Caso Wal-Mart: cínica defensa de los sobornadores. (Lilia Arellano)

En México, por desgracia, se tienen, se otorgan grandes privilegios a determinados inversionistas. En el caso de los de Wal-Mart sabido es que las condiciones en las que laboran los miles de empleados son infames

No es causante de asombro alguno la noticia de los sobornos que hasta por 24 millones de dólares realizó la acaparadora alimenticia Wal-Mart. Menos raro aún es que esta cifra se hubiese repartido a funcionarios de diversos niveles para lograr su rápida, acelerada expansión en México. Y no puede serlo porque ya estamos acostumbrándonos a que todos los que quieran invertir en el país o mexicanos que abren una empresa, negocio, comercio o changarro, tengan que realizar este tipo de prácticas para lograr su objetivo. Tampoco debe extrañarnos ni esta ni ninguna otra acción que atente en contra de ciudadanos de éste país por parte de ésta o de cualquier otra empresa extranjera, ya que la señalada, en principio, tendría que someterse a un examen profundo para conocer hasta donde llegan sus violaciones a la Ley Federal del Trabajo, mismas que ya ha cometido en otras Naciones.

En México, por desgracia, se tienen, se otorgan grandes privilegios a determinados inversionistas. En el caso de los de Wal-Mart sabido es que las condiciones en las que laboran los miles de empleados son infames y la autoridad les ha permitido todos esos abusos, como también los que cometen con los productores y agricultores, con los que se significan por la importación sin control de alimentos que le está dando al traste al comercio interno y tales violaciones las han venido perfeccionando sin que exista quien les ponga un freno. Resulta absurdo que sean los EU los que los estén investigando para aplicar el castigo correspondiente y aquí, en donde se comete el delito, las mismas autoridades son las que se empeñan en encubrirlo.

Todo se descubrió por un reportaje en el New York Times, al cual la empresa contestó informando que estaba realizando una investigación independiente e informó que a través de Wal-Mart Stores inició una revisión de las prácticas contra la corrupción en todos los países en los que opera. Dicen que están en un punto en el que tienen preguntas sin respuesta y eso parece englobar su aceptación por lo que el gobierno de Estados Unidos a través del Departamento de Justicia y de la Comisión de Bolsa y Valores han emprendido ya acciones que, en principio, han hundido las acciones de esta empresa. Así, en tanto que el vecino del Norte hace lo suyo en contra de las prácticas corruptas, aquí, en donde se generaron, sale por un lado el de la Bolsa Mexicana de Valores en abierta defensa de la cadena de tiendas y en la PGR niegan contar con alguna denuncia.

Es en este punto en donde no se sabe hasta donde pudieron haber llegado los sobornos y si la cifra que da a conocer el diario estadounidense es del todo cierta o fue desinflada. El propio Luis Téllez Kuenzler, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, ex titular en SCT cuando el “accidente” en el que murió Juan Camilo Mouriño  -es bueno recordar para ubicar-, salió en defensa de los tenderos y dijo que esta es una empresa que contribuye en forma importante a la economía mexicana y que cumple con todos los requerimientos que exige el mercado, además de que es la que da más empleo en el país. Nada más fuera de la realidad. Wal-Mart compra a aprecios ínfimos, sacrifica al productor, al agricultor, al ganadero, importa grandes volúmenes que han llevado a que se paralice el campo; las prestaciones a los trabajadores no existen y los sueldos son infames, además de que las condiciones laborales en ciertas áreas son totalmente insalubres.

Como un reflejo de la confiabilidad que tienen en los ejecutivos y propietarios de Wal-Mart y con toda la defensa de Téllez, las acciones se desplomaron hasta un 12.1 por ciento  lo que en dólares les ha significado una pérdida superior a los 8 mil millones de billetes verdes. Esta pérdida es apenas con relación al viernes anterior. El valor de la cadena de tiendas era el fin de semana de 58 mil 302 millones y ayer amaneció costando 52 mil 532 millones de dólares. Esta resultó sin duda alguna la peor caída en los últimos 14 años de operación de los tenderos.

Aunque habrá que puntualizar que también lo que buscaba Téllez es que no fuese tan estrepitosa la caída de la BMV a su cierre y, al parecer, lo logró ya que solamente perdieron un punto porcentual. Por su parte, el titular de Hacienda quien anda de gira en Washington dijo que todavía no tienen elementos suficientes para determinar que es lo que procede por lo que habrá que esperar. Aunque no dice cuáles son esos elementos que se requieren para proceder frente a acciones de esta naturaleza, se supone que habría que iniciar alguna investigación sobre quien o quienes fueron los sobornados.

La Morales, la titular de la PGR, dijo que “es un caso que todavía no tenemos, pero que si en un momento dado es competencia nuestra, por supuesto que vamos a actuar y vamos a solicitar lo que sea necesario”. O sea que pueden seguir las denuncias en uno o varios sentidos y pueden llegar a buen fin en otros países pero en el nuestro tales son imposibles. Aquí nada se castiga, todo lo contrario, se protege y tanto como lo han hecho no solo con Wal-Mart sino con las empresas españolas que han depredado, que laboran sin cumplir con las leyes mexicanas, que cobran, como en el caso de los bancos, comisiones muy pero muy superiores a las que rigen en sus oficinas matrices o en otros países en los cuales se han asentado.

Lilia Arellano