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La mala leche de José Cárdenas contra Grupo Reforma. (Álvaro Cepeda Neri)

 
La mala leche de José Cárdenas contra  Grupo Reforma
¿Informar sobre la narcoviolencia es apología del delito?



Se está estudiando llevar ante los tribunales, a empresarios y periodistas que acordaron autocensurarse porque la autoridad presidencial los invitó a violar la constitucionalidad y que, con criterio jurídico-democrático y republicano, equivale a coartar la libertad de prensa. El que estén de acuerdo con el Acuerdo de no informar sobre hechos violentos de las delincuencias (sobre todo los relacionados con los narcotraficante y los homicidios provocados por éstos y por los militares-policías al combatirlos), no los autoriza a descalificar ni censurar a los medios de comunicación que sí publican, como lo hacen los periódicos: Mural, El Norte y Reforma. Es el caso del columnista José Cárdenas (Excélsior: 28/II/12), a quien no le pareció que esos diarios de Nuevo León, Jalisco y la ciudad de México, dieran a conocer a sus lectores las mantas desafiantes y provocadoras que la pandilla de Los Zetas exhibieron en Monterrey, la ciudad que va al frente en criminalidad.
Afirmar que “los criminales han encontrado, en diarios como Reforma, un vehículo idóneo para hacer temblar en su centro la tierra (parafraseando la letra del Himno Nacional), sin compromiso mayor”, es una crítica sin sustento. Los periódicos del país están publicando, pese al acuerdo de autocensura, los hechos del narcotráfico. Tienen derecho los lectores a ser informados por medio de la radio, televisión y prensa escrita, pues es la única manera de que no permanezca oculta la sangrienta violencia de todo el país. Y es de muy mala leche titular la columna: Grupo Reforma, ¿vocero del narco? Pero la cuestión es que el señor José Cárdenas ya incurrió en lo que censura, comentando al respecto.
Calderón se comporta como el clásico autócrata que impide que sepamos la magnitud de ese gravísimo problema. Y amordazar la libertad de prensa no es ni democrático ni republicano; pues cada periódico sabe qué dimensión le da a sus notas. El mismo comunicador sostiene que “Los medios no pueden callar esa realidad. Los hechos duros deben ser consignados…”. No hay diferencia entre dar la información con imágenes o no hacerlo así. Los diarios Reforma, El Norte y Mural(como otros muchos editados en el país), consideran que deben informar a ocho columnas y con fotografías. Que otros callen o minimicen la información, también es su modo de cumplir, pero por ningún motivo aceptar el “acuerdo” neofascista de Calderón. Silenciar a los medios de comunicación es anticonstitucional.
Álvaro Cepeda Neri - Opinión EMET