- Obtener vínculo
- Correo electrónico
- Otras apps
Cuando los voceros de la mediocracia mercachifle dicen: "Washington" enviará alimentos a Corea del Sur, lo que no explican --ya sea por ignorancia o mala fe-- es que no son los pueblos
"Washington" (?) anuncia que mandarán alimentos a Corea del Norte...pero no tienen presupuesto para aliviar la miseria de millones de norteamericanos...
¿Son las naciones (léase: los pueblos) las que deciden "ayudar" a otros países o son los multimillonarios del cartel financiero internacional los que practican la caridad vaticana mientras causan la miseria de miles de millones? ¿Es lo mismo caridad que solidaridad?
Por: Patricia Barba Ávila (Seti)
Inicio esta reflexión reiterando que no hay virtud más admirable que la empatía que genera acciones solidarias hacia nuestros prójimos, sean o no de nuestra misma nacionalidad o raza, es lo de menos. Dicho esto, paso al análisis de lo que creo que está detrás de la "caridad" ejercida por mega-corporaciones cuya codicia inacabable ha preparado el terreno donde se siembra la miseria para que sus multimillonarios cultivadores puedan adornarse como "benefactores".
Son famosas las fundaciones de Rockefeller, Bill Gates, Televisa, TVAzteca, Telmex, etc, que no reparan en invertir enormes sumas en los spots publicitarios (disfrazados de noticias) que difunden la bondad y "buen corazón" de estos megaempresarios enriquecidos hasta la náusea gracias a un entramado político-empresarial que favorece la concentración más abyecta de ingentes riquezas a costa del empobrecimiento de enormes sectores sociales en el mundo. Huelga decir que la estrategia mercadotécnica empleada por los medios de "comunicación" para convencer a la gente de que está bien que haya ricos mientras sean "buenos" y repartan las migajas que les sobran entre los "jodidos" --término que utilizó Emilio Azcárraga “El Tigre” para describir a los millones de mexicanos empobrecidos a los que hay que distraer.
En virtud de la andanada propagandística de la mediocracia, vemos cómo ruedan las lágrimas por las mejillas de cientos de miles de televidentes y radioescuchas, manipulados a golpe de spots y, por ende, conmovidos por la "generosidad" de los ricos que con sus caridades ya se compraron un pedazo de cielo --como en los tiempos del Vaticano del siglo XVI que dio lugar al surgimiento del protestantismo de Lutero. Esto nos muestra que nada ha cambiado, sólo los ropajes utilizados por potentados, monarcas y políticos que viven y actúan como monarcas. Tanto la jerarquía eclesiástica como sus "socios" en una élite político-empresarial utilizan el arma letal mediática para mantener el statu quo de privilegios para los muy pocos y despojo para los muchos.
Cuando los voceros de la mediocracia mercachifle dicen: "Washington" enviará alimentos a Corea del Sur, lo que no explican --ya sea por ignorancia o mala fe-- es que no son los pueblos --en este caso el estadounidense-- los que deciden practicar esta suerte de caridad lucrativa, sino los miembros del cartel financiero que desde hace años viene diseñando las políticas que empobrecen para luego "ayudar". Cuando el Sr. Carstens, flamante Director del Banco Central de México y ex Director Gerente del Fondo Más Infame (FMI), anuncia que "México" ahora aumentará en 145% la cuota de $3,625.7 a $8,912 millones DEG (equivalentes a $14 mil 37.7 millones de dólares) para "ayudar" a aliviar la crisis en la Eurozona...¿lo decidimos los más de 50 millones de mexicanos en pobreza? O fue una orden cumplida por el todavía empleado del FMI --en su papel de titular del Banco de México--, Agustín Carstens para continuar con la oprobiosa depredación que el Fondo Más Infame viene perpetrando desde su fundación en 1944 en Bretton Woods, New Hampshire?
Como lo expresé en el primer párrafo, no hay virtud más admirable y fundamental para la paz y la armonía en el mundo, que la empatía traducida en actos de solidaridad y amor. Sin embargo, en nada se asemeja la solidaridad que los pueblos --que no los gobiernos-- deciden mostrar a hermanos en desgracia, a las acciones empresariales que como inversiones lucrativas llevan a cabo las mega-corporaciones internacionales que primero financian guerras de despojo y luego se aprestan a ejercer la "caridad" vaticana con sus víctimas. Esta diferencia es la que los medios supeditados al cartel financiero ocultan con su andanada verborreica con la que golpean persistentemente la mente de millones de televidentes y radioescuchas.
La prueba más auténtica de civilización, cultura y dignidad es el carácter no las vestimentas. Gandhi
Patricia Barba Avila
Titular del programa Desde la raíz transmitido por Radio La Nueva República los lunes de 21 a 23 hrs y los miércoles de 21 a 22 hrs y Sabía usted que los domingos de 11 a 13 hrs (hora del Centro)
Miembro del Tribunal Internacional de Conciencia (TIC)
Patricia Barba - Opinión EMET