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Es muy fácil darse cuenta de que no están expresándose con verdad ya que para que pueda hablarse de paz tendría que haber reconciliación y perdón y Ratzinger rehusó reunirse con quienes han sido víctimas de la pederastia
En el plano doméstico, durante los últimos días destacaron diversos aspectos que tienen que ver con la enorme y profunda corrupción del régimen calderonista -que le cuesta al país el equivalente a 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), estimado en el 2011 en 14 billones 352 mil 862 millones de pesos, es decir, más de 1.29 billones de pesos-: la desaprobación del proyecto del ministro Arturo Zaldívar que planteaba liberar a la francesa Florence Cassez, el cual fue desechado por la Primera Sala de la SCJN por lo que la ministra Olga Sánchez Cordero redactará un nuevo proyecto, que deja indefinido, por ahora, el futuro de la francesa pero con lo que se pretende proteger uno de los principales alfiles del calderonismo, el titular de la SSP, Genaro García Luna, y al propio inquilino de Los Pinos; las movilizaciones magisteriales en rechazo a la dirigencia caciquil de Elba Esther Gordillo y de la Alianza por la Calidad Educativa, que se suma a la ofensiva desde otro flanco, por lo que el IFAI ordenó a la SEP transparentar el historial laboral, salarios y comisiones sindicales de “la maestra” chiapaneca; sin dejar de mencionar la contraofensiva del llamado “moreirazo”, toda vez que tres jueces de Distrito de Coahuila ordenaron al Gobierno del Estado entregar documentos que prueben el destino que tuvieron los casi 36 mil millones de pesos de la deuda de la gestión de Humberto Moreira. En suma, un bonito país espera al sumo pontífice.
De capital importancia serán los temas y los compromisos que asuma –o le obliguen a asumir- a Felipe Calderón en sus entrevistas con el papa Benedicto XVI y con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Al sumo pontífice de la Iglesia Católica de origen alemán, le pretendían entregar en mano un regalo nada despreciable en la Casa del Conde Rul, en la ciudad de Guanajuato, el cambio al Artículo 24 de la Constitución, que aprobaron en contubernio las fracciones parlamentarias del PRI y PAN de la Cámara de Diputados –aún falta el aval del Senado- y que va en contra del espíritu de los constituyentes de 1917.
Prácticamente todo está listo para recibirlo. Los preparativos corrieron a cargo de la Conferencia Episcopal, la Nunciatura Apostólica, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Presidencia de la República y las autoridades de Guanajuato. Se espera que unas 500 mil personas lleguen a la ciudad de León durante los días de la estancia papal, que arrancan este viernes y hasta al 26 de marzo, que se sumarán al millón y medio de habitantes que tiene esa ciudad. Federico Ling Altamirano, Embajador de México ante la Santa Sede, aseveró que la seguridad del Joseph Ratzinger esta garantizada y explicó: “el 90 por ciento del peligro potencial de un acto indebido contra el papa se elimina poniéndose a pensar quién ganaría atentando contra él. Si alguien se propusiera matar al líder católico y lo lograra, ¿qué ganaría?, se cuestionó y añadió: “el crimen organizado quiere sus rutas libres para que transite la droga, otros simplemente aunque no quieren al Papa, tampoco lo odian. Cualquiera sabe que ponerse contra la Iglesia Católica es un paquete muy pesado, eso reduce muchísimo las amenazas”.
DEL CALOR DE LA VISITA
Para disfrazar la intención política que existe en la visita de Benedicto XVI, en las últimas horas los medios electrónicos han difundido las declaraciones de distintos voceros que la jerarquía católica que repiten una y otra vez que la visita del Papa “busca la paz”. Es muy fácil darse cuenta de que no están expresándose con verdad ya que para que pueda hablarse de paz tendría que haber reconciliación y perdón y Ratzinger rehusó reunirse con quienes han sido víctimas de la pederastia, por lo tanto no ha buscado lo primero ni pidió lo segundo como representante de toda esa Iglesia. Dada la difusión que se ha dado a esta visita, bien puede percibirse que lo que existe es un regocijo oficial y que no se han escatimado gastos y apoyos para hacer ésta muy lucida.
Como se sabe, los tres candidatos a la Presidencia con posibilidades reales de alcanzarla estarán en la misa que se ofrece por lo que la lectura política es más que clara y por parte del gobierno actual busca que se genere un impacto electoral otorgándoles el voto. La visita quiérase o no estará politizada ya que quienes hoy ocupan el centro de la atención harán declaraciones y marcarán su posicionamiento con relación a las iglesias. No puede evitarse que esto suceda porque sabido es que desde los púlpitos se ha llamado a los feligreses a emitir sufragios a favor de quien garantice los principios cristianos.
Después de todo lo que se ha visto también queda claro que Felipe Calderón no escatima ningún recurso para influir en el proceso electoral federal y eso quedará lo suficientemente claro cuando, posterior a la visita, se efectúen las consabidas encuestas. Para Benedicto XVI, y por todo lo que sobre él se ha dicho, ha sido esta difusión exagerada la mejor forma de dar a conocer su nueva imagen a los países latinoamericanos. Los directivos del L´Osservatore Romano, principal órgano de difusión de la Iglesia de Roma, se han dedicado a desmentir la imagen que de nazi pesaba no sólo sobre Ratzinger sino su familia. Mucho se ha difundido sobre su trayectoria en la iglesia romana y su gran cercanía con Juan Pablo II, con lo que se intenta desmentir lo que durante años se dijo sobre los enfrentamientos entre ambos al tener concepciones teológicas diferentes.
Hoy, mercadológicamente se habla de un pacto muy distinto al que hace siete años hizo humo blanco de la capilla Sixtina. En el presente se busca incluso adivinar hacia dónde posará su mirada y cuáles serán sus actitudes durante el recorrido de 38 kilómetros que realizará del Aeropuerto Internacional de Guanajuato a la Ciudad de León. Seguramente que las comparaciones surgirán ya que será difícil superar o por lo menos igualar las grandes concentraciones que acompañaron a Juan Pablo II, sobre todo en sus primeras visitas, cuando eran otros tiempos para el país y para la propia Iglesia.
Los tan expresados y repetidos mensajes de paz tampoco serán lanzados para quienes tienen en jaque la seguridad del país. Así pues en este día queda claro que para la Iglesia católica está visita se resume en un “a lo que te truje chencha”.
Lilia Arellano - Opinión EMET