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La FAO necesita que América alimente al mundo

 
La FAO necesita que América  alimente al mundo
Además de ampliar la producción de productos agropecuarios, la FAO considera que la clave del éxito para que haya más comida en los próximos años es diversificar su origen - fotografía especial




En la actualidad, el 80% de la dieta mundial consiste de granos. Y el mayor productor mundial de granos es el continente americano. Es por ello que América jugará un rol central para alcanzar la meta propuesta. El director regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Alan Bojanic, dijo que para cumplir el objetivo se deberán producir 1.000 millones de toneladas más de granos, además de ampliar la producción de carne, frutas y verduras.

Según los expertos, América Latina tiene capacidad para duplicar su producción actual de granos.

Para ello, se deberá aplicar lo que la FAO define como "intensificación sostenible": un mayor uso de tecnologías para mejorar el rendimiento de la tierra, sin dañar los suelos y haciendo un uso más efectivo del agua.

Víctor Villalobos, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) –el máximo organismo regional sobre la materia- dijo que América Latina es la región con mayor potencial para ampliar su producción de cultivos, ya que cuenta con los tres elementos necesarios: tierra, agua y tecnología. No obstante, Villalobos y Bojanic resaltaron que el principal desafío para la región será capacitar a los productores agrarios en el uso de estas tecnologías, que serán la clave para mejorar el rendimiento.

• "Sojización"

En los últimos años la región del Mercosur -el corazón agrario de Sudamérica- ha visto un crecimiento exponencial de la soja, una oleaginosa que casi no se consume en esta zona y ha ganado terreno por los precios altos que adquirió en el mercado.

¿Representa esta "sojización" una amenaza para los objetivos de ampliar la producción de alimentos?

"Para nada", aseguran los expertos. Según Bojanic, si bien no se consume mucho en América Latina, en Asia, adonde es exportado, vive un sexto de la población mundial, que lo considera una parte importante de su dieta.

Por su parte, Villalobos aseguró que el aumento en la producción de soja es "cíclico": cuando la oferta supere a la demanda bajarán los precios, lo que llevará a que se reduzca la producción. Por eso descartó que la soja esté desplazando a los tres cultivos más consumidos en el mundo: el trigo, el maíz y el arroz.

"La oferta mundial de estos granos es estable", aseguró.

• Biocombustibles

Si bien el boom de la soja no preocupa a los expertos en alimentación, el aumento en la elaboración de biocombustibles sí es considerado una potencial amenaza a la meta de multiplicar la producción de alimentos, ya que estos se producen a base de cultivos. Se trata de una paradoja: el cambio climático es la principal amenaza a la producción de alimentos y por ello la FAO apoya la creación de combustibles alternativos (o "agroenergías") para paliar el problema.

Sin embargo, el organismo se opone a que se utilice maíz –el segundo grano más consumido en el mundo- para producir etanol. Al igual que el IICA, proponen una solución sencilla: que sólo se utilice caña de azúcar para producir este biocombustible, un cultivo que según Bojanic, "rinde 10 veces más".

• Diversificar

Además de ampliar la producción de productos agropecuarios, la FAO considera que la clave del éxito para que haya más comida en los próximos años es diversificar su origen. En ese sentido, Bojanic resaltó algunos recursos que tiene América Latina que muchas veces son opacados por la magnitud del campo.

"Hay una enorme riqueza en el mar, debemos aprovechar más la pesca", señaló.

También habló de un importante aporte que viene de la zona andina: la clic quinoa (o quinua)

"Este año la FAO destacará las propiedades de este cultivo, que puede jugar un papel importante en la lucha contra el hambre", dijo.

Por último, el funcionario recordó que para aumentar en un 70% la cantidad de alimentos disponibles en 2050 no hará falta solamente producir más.

"Uno de los objetivos es también reducir a la mitad la cantidad de desperdicios", aclaró. Si todo se cumple, Bojanic cree que la meta establecida por la FAO podrá hacerse realidad.

"El desafío es grande, pero es factible lograrlo", aseguró.
Redacción Emet - bbc