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Siguiendo Calderón con su show en Cd. Juárez Chihuahua, se presentó a visitar los nuevos espacios que, después de jóvenes asesinados, se tapa el pozo llevando a cabo lo que desde hace décadas ha hecho falta en el país entero, espacios de recreación para los jóvenes.
En este evento, donde se pudo apreciar a Calderón y su esposa rodeados por las pilmamas de siempre, la madre de uno de los jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar, expresó: "A raíz de la partida de tantos ángeles llegó mucha bendición, becas para los jóvenes, espacios, espacios que no contábamos", y aquí valdría la pena preguntar a la señora madre, si en realidad está consciente de lo que dijo, ya que pensar, que es necesario que gente sea asesinada, para que el gobierno decida trabajar en beneficio de los ciudadanos, es un error garrafal, no, no hay necesidad de pérdidas humanas, solo se necesita que la gente no se deje engañar de lo que le presenta el poder mediático, y decida votar en contra de lo que la ha agraviado, en contra de quienes se ha dedicado a gobernar para unos cuantos multimillonarios, en contra de quienes construyeron einvitar a todos los que pueda a hacer lo mismo, con eso basta y sobra.
Pero la hipocresía, que no podía faltar, se presentó en voz de Calderón al responder: "Dado que Villas de Salvarcar se convirtió en el corazón de Júarez y de México, también nos ha cambiado a todos el corazón, nos ha hecho ver las cosas de manera distinta, y por esos ÁNGELES que se fueron al cielo, y que todos extrañamos y siguen en nuestro corazón y nuestro dolor, a ellos también debemos que nos hayan abierto los ojos a tantas cosas". ¿Se fijaron?, ¡de pandilleros pasaron a ser Ángeles!.
Y bueno, si a la señora madre de uno de esos jóvenes asesinados ya se le olvidó como Calderón intentó minimizar aquel terrible acontecimiento ocurrido en Villas de Salvárcar, al considerar a las víctimas de aquella vez como pandilleros, a nosotros no, y es de llamar la atención como, cuando conviene a las intensiones de seguir dando atole con el dedo al pueblo, de pandilleros pasaron a ser ángeles. También es sorprendente ver a mucha gente perder el sentido de la realidad, y que, dejándose llevar por el atole con el dedo mediático, se conforme con la idea de que valió la pena la pérdida de vidas humanas inocentes con tal de recibir migajas, si, migajas de lo que realmente le corresponde.
@elbote www.tiraderodelbote.com
En este evento, donde se pudo apreciar a Calderón y su esposa rodeados por las pilmamas de siempre, la madre de uno de los jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar, expresó: "A raíz de la partida de tantos ángeles llegó mucha bendición, becas para los jóvenes, espacios, espacios que no contábamos", y aquí valdría la pena preguntar a la señora madre, si en realidad está consciente de lo que dijo, ya que pensar, que es necesario que gente sea asesinada, para que el gobierno decida trabajar en beneficio de los ciudadanos, es un error garrafal, no, no hay necesidad de pérdidas humanas, solo se necesita que la gente no se deje engañar de lo que le presenta el poder mediático, y decida votar en contra de lo que la ha agraviado, en contra de quienes se ha dedicado a gobernar para unos cuantos multimillonarios, en contra de quienes construyeron einvitar a todos los que pueda a hacer lo mismo, con eso basta y sobra.
Pero la hipocresía, que no podía faltar, se presentó en voz de Calderón al responder: "Dado que Villas de Salvarcar se convirtió en el corazón de Júarez y de México, también nos ha cambiado a todos el corazón, nos ha hecho ver las cosas de manera distinta, y por esos ÁNGELES que se fueron al cielo, y que todos extrañamos y siguen en nuestro corazón y nuestro dolor, a ellos también debemos que nos hayan abierto los ojos a tantas cosas". ¿Se fijaron?, ¡de pandilleros pasaron a ser Ángeles!.
Y bueno, si a la señora madre de uno de esos jóvenes asesinados ya se le olvidó como Calderón intentó minimizar aquel terrible acontecimiento ocurrido en Villas de Salvárcar, al considerar a las víctimas de aquella vez como pandilleros, a nosotros no, y es de llamar la atención como, cuando conviene a las intensiones de seguir dando atole con el dedo al pueblo, de pandilleros pasaron a ser ángeles. También es sorprendente ver a mucha gente perder el sentido de la realidad, y que, dejándose llevar por el atole con el dedo mediático, se conforme con la idea de que valió la pena la pérdida de vidas humanas inocentes con tal de recibir migajas, si, migajas de lo que realmente le corresponde.
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