El Ciclo Pentagonal y el último tránsito de Venus. (Rogelio Fernández-Alonso)

 

Durante estas tardes claras que están transcurriendo puede mirarse hacia el poniente una estrella muy brillante

Durante estas tardes claras que están transcurriendo puede mirarse hacia el poniente una estrella muy brillante. En realidad no es una estrella, sino el planeta Venus, que gira como la Tierra alrededor del Sol, pero en una órbita más interior. De hecho es el siguiente planeta si vamos hacia el Sol. A la distancia de la Tierra al Sol se le asigna una unidad, llamada “unidad astronómica” (UA). La distancia de Venus al Sol es aproximadamente de 0.7 UA. Las órbitas de la Tierra y Venus pueden verse como círculos (aunque en realidad son elipses muy poco excéntricas) que comparten un mismo centro (el Sol) y cuyos radios son 1 y 0.7 respectivamente. Además las velocidades con que ambos planetas giran alrededor del Sol son también distintas. Como ya sabemos, al tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta completa alrededor del Sol le llamamos 1 año (terrestre). El año venusino es más corto, aproximadamente 0.615 del año terrestre, o en otras palabras, Venus tiene una velocidad angular mayor que la de la Tierra.

Esta diferencia entre los años terrestre y venusino hace que la alineación de estos planetas con el Sol ocurra cada cierto período. Hay dos tipos de alineaciones o conjunciones: la “inferior”, cuando ambos planetas están del mismo lado del Sol, y por tanto Venus está entre la Tierra y el Sol; y la “superior”, cuando ambos planetas están en lados opuestos del Sol, y por tanto el Sol está entre Venus y la Tierra. Si consideramos un momento en el que se da una conjunción inferior, pasarán 584 días terrestres antes de que se dé la siguiente. Este período se conoce como “ciclo sinódico de Venus-Tierra”. Sucede que el número racional 584/365 se simplifica a 8/5, así que después de cinco ciclos sinódicos de Venus-Tierra se llega a un número “casi” preciso de 8 años, de hecho 7.997 años. Si marcáramos los puntos de la órbita de la Tierra donde se dan las conjunciones  inferiores, después de casi 8 años precisos volvemos casi exactamente al mismo punto, obteniendo casi un pentágono (ver figura). Por ello este ciclo mayor se llama “Ciclo Pentagonal de Venus”.

Lo interesante es que ahora estamos llegando al final de un Ciclo Pentagonal de Venus. Tendremos pues la quinta conjunción inferior de Venus dentro de muy poco tiempo, entre los días 5 y 6 de junio de 2012. Además tendremos la suerte de que dicha conjunción sea un “tránsito”, es decir, podremos ver (con un filtro y telescopio adecuados) a Venus como un pequeño círculo negro que pasa por el disco solar.

No todas las conjunciones inferiores son tránsitos. Esto se debe a que los planos sobre los que se encuentran las órbitas de Venus y la Tierra forman un ángulo (muy pequeño) entre sí, y por tanto su intersección forma una línea, como dos hojas de un cuaderno. El hecho de que el Ciclo Pentagonal no sea exactamente de 8 años, sino 7.997, implica que el punto donde termina este ciclo mayor, y por tanto el pentágono formado en la órbita de la Tierra, se va desplazando muy lentamente. Sólo se dará un tránsito de Venus cuando la conjunción inferior pase por la línea sobre la que están ambos planos orbitales. Cuando comenzó el actual Ciclo Pentagonal, hace 8 años también hubo un tránsito, porque el desplazamiento del pentágono es muy lento. Pero ya no habrá tal fenómeno cuando termine el siguiente Ciclo Pentagonal. De hecho tendrán que pasar 105 años y medio antes de que se dé un nuevo tránsito.
En otras palabras, el próximo 5 de junio será nuestra última oportunidad de ver un tránsito de Venus. O por lo menos de ser consciente de que en los cielos estará ocurriendo algo verdaderamente notable para nuestra escala de vida.

Rogelio Fernández-Alonso - Contenidos EMET