AMLO rechaza reformas estructurales. (Lilia Arellano)

 

La reunión con el IMEF no fue un paseo para el tabasqueño ya que le preguntaron: “¿cuánto ha pagado de impuestos en seis años?” y “¿qué significa cuando dijo al diablo con las instituciones?”.

Durante una reunión con empresarios integrantes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Andrés Manuel López Obrador sostuvo que no cree en la bondad ni en la necesidad de las reformas estructurales, porque son una agenda impuesta desde el exterior, y muchas de ellas, como la energética, lo que significan es la privatización, con lo que el tabasqueño no esta de acuerdo.  El candidato presidencial del Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) insistió en que es necesario cambiar por completo el modelo económico porque lleva tres décadas de fracaso, ya que el neoliberalismo y la ola de privatización que trajo consigo pusieron en pocas manos gran parte de la riqueza del país.

Los ejecutivos de finanzas, a través de su presidente, José Antonio Quezada, cuestionaron y pidieron a AMLO definir la política de seguridad, de combate al narcotráfico y la prioridad de impulsar la reforma hacendaria y del Estado. Rechazaron la aparición de “un iluminado, de otro cacique más, del concebido Tlatoani, del hombre que aspira a imponer su voluntad a toda costa por su aspiración última de poder”. La reunión con el IMEF no fue un paseo para el tabasqueño ya que le preguntaron: “¿cuánto ha pagado de impuestos en seis años?” y “¿qué significa cuando dijo al diablo con las instituciones?”.

López Obrador les ofreció mantener la misma política macroeconómica  y les pidió no votar en blanco y apoyar su candidatura para sacar adelante al país. Les reiteró que no habrá privatizaciones y que se respetarán las concesiones que se han entregado, aunque sean en condiciones desfavorables para el país. También les sugirió financiar a la Asociación  Civil “Honestidad Valiente”, que desde 2006 le paga 50 mil pesos al mes. Sobre los cuestionamientos, explicó que en los últimos seis años si ha trabajado en “mantener encendida la llama de la esperanza” y afirmó que está al corriente con sus impuestos. Sobre el segundo punto, sostuvo que “yo nunca dije eso” y retó a que lo demuestren, “yo dije al diablo con sus instituciones, porque éstas estaban secuestradas”.

López Obrador se comprometió a limpiar el gobierno de corrupción y a gobernar con austeridad. Rogelio Hernández de la O, quien esta propuesto para ocupar la Secretaría de Hacienda en caso de que López Obrador gane las elecciones presidenciales, explicó que se pretenden obtener 800 mil millones de pesos con la reducción de gasto corriente, combate a la corrupción e incremento de recaudación, lo que representa el 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Antes, durante su conferencia de prensa matutina, el tabasqueño se comprometió a terminar “con toda la parafernalia del poder”, hay que no habrá aviones o helicópteros privados para transportar a los altos funcionarios y a los políticos. También consideró que si los medios logran imponer a Enrique Peña Nieto, sería como “el retorno de Antonio López de Santa Ana, después de que entregó más de la mitad del territorio nacional. Sería el acabose”, dijo.

Lilia Arellano