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La policía francesa mantenía acorralado al presunto asesino Mohamed Merah en un conjunto de departamentos en la localidad de Toulouse.
Merah ha muerto tras oponer resistencia, según ha confirmado la Presidencia francesa. Poco antes, se habían oído tres detonaciones y había llegado al lugar una ambulancia y un vehículo de bomberos. La operación ha dejado al menos tres policías heridos, incluido uno grave.
El ministro del Interior, Claude Guéant, presente en el operativo policial, ha asegurado que el sospechoso, francés de origen argelino, murió al lanzarse por la ventana mientras disparaba a los agentes. Cuando ha comenzado el asalto a la vivienda, de cinco pisos, hacía horas que el supuesto asesino no daba señales de vida.
"En el momento en que enviamos una cámara de vídeo al cuarto de baño, el asesinó salió del baño y empezó a disparar con extrema violencia" con varias armas simultáneamente, ha explicado Guéant a los periodistas, según informa Reuters. "Al final, Mohamed Merah se lanzó por la ventana con su pistola en la mano mientras seguía disparando. Lo localizamos muerto en el suelo".
Merah confesó a los negociadores de la policía, con los que habló hasta el miércoles por la noche, que había matado a tres militares (un cuarto está herido grave) además de tres niños y un profesor de una escuela judía.
Durante la noche, la policía recurrió a una estrategia de desgaste para intentar capturar al yihadista, presunto autor de tres ataques mortales en esta ciudad y la vecina Montauban (suroeste del país) los días 11, 15 y el 19, con vida. Según fuentes del Ministerio del Interior, la estrategia elegida ha sido “la del menor riesgo”. “No queremos un hombre muerto”, señalaron entonces al diario Le Monde.
La policía dejó de tener contacto con el sospechoso el miércoles por la noche, lo que generó dudas sobre si estaba vivo. "No ha habido movimientos durante la noche.
Esperamos que siga vivo", ha dicho a primera hora de este jueves el ministro del Interior en una entrevista radiofónica. "Pese a nuestros intentos persistentes para restablecer contacto a viva voz o por radio, no ha aparecido". El último contacto con él fue a las 22.45 del miércoles, cuando en principio había anunciado que se entregaría, cosa que no hizo. Pero en ese momento, según el ministro, "entró en otra lógica", proclamó "que quería morir con las armas en las manos".
El ministro de Exteriores, Alain Juppé, ha recalcado este jueves por la mañana que el pequeño número de yihadistas franceses "está controlado" y que, de hecho, el sospechoso "había sido interrogado recientemente por las fuerzas de seguridad", informa France Presse. Juppé ha asegurado que entiende que "uno se pregunte si ha habido errores por parte de los servicios secretos". Ha añadido que desconoce si los ha habido, pero que en todo caso el asunto será investigado.
La policía había desplegado durante la noche una estrategia de desgaste psicológico del terrorista con varias explosiones controladas para intimidarlo. El edificio donde reside Merah fue sitiado por la RAID, una unidad de élite de las fuerzas de seguridad francesas, en la madrugada del miércoles.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró la víspera que Merah "se disponía a matar" en la mañana del miércoles. La Fiscalía detalló que los objetivos eran un militar y dos policías.
La policía detuvo a varios miembros de la familia del sospechoso, incluidos sus dos hermanos. En el coche de uno de ellos, se ha descubierto material explosivo.
El fiscal Molins aseguró el miércoles en París que, después de investigar siete millones de datos telefónicos, 700 conexiones de Internet y las respuestas al anuncio de venta de una moto, identificaron el barrio donde se encontraba el sospechoso. La alarma saltó al detectarse el nombre de una mujer, madre de dos sospechosos conocidos por los servicios de seguridad, Adbelkader Merah, quien ha introducido yihadistas en Irak y su hermano Mohamed, condenado en 15 ocasiones por el tribunal de menores de Toulouse y a quien los servicios antiterroristas franceses asignan un "perfil de autorradicalización salafista atípico". Al menos en dos ocasiones viajó a Afganistán. La segunda vez tuvo que regresar enfermo.
Desde el martes, al día siguiente del asesinato de tres niños y un profesor en una escuela judía de Toulouse, todas las pistas conducían ya directamente a Mohamed. La policía identificó al joven franco-argelino a través de la dirección IP del ordenador (un número de identificación específico de cada computadora) de su hermano. Con ese ordenador contactó, para la compra de una moto, con el primero de los militares asesinados.
Entre los elementos clave de la investigación, el diario francés Le Figaro destaca la scooter utilizada en las agresiones. Los investigadores lograron localizar un concesionario Yamaha en el que el sospechoso había preguntado a un empleado cómo desconectar el dispositivo electrónico instalado para localizar el vehículo en caso de robo.
Redacción Emet
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