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Qasim Khan lidia con las autoridades paquistaníes por el derecho a cobrar a visitantes el equivalente a 22 centavos de dólar cada uno para poder ver el cadáver de un tiburón ballena de unos 12 metros de largo que le compró.
Khan se dedica a la compra-venta de peces, aunque usualmente más pequeños, y aprovechó la oportunidad de pagar 2 mil 200 dólares por el gigante marino de 20 toneladas, el cual fue hallado muerto en las playas de la ciudad sureña de Karachi en el mar arábigo.
El negocio iba viento en popa cuando varios miles de personas pagaron para ver al tiburón de color pardo con puntos blancos, el cual Khan colocó bajo una tienda improvisada junto a la bahía. La gente se arremolinó para poner las manos sobre el enorme pez, y familias enteras se tomaban fotos a su lado, sin que importara el penetrante olor que despedía al comenzar a descomponerse.
Las autoridades de pesca habían decidido que debía permitirse que las personas vieran el tiburón de manera gratuita. Khan se resistió y escondió su pieza de exhibición bajo la manta verde que usaba como tienda.
Las autoridades le ordenaron quitar la cubierta, lo cual hizo brevemente para luego volver a ponerla. Y así en varias ocasiones. Khan alega que pagó 200 mil rupias por el ejemplar y que para recuperar la inversión estaba cobrando solo 20 rupias por boleto. La disputa provocó el enojo de algunos de los cientos de personas que rodeaban al pez.
Los tiburones ballena, que llegan a crecer hasta los 20 metros de largo, son los peces más grandes y se alimentan principalmente de plancton, calamares y peces pequeños. Viven en aguas tropicales y son inofensivos para los humanos
Con información de AP