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Recaptura de reo destapa ola de corrupción e irregularidades en Cereso de Apodaca

 
Recaptura de reo destapa ola de corrupción  e irregularidades en Cereso de Apodaca
El reo prófugo Agustín Manuel Olvera Pérez, destapo la cloaca del penal de Apodaca, NL.




Olvera Pérez aseguró que fue el pasado 18 de febrero, cuando se planeó la fuga que se concretó la madrugada del siguiente día.

Dijo que el personal del reclusorio estaba enterado de los planes de los reos que se iban a escapar y entre quienes se encuentra Óscar Manuel Bernal Soriano, alias La Araña.

El reo recapturado confirmó que los ex funcionarios del Cereso acostumbraban a reunirse con La Araña y otros internos en el área de enfermería del centro penitenciario para cobrar el pago que recibían por los beneficios que les brindaban, principalmente, por dejarlos transitar libremente por todas las áreas del lugar.

También refirió la autorización que tenían los internos para recibir las cargas de bebidas embriagantes que llegaban por el área de cocina a bordo de un camión de mudanzas de la empresa Salazar.

Comentó que los internos que controlaban eso realizaban fiestas de dos a tres veces por semana para vender entre sus compañeros las bebidas y la droga.

La cerveza la venden en 30 y 35 pesos en los eventos que autorizaba el sub director Juan Hernández Hernández, porque los reportaba como familiares para no tener problemas.

Aunque, el ex director del reclusorio, Jerónimo Miguel Andrés Martínez negó todas esas situaciones, el reo recapturado afirmó que, incluso, tenían la libertad de salir cuando querían del reclusorio.

Manifestó que para eso utilizaban los autos que tienen autorización de entrar hasta la llamada área vehicular del centro penitenciario.

Agregó que cuando un interno tenía autorización de salir, los custodios simplemente se concretaban a no revisar las unidades por indicaciones de sus superiores.

En tanto, los 21 ex empleados del Cereso de Apodaca negaron ser responsables de los delitos que les atribuyó la Procuraduría de Justicia y argumentaron haber sido víctimas de torturas por parte de los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones.

En una maratónica diligencia que se realizó este viernes en los locutorios del penal del Topo Chico, los ex funcionarios del reclusorio y 18 celadores comparecieron ante el juez segundo penal de San Nicolás.

El primero en rendir su declaración preparatoria fue el ex director Jerónimo Miguel Andrés Martínez, de 50 años de edad, quien aseguró que el 19 de febrero se presentó en las instalaciones de la Agencia para denunciar la evasión de los presos y lo dejaron detenido.

Dijo que por instrucciones de sus superiores acudió a la corporación, pero en lugar de recibirle la denuncia, lo privaron de su libertad durante seis días porque lo mantuvieron incomunicado y sometido a torturas.

El ex funcionario estatal también refirió que la madrugada del pasado 19 de febrero, cuando ocurrió la fuga de reos y la muerte de los 44 internos debieron de haberse dado cuenta inmediatamente en el C5, porque desde ese lugar controlan las cámaras de circuito cerrado instaladas en el reclusorio.

A la declaración de Andrés Miguel se sumó la del ex subdirector Juan Hernández Hernández y la del ex jefe de seguridad Óscar Deveze Laureano, quienes por recomendación de sus defensores sólo argumentaron haber sido víctimas de torturas y luego se apegaron a los beneficios del artículo 20 constitucional para no responder a los cuestionamientos.

También comparecieron 18 celadores, y al igual que sus ex jefes, rechazaron su responsabilidad y aseguraron que fueron víctimas de torturas por parte de los investigadores que no les permitieron ni siquiera leer sus declaraciones.

• Más fugados y otros que nunca se fueron

En lugar de 29, fueron 37 los reos que se fugaron el pasado 19 de febrero del Cereso de Apodaca, reveló ayer el vocero de Seguridad en el estado, Jorge Domene Zambrano, quien añadió que uno de los prófugos ya fue recapturado.

Además dijo que dos internos, de quienes se informó que habían escapado, en realidad nunca abandonaron el centro penitenciario. Se trata de Darío López Rosas, alias El Venado o Estrella; y Aldo Alejandro Ríos Flores.

Domene Zambrano puntualizó que esas imprecisiones fueron responsabilidad del entonces director del penal Jerónimo Miguel Andrés Martínez, quien así dio la lista, pero poco tiempo después las autoridades conocieron la realidad, reservándose los datos por el sigilo de la investigación.

El resto de los reos fugados y por quienes la bolsa de la recompensa aumentó de 10 millones a 12 millones 400 mil pesos son: Jorge Armando Bernal Soriano, Víctor Manuel Olvera Pérez, Jesús Gilberto Lucio Hernández, José Fernando Villarreal Vázquez, Adrey López Hernández, José Becerra Jiménez.

También Diego Martínez Hernández o Roberto Banda Vázquez, José Manuel Salazar Salazar, Arturo Velez Velez y una décima persona que ya ha sido capturada de nombre Agustín Manuel Olvera Pérez.

Además, anunció que tienen en el Servicio Médico Forense los cuerpos de cuatro reos que no han sido reclamados.

Ellos son David Jesús Acosta Rosales, Claudio Martínez Ramos, José Luis López Ramos y Mauricio Quiñones Garza, de quien no se especifica su origen.
Redacción Emet - zócalo