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El cuento mediático de la "mesa de la verdad". (Lilia Arellano)

 
El cuento mediático de la
El espectáculo mediático de la “mesa de la verdad” entre priístas y panistas sobre los compromisos de Enrique Peña Nieto durante su gestión en el Estado de México, en Tlanepantla, duró tan sólo unos minutos.


El espectáculo mediático de la “mesa de la verdad” entre priístas y panistas sobre los compromisos de Enrique Peña Nieto durante su gestión en el Estado de México, en Tlanepantla, duró tan sólo unos minutos. El debate inició con la polémica, desatada desde el lunes, sobre el lugar donde se presume se encuentra el compromiso 127 de Peña Nieto, pues mientras priístas señalaban que si se cumplió y que la ubicación se encontraba frente de donde estaban, los panistas alegaban que la obra estaba detenida desde hace tres años. El vocero del PRI, Eduardo Sánchez, alegó al pararse de la mesa que “no había condiciones de seguridad” y argumentó que el ex secretario de Comunicaciones del Estado de México, Gerardo Ruiz Esparza, fue presuntamente agredido. Por su lado, el moderador, Javier Solórzano, informó que el encuentro se suspendía y anunció que habrá comisiones que se reunirán en otra sede y bajo otras circunstancias.

Ruiz Esparza sostuvo que la creación del distribuidor Las Armas, en la avenida López Mateos, no fue parte de los compromisos del ex gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, prometió, sino que es una obra del fondo metropolitano. Por su parte, Roberto Gil Zuarth, coordinador de campaña de Vázquez Mota, insistió que el compromiso 127 de Peña Nieto no se entregó  y acusó que el PRI intentó llevar a cabo el debate en una obra contenida en el compromiso 130. En concreto, tal y como lo señaló Andrés Manuel López Obrador, la “mesa de la verdad” sólo se constituyó en una cortina de humo y parte de una estrategia para que no se dé a conocer lo que está gastando Peña Nieto en su campaña y se distraiga la atención en otros temas, y también se constituyó en un clavo ardiendo al que se aferran neciamente los panistas al carecer de  imaginación para replantear la campaña de la chepina.
Lilia Arellano