorante”, “Atenco no se olvida y Oaxaca tampoco”, “Ulises Ruiz asesino”.
En respuesta, los priistas que portaban playeras con la leyenda “Grupo Atlacomulco” y la dirigente de las mujeres de la CNOP, Ángeles Cabrera, se confrontaron con los integrantes de VOCAL. La lluvia de botellas provocó que un militante del PRI agrediera físicamente al reportero del portal Oaxaca en pie de lucha, Jorge Luis Martínez.
Los golpes entre el priista y el reportero oaxaqueño se registraron a unos cuantos metros del templete, donde Peña Nieto, al parecer, no se enteró de la golpiza que ocurría debajo de él. Siguió saludando y brincando a las masas, como si nada ocurriera.
La Alameda de León se convirtió en un búnker para recibir a Peña Nieto. Se colocaron 10 arcos detectores de metales en los alrededores del Centro Histórico de Oaxaca, mientras que el grupo musical Los Caciques, parientes del exgobernador Ulises Ruiz Ortiz, amenizaban el mitin.
Los agentes de tránsito municipal trataban de ordenar la vialidad en el Centro Histórico, hasta donde llegaron 350 autobuses con priistas “acarreados” desde distintos municipios de las 8 regiones de Oaxaca, especialmente de los Valles Centrales de la entidad.
La mayoría de los 350 autobuses se estacionaron en las calles Morelos, Independencia, García Vigil, Hidalgo y Guerrero. A los asistentes les “pasaron lista” antes y después del mitin. Una señora, enjundiosa, se peleó con el equipo de seguridad del candidato presidencial priista porque no la dejaban acercarse al templete. “¡Yo les traje a 500 personas!”, reclamaba.
Antes de que se realizara el mitin en el centro oaxaqueño, a unos metros del restaurante Dos38 Gril, donde Peña Nieto sostenía una comida con la estructura de su partido, se apostaron 28 personas encabezadas por Julio Pizarro que portaban cartulinas fosforescentes y leyendas contra el exgobernador Ulises Ruiz Ortiz:
“URO maldito asesino ratero”, “2006 gobierno de muerte”, “2006 gobierno asesino”, “Regresa el billete URO”, “Narcoulises”, “PRI represor”, “Ulises regresa lo que te robaste”, “Ulises lacra social” y “URO papá de Peña Nieto, rata de dos patas”.
Los inconformes obstruyeron la avenida San Felipe durante media hora, mientras que Peña Nieto exhortaba a “la unidad” a los priistas oaxaqueños. Entre los que asistieron a la comida se encontraban el diputado federal Elpidio Concha y Jacinto Pineda, El Diablo, señalados ambos de ser los autores del asesinato del profesor Serafín García Contreras.
En la comida fue notoria la ausencia de Ulises Ruiz Ortiz, acusado de ser responsable de varios asesinatos políticos y del desvío de más de cuatro mil millones de pesos. Quien encabezó la comida fue Eviel Pérez Magaña, el candidato a gobernador derrotado en 2010 y actual candidato a senador del PRI por Oaxaca.

Con información de APRO