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'Abandona' la gente a Vázquez Mota en el Estadio Azul


'Abandona' la gente a Vázquez  Mota en el Estadio Azul
Cuando Vázquez Mota comenzó su discurso, eran evidentes los ríos de gente que salían del Estadio Azul.




Poco después de la una de la tarde, cuando la aspirante presidencial apenas tomaba el micrófono e iniciaba su característico ir y venir por el escenario, en las gradas se veían ríos de gente que, exhausta por la larga espera bajo el sol del mediodía, caminaba en largas hileras hacia las salidas del inmueble.

Los asistentes, entre ellos algunos niños, habían sido citados a temprana hora. Desde las nueve de la mañana empezaron a ocupar el graderío del estadio. Acarreados desde los estados de México, Tlaxcala, Morelos, Puebla y Veracruz, entre otras entidades, miles llegaron en autobuses que se estacionaron en las calles aledañas al Estadio Azul y de paso provocaron un embotellamiento vial que se prolongó toda la mañana.

Formadas en largas filas para ingresar al inmueble, las personas traían banderines de organizaciones rurales y de colonos, como Unimoss y Consuc. También había quienes portaban playeras con el nombre del estado del que provenían o la leyenda Josefina. Interrogados sobre si eran militantes del PAN, varios dijeron simpatizar con ese partido, pero no estar afiliados.

• Cuatro horas bajo el sol

Por casi cuatro horas, cerca de 35 mil seguidores del blanquiazul, según los organizadores, esperaron el inicio del acto a pleno sol. Algunos afortunados se hicieron de gorras y sombrillas que regaló el PAN, pero fueron los menos. Cuando empezó la ceremonia, poco antes de la una de la tarde, el estadio lucía casi lleno. La pasarela de oradores dio inicio. Primero Isabel Miranda, aspirante del panismo a la jefatura de Gobierno del DF; luego José Espina, presidente de la Comisión Nacional de Elecciones, y enseguida el dirigente Gustavo Madero Muñoz.

Pero conforme pasaron los oradores, las personas en las gradas superiores y de la zona media abandonaron el inmueble. Cuando a Vázquez Mota le tocó turno para rendir protesta ya eran notorios los espacios vacíos, y cuando comenzó su discurso, minutos después, eran evidentes los ríos de gente que salían del Estadio Azul.

En el coso sólo permanecieron los panistas ubicados en la zona de la cancha y en las hileras colindantes con el pasto. Insolados, los acarreados salieron buscando agua, sombra y los camiones que los llevaran de regreso.

No obstante las fotografías que muestran un estadio semivacío, la abanderada presidencial aseguró –horas más tarde– que el inmueble estaba lleno cuando rindió protesta. Al asistir a la develación de la placa por las 300 representaciones de la obra Perfume de gardenia, pidió valorar que sí hubo lleno en la casa del Cruz Azul.
Redacción Emet - La Jornada