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Fotografía: Embajador mexicano ante la Santa Sede, Federico Ling Altamirano.
En una entrevista con motivo de la visita del papa Ratzinger a México, Ling Altamirano agregó que un llamamiento del papa a los ciudadanos a superar los desafíos “puede ser más efectivo que cualquier condena”.
Preguntado sobre cuál cree que será el mensaje que lleve el papa y si cree que condenará la violencia, el narcotráfico y la corrupción, el embajador señaló que “cabe en lo posible”.
Pero, añade, le resultaría muy extraño que recorra tantos miles de kilómetros “sólo” para condenar la violencia, “cuando suele hacerlo en las audiencias de los miércoles en el Vaticano y el ángelus dominical “al ser algo que ocurre en todo el mundo”.
Ling precisó que “no está en las peticiones” de las autoridades mexicanas decirle que les “eche una mano para luchar contra la violencia” que golpea algunas zonas del país debido al narcotráfico.
“El papa no viene a condenar la violencia, ni a pedir una tregua (a los narcotraficantes), viene a hablar del evangelio y eso debiera ser suficiente para los mexicanos”, agregó el embajador, que aseguró que “mal se vería” si hubiera una petición especifica al respecto.
Ling Altamirano se mostró convencido de que un llamamiento a los mexicanos “a levantar el ánimo y los corazones para superar los desafíos” puede ser más efectivo que cualquier tipo de condena.
El embajador señaló que es “lógico” que el papa defienda la familia heterosexual y la dignidad del hombre, desde el momento de la concepción hasta su muerte natural, “ya que todo eso forma parte de la agenda no negociable de la Iglesia”.
Respecto a qué supone para México la visita, afirmó que es la ocasión para reiterar el compromiso con los valores del cristianismo, renovar la promesa de “México siempre fiel” y la vinculación con el papa.
Los mexicanos -precisó- podrán conocer a Benedicto XVI, “la profundidad de su mensaje y su bondad”.
Sobre qué México se va a encontrar Benedicto XVI, el embajador destacó la disminución del número de católico en los últimos años, aunque subrayó que el 83 por ciento de la población sigue siendo católica.
Esa disminución -señaló- no se debe, “como en Europa” al secularismo y relativismo, sino a la falta de sacerdotes, que impide que puedan prestar sus servicios a todos los fieles, lo que abre las puertas a que “ocupen ese lugar las sectas, dispuestas a captar a los espíritus más inquietos”.
Ling señaló que hay un sacerdote por cada diez mil mexicanos, “por lo que no dan abasto”.
Preguntado si cree que el escándalo causado por el fundador de los Legionarios de Cristo (el sacerdote mexicano Marcial Maciel -1920-2008-, castigado por Benedicto XVI por abusos sexuales de seminaristas y por la triple vida que llevó) ha dañado la imagen de la Iglesia mexicana, manifestó que ha causado “algunos jirones” en entornos cercanos a los legionarios, pero en el resto no.
Se mostró convencido de que la reforma de la congregación que ha acometido el papa a través del cardenal Velasio De Paolis dará fruto y los legionarios se podrán “rescatar”.
Ling Altamirano aseguró que los mexicanos, “que siempre soñaron una visita de Benedicto XVI”, le acogerán como a Wojtyla, “de manera muy calurosa” y no dudarán en recorrer los kilómetros necesarios para verle.
Sobre las relaciones entre México y la Santa Sede resaltó que son muy buenas, recordó que se cumple este año el vigésimo aniversario del establecimiento de las mismas y subrayó que el trabajo de la legación mexicana está “bastante bien valorado” en el Vaticano.
Redacción Emet - efe
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