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Para huir, El Coqueto descendió por las escaleras hasta el primer piso del edificio, pues el elevador no funcionaba
De acuerdo con los testimonios, El Coqueto se encontraba retenido, con esposas en las manos y grilletes en los pies, dentro de una oficina de la Agencia de Feminicidios, ubicada en el tercer piso del inmueble. La zona está ubicada a más de diez metros de altura de la explanada principal de la subprocuraduría, lo cual vuelve poco probable que el feminicida haya saltado por la ventana.
Los agentes y trabajadores explicaron que los ministeriales que tenían la custodia de El Coqueto son Saúl Antonio Sánchez Ortega y Rodrigo Israel Rodríguez Hernández; Saúl se habría ido a descansar a su casa, mientras que Israel se quedó dormido.
El supervisor de los agentes, Luis Alberto Cañedo Chaparro, ni siquiera estaba en el mismo edificio, sino que estaba en el de Servicios Periciales. Sin embargo, por su jerarquía, fue detenido por su relación con la fuga.
Para huir, El Coqueto descendió por las escaleras hasta el primer piso del edificio —pues el elevador no funcionaba—; el acceso no tiene un control riguroso, pues el policía de guardia ni siquiera pide identificación para entrar.
Además, las cámaras de seguridad colocadas en la puerta principal no estaban en funcionamiento y fue hasta el miércoles —tras darse a conocer la fuga del feminicida— que personal técnico acudió a revisarlas.
“Nos enteramos que técnicos empezaron a trabajar, pero no sabemos más, es un asunto de ellos. Su reparación sí fue después de la fuga de El Coqueto”, dijeron empleados de la dependencia.
Presuntamente, el detenido atravesó la explanada hasta llegar a la única vía de acceso a pie: un camino a desnivel formado por cuatro escaleras de 30 escalones cada una. Al llegar abajo, hay dos accesos a vialidades importantes: una que lleva a la Vía López Portillo y otro a la carretera Cuautitlán-Tlalnepantla.
Aunque el procurador Alfredo Castillo aseguró que la fuga se dio apenas el lunes 27 de febrero, agentes cuestionados señalaron que el escape ocurrió desde la madrugada del sábado 25.
Además, familiares de víctimas de El Coqueto, agentes y empleados de la ruta de microbús para la que trabaja el feminicida, coincidieron en que su detención ocurrió desde el 18 de febrero; es decir: pasó más de una semana desde el momento de la captura hasta la confirmación de la fuga.
El descuido en la vigilancia de la Subprocuraduría de Justicia de Tlalnepantla no es nuevo: en el inmueble hay oficinas vacías, cajas de cartón y expedientes apilados sin mayor vigilancia. A la entrada de Servicios Periciales hay cámaras de vigilancia, arcos metálicos, una banda de revisión de bolsas y una libreta de registro, pero hasta la tarde del pasado miércoles no había personal para controlar el acceso.
• Refuerzan operativo
Aunque la Policía Ministerial desplegó un fuerte operativo en el Valle de México para localizar a El Coqueto, la Procuraduría de Justicia del Estado de México mantiene hermetismo en torno a las investigaciones sobre los avances del caso.
A diferencia de otros casos, la PGJEM no ha revelado las primeras declaraciones del policía ministerial Luis Cañedo, quien fue detenido por estar involucrado en la fuga, dado que él y los agentes Saúl Sánchez y Rodrigo Israel Rodríguez —actualmente prófugos— tenían la custodia de El Coqueto.
En tanto, el operativo de más de 200 agentes ministeriales para la búsqueda de Librado Legorreta se reforzó con agentes de la Policía Estatal, quienes recibieron la orden de colaborar en esta acción.
• Registro de chofer, nulo
Autoridades del ramo transportista denunciaron que an el Registro Estatal del Transporte no aparece ninguna identificación oficial ni licencia de conducir a nombre de César Armando Librado Legorreta, quien era chofer de un microbús de la ruta 2.
Por ello, Rafael Sánchez Nava-rrete, integrante del Consejo Directivo del Instituto del Transporte del Estado de México, dijo que las autoridades de justicia deben buscar al propietario de la ruta para que aporte información sobre él.
Sin embargo, Conrado Adelfo Gómez Márquez, despachador de la ruta 2 del Distrito Federal, se deslindó del chofer, pues dijo que en realidad El Coqueto trabajaba para la ruta 27.
Redacción Emet - Milenio