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Devaluación: realidad desmiente a Hacienda. (Lilia Arellano)

 
Devaluación: realidad desmiente a  Hacienda
En México, en tanto, la administración de Felipe Calderón pretende ocultar del tiradero económico que deja tras su deficiente desempeño considerado ya como el peor desde la época de Miguel de la Madrid


La cruda realidad económica y la visión tecnocrática de la administración de Felipe Calderón se confrontaron este martes. En los mercados financieros el miedo prevaleció y provocó una huida de capitales hacia activos de menor riesgo por lo que el peso mexicano fue arrastrado a su peor comportamiento frente al dólar desde el 23 de noviembre del año pasado. Según el precio final del Banco de México, el tipo de cambio spot cerró en 13.1510/13.1580 pesos por dólar. En un día, el peso retrocedió 20.34 centavos, equivalente a 1.57 por ciento, e hiló su segunda caída, acumulando una depreciación de 2.71 por ciento, golpeado tanto por los decepcionantes datos de empleo en Estados Unidos como por las renovadas preocupaciones por la situación de la deuda en países como España e Italia.

El Fondo Monetario Internacional (FMIM) advirtió que las crisis ocurridas tras la explosión de burbujas inmobiliarias y con un alto nivel de endeudamiento interno, como la actual, son “más dolorosas y pueden prolongarse hasta cinco años”. Durante la presentación de los capítulos analíticos de su nuevo informe sobre “Perspectivas Económicas Mundiales”, el  FMI citó como ejemplos que atraviesan por esta situación a Islandia, Irlanda, España, Reino Unido y Estados Unidos. La consecuencia directa, según el estudio, son niveles de desempleo y caída de la demanda interna “más pronunciados” que en otras crisis estudiadas. El organismo financiero internacional publicará la próxima semana sus previsiones de crecimiento de la economía mundial cuando lleve a cabo, entre el 20 y 22 de abril, su reunión de primavera, junto con el Banco Mundial, en la que se analizará el comportamiento de la economía mundial.
En México, en tanto, la administración de Felipe Calderón pretende ocultar del tiradero económico que deja tras su deficiente desempeño considerado ya como el peor desde la época de Miguel de la Madrid, toda vez que el crecimiento promedio del país en esta gestión se ubica en alrededor de 1.45 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que explica en gran parte, junto con la injusta distribución de la riqueza en los últimos años y la profunda corrupción que impera en el sector oficial, el crecimiento de la pobreza, la miseria y la marginación en prácticamente todo el territorio nacional. 
Para ese efecto, la Secretaría de Hacienda adelantó al Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica para diseñar el Presupuesto del año 2013. De acuerdo con ese documento, el próximo presidente, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador o Josefina Vázquez Mota, podrán ejercer un presupuesto que podría llegar a los 3.8 billones de pesos, es decir, un incremento real de 123 mil 614 millones de pesos más para el año próximo, aunque habrá un mayor gasto neto total por 53 mil 615 millones de pesos. La dependencia prevé que la economía de México tendrá un crecimiento anual de 3.8 por ciento durante 2013, y la inflación se estima en un 3 por ciento. Dicen que el tipo de cambio se mantendrá en 12.8 pesos por dólar; que el precio del barril de petróleo se situará en 87.2 dólares.; y que el déficit público se ubicará en 2.0 por ciento del PIB. En serio, eso es lo que dicen.
Frente a esos datos, la primera pregunta que viene a nuestra mente es ¿de dónde sacarán ese dinero, 3.8 billones de pesos? Y la respuesta es simple: un aumento a los impuestos, con otra miscelánea fiscal y un mayor endeudamiento del que ya deja Felipe Calderón y que es escandaloso, y una vez más la esperanza en obtener mayores ingresos petroleros, es decir seguirá la petrolización de la economía mexicana, gracias, hay que decirlo, a que no han logrado privatizar totalmente a la paraestatal.
Sin duda alguna que estos datos estimados o esperados por los calderonistas pretenden enviar un mensaje a la élite económica y política del país en el sentido de que habrá continuidad en el terreno económico y que no tienen nada de que preocuparse. Que se preocupen los millones de nuevos pobres, los pobres de siempre, los marginados, los menesterosos, los potentados no, no hay razón.
Según la dependencia a cargo de José Antonio Meade Kuribeña, quien sustituyó al aspirante presidencial de Calderón, Ernesto Cordero, “la nueva administración recibirá del Gobierno saliente una perspectiva de mayor crecimiento económico, lo que aumenta la recaudación y estabilidad en los ingresos petroleros”. Es decir, que al iniciar el próximo sexenio se proponen más impuestos, mayor terrorismo fiscal,  y mayor petrolización de la economía, o más de lo mismo, pero corregido y aumentado.
Dicen que “las condiciones económicas del país serán mejores” y señalan que “la expansión adicional de la economía nacional, así como un entorno favorable en materia de precios internacionales de los hidrocarburos permiten anticipar que los ingresos públicos durante 2013 serán mayores a los observados en 2012”.  Pero, ojo, advierten que “aún existen riesgos significativos, que de materializarse, podrían llevar a que los ingresos fuesen menores a los estimados en el presente documento”.
En el Documento Relativo al Cumplimiento de Disposiciones Contenidas en el Artículo, 42, fracción 1, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, abundan las “buena noticias”: que la evolución de la economía mexicana y las perspectivas externas, particularmente de la actividad económica de Estados Unidos, llevan a proyectar un crecimiento del PIB de alrededor del 3.5 por ciento al cierre de 2012 –lo cual de alcanzarse sería menor al crecimiento del 2011-; reportan que el precio del gas natural se ubicará en 3 dólares en lugar de 4.6 dólares por Mmbtu (Millones de unidades térmicas británicas); y con dichas modificaciones, Hacienda estima que los ingresos presupuestarios serán superiores en 29.9 mil millones de pesos más a los previstos en el Presupuesto de 2012. Es decir, todo está a pedir de boca, al menos en el papel que aguanta todo.
Pero en el terreno económico duro, el real de día a día, el hecho irrefutable es que la ola de choque que proviene del exterior no pudo ser contrarrestada, en lo interno, por el alza en las tasas de interés y por la noticia de que la reservas internacionales alcanzaron un nuevo máximo histórico en 150 mil 811 millones de dólares. 
Los analistas económicos destacaron este martes “el rompimiento al alza de un canal lateral que el tipo de cambio venía respetando desde principios de febrero y cuya parte alta se ubicaba en 13.06 unidades en el mercado de mayoreo”. Ahora, la resistencia más próxima se ubica en 13.22 unidades. Agregan que “en caso de confirmarse el rompimiento al alza del canal lateral, también podría implicar el fin de apreciación del peso iniciado desde el pasado 25 de noviembre del 2011, cuando el dólar spot se encontraba en 14.32 unidades”.
Así, una vez más, la realidad desmiente a la tecnocracia azul.
Lilia Arellano - Opinión EMET