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Ayuntamiento de Cuernavaca protege a funcionarios que golpearon a menor indígena


Ayuntamiento de Cuernavaca protege a funcionarios que golpearon a menor indígena
Ayuntamiento de Cuernavaca protege a inspectores abusivos




Por lo menos seis supervisores, según relataron testigos, se transportaban el lunes anterior en dos vehículos de la comuna adscritos a la dirección de Gobernación, con los números económicos 1134 y 1138; el primero, a resguardo de Jesús Enrique Duardo Domínguez, quien se desempeña como auxiliar administrativo de dicha dependencia.

Norma Solano y Santiago Sánchez, ciudadanos que acudieron en auxilio del joven agredido, señalaron que hasta el día de ayer por la tarde no se les habían proporcionado los nombres de los agresores que, consideran, son fáciles de identificar, pese a haber recorrido varias oficinas de la comuna capitalina solicitando esa información.

Llama la atención que, pese a que los hechos han salido a la luz pública, tampoco ha habido acercamientos de instancias como la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) ni de organizaciones indigenistas solicitando una explicación a la autoridad municipal que encabeza el alcalde Rogelio Sánchez Gatica.

El miércoles, Solano y Sánchez, llenos de indignación, recorrieron las oficinas de la Dirección de Gobernación, que dirige Eugenio Navarro Milla, de donde fueron enviados a la Contraloría Municipal, cuya titular, Araceli González Verazaluce, hace tiempo que no se presenta a laborar, sin recibir una respuesta a su petición de conocer los nombres de los agresores.

Luego de acudir el mismo lunes a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) y de recibir la negativa de aceptar la denuncia correspondiente, ayer regresaron al ayuntamiento, donde fueron recibidos por el síndico municipal, Humberto Paladino Valdovinos.

“En este ayuntamiento no se puede proteger a funcionarios que abusen de su autoridad y menos que agredan a  menores de edad; yo me comprometo a investigar el nombre de estas personas y que reciban el castigo que merezcan, para que, por mi parte, denuncie esta situación ante el alcalde de Cuernavaca”, señaló Paladino Valdovinos.

La dirección a la que pertenecen cuenta con al menos una plantilla de 14 supervisores, cuyos sueldos oscilan entre los 3 mil y los 6 mil 700 pesos mensuales, aunque en infinidad de ocasiones han sido señalados por comerciantes ambulantes y establecidos de que completan su gasto con las extorsiones que les hacen.

Mientras tanto, de la oficina de la regidora de Asuntos Indígenas, Manuela Sánchez López, también hubo respaldo, y se comprometió a platicar del tema con el edil Rogelio Sánchez Gatica, en el cabildo que se realizará mañana en el Museo de la Ciudad.

■ Irá Jorge en busca del sueño americano

Dedicado a la venta de fruta en el centro de la ciudad, Jorge vislumbra emigrar pronto en busca del sueño americano; la situación, aquí o allá, no puede ser muy diferente para él; allá padecería insultos y agresiones, aquí ya las ha soportado.

El lunes, Jorge fue golpeado por supervisores de la dirección de Gobernación de Cuernavaca. Callado y meditabundo, reacio para hablar, apenas comenta: “Hace como dos meses llegué acá, me vine para trabajar, dejé los cultivos, es una vida difícil en Chilapa (Guerrero); no sé, no pienso que por trabajar me tengan que castigar o pegar; no sé qué pasó, yo no les hice nada y llegan y me pegan”.

Testigos relatan que vieron a Jorge llorar; sólo él sabe si fue de dolor o de impotencia. Ocho supervisores del ayuntamiento contra un niño es una gran desventaja.

Los supervisores checan a las 8:00 horas, salen a desayunar y a las 10:00 van en busca de sus primeras víctimas, la mayoría, indígenas, a los “tolerados” nunca los molestan; para el mediodía ya tienen para la comida y, religiosamente, a las 4 de la tarde se van a casa.

Jorge sale a las 5:00 horas de la colonia La Estación, llega al mercado “Adolfo López Mateos” para llenar de fruta su carretilla, recorre las calles, el almuerzo puede esperar, pues a la 13:00 horas tiene que estar cerca de una escuela, su mejor hora de venta, para las 19:00 horas ya debe estar de regreso en casa, no tarda en dormir, y de nuevo a las 5:00 horas, rumbo al ALM.

“Sí me voy a ir (a los Estados Unidos), no sé cuándo, pero iré, aquí no te dejan trabajar”, menciona al revelar el acento de su lengua madre, el náhuatl.
Redacción Emet - Diario de Morelos