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Yoloxóchitl Bustamante, directora general del Instituto Politécnico Nacional - fotografía archivo
La directora general del Instituto Politécnico Nacional, Yoloxóchitl Bustamante, subrayó que abrir las puertas de la institución a los candidatos presidenciales y a la jefatura del gobierno local es un acto que se apoya plenamente en la madurez de la comunidad politécnica.
Ante el Consejo General Consultivo de esa casa de estudios, la funcionaria reafirmó que “nuestra hospitalidad se funda en sólidas convicciones que tenemos y sostenemos como institución; no tiene puertas traseras, sólo su muy amplia y generosa entrada principal”.
Reiteró su decisión de invitar a los candidatos de los diferentes partidos a exponer de viva voz ante la comunidad politécnica sus propuestas sobre varios temas, y dejó claro que el instituto “está preparado para recibir a personalidades de tan crucial trascendencia”.
Sin embargo, dejó ver que “quizá más importante que ello sea algo que nos distingue y debe seguir distinguiéndonos como politécnicos: nuestra capacidad para escuchar, razonar y cuestionar en el marco que nos señala nuestra calidad de centro académico de excelencia”.
Yoloxóchitl Bustamante estableció que “las convicciones no van en contra de la capacidad de escuchar y evaluar lo diverso; nuestros principios no se alteran por el mero hecho de contrastarlos con otros diferentes y nuestros argumentos no pierden fuerza si los mantenemos dentro del respeto debido entre personas”.
Todo lo anterior, añadió, “se resume en una palabra y una actitud: tolerancia, que no significa ni sumisión ni abatimiento de banderas; es sólo escuchar de la misma forma en que desearíamos ser escuchados”.
En un comunicado, la directora general del Instituto Politécnico Nacional garantizó que “las señoras y los señores candidatos que acepten acompañarnos estarán sometidos a un cierto examen por una comunidad inquisitiva e inteligente”.
No obstante, “igualmente nuestra comunidad se enfrentará a un juicio público que valorará sus saberes, formación, aspiraciones y, fundamentalmente, su rechazo a cualquier forma de intolerancia”.
Aseveró que “sólo quienes no están seguros de sus convicciones pueden temer escuchar -y que otros escuchen- las de quienes piensan o actúan de manera diferente” e invitó a desterrar “toda consigna que vulnere los principios institucionales y enturbie un ejercicio que sólo debe regirse por una razonada y franca tolerancia”.
Redacción Emet - ntx
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