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Sin pain, hay gain!. (@KidFreshPlay)

 
¡Sin pain, hay  gain!
Estamos a punto de finalizar el primer mes del año, y con éste, iniciaremos el siguiente con distintas frases que, cuando bebíamos la sidra, comíamos las uvas y festejábamos


Estamos a punto de finalizar el primer mes del año, y con éste, iniciaremos el siguiente con distintas frases que, cuando bebíamos la sidra, comíamos las uvas y festejábamos el inicio de año, compartíamos a parientes y amigos, ¡sí!, los llamados “propósitos de año nuevo”, actividades que jamás realizamos, sólo las pronunciamos por los ánimos de comenzar otra vez, saber que existe una nueva oportunidad pero que desgraciadamente, quedarán inconclusos, abandonados con los demás propósitos de hace 5 o 10 años, y así, diremos el siguiente mes; “El lunes empiezo”, pero ¿qué?, la dieta, hacer ejercicio, dejar de fumar, aprender a tocar ese instrumento que se llena cada vez más y más de polvo, no sabríamos por dónde comenzar pero, creo saber cual de los nombrados anteriormente es el más popular, no recurrí a ninguna cifra o censo, sólo creo saber que hacer ejercicio es uno de los más recurrentes e igualmente no llevados a cabo.

Nos pasa a muchos, me incluyo pero, qué tal las excusas, pretextos hay miles, como por ejemplo; “el gym está muy caro y bastante lejos” o “hacía mucho frío en la mañana y no asistí”, así es, y en este caso el pretexto más utilizado es “no tengo tiempo” pero debido a qué.
El trabajo suele ser la justificación número uno en la lista y suena algo razonable ya que un mexicano en promedio trabaja 10 horas al día, remunerado o no, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) considera que México es uno de los países que cubre más horas laborables que algunos otros, considerando 8 horas el mínimo. Pasemos a los días que en promedio un mexicano trabaja. Haciendo un cálculo, son 365 días que tiene un año, menos los fines de semana son 240 días hábiles, más sábados o domingos, (sumen los que trabajan cualquier día de estos), menos días no laborables pagados, que suman, aproximadamente una semana, ahora, esto es para los que llevan un año trabajando, restemos una semana más y consecutivamente los que lleven toda una vida trabajando el límite son 22 días, digamos que para no meternos en tantas cifras, a los 240 días le restaré 22, lo que nos da un total de 218 días laborables al año y no entraré en detalle con los sueldos. Pensándolo bien, el tiempo sí se convierte en un factor de mucho peso sobre la mayoría de los mexicanos, digo la mayoría, ya que si perteneces a el Congreso mexicano podrías trabajar 195 días al año, con un goce de sueldo de 150 mil pesos al mes, así lo dijo el diario The Economist, “Los legisladores mexicanos son los menos productivos de América Latina”, de eso no nos queda duda pero, qué hacen con todo ese tiempo que les sobra, ¿ejercicio? No creo, mejor retomemos el tema, sabiendo el problema, probablemente exista la solución a la falta de compromiso a mantenernos en forma.  
Algo tan simple como una pastilla que, en un futuro cercano, podría ser lo que nos mantenga saludables sin tener que hacer ejercicio.
Se tata de una hormona capaz de empujar a las células a transformarse de grasa blanca -glóbulos que sirven como reservorios de calorías en exceso- a la grasa marrón, que genera calor, es decir convierte a la grasa “mala” en “buena” . Nombrada como Irisin, iris por la mitología griega descrita como la mensajera de los dioses,  se buscará la posibilidad de enviar un mensaje a los distintos tejidos del cuerpo a través de esta y así convertirse en el remedio contra la obesidad.
Este gran hallazgo fue publicado por Nature, investigación llevada a cabo por un grupo de científicos comandados por Bruce Spiegelman pertenecientes al Instituto del Cáncer Dana-Farber ubicada en Boston.
Bruce ha hecho pruebas en ratones que perdieron varios gramos en los primeros 10 días después de la aplicación de esta hormona, además de protegerlos contra una dieta alta en grasa (obesidad inducida) y diabetes. También se busca que a través del Irisin se traten trastornos de distrofia muscular y la atrofia muscular, aun así los investigadores deben medir el beneficio sobre una persona con problemas de salud, como los nombrados anteriormente.
Esta podría ser la solución a un problema que aqueja a un porcentaje de la población mundial que va en aumento, aun así, mientras no esté el medicamento milagro en el aparador de una farmacia, debemos darnos un tiempo para nosotros, nuestra salud y bienestar, darnos oportunidad de cumplir todo aquello que parece ser imposible y que depende únicamente de nosotros.

Oscar Ramírez Pérez @KidFreshPlay
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