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Por otra parte,quien sabe que siente Josefina Vázquez Mota ,si lee o escucha. Debe saber que de alguna manera ella abonó a la desesperante situación actual de los Raramuri
PENSAMIENTO RARAMURI.
“La música santifica el momento en la vida de todos los Raramuri. Diariamente nuestros bailes nos llenan la vida de energía, valor y confianza en Nuestro Creador. Nuestras canciones y bailes sirven como oraciones de gracias para bendecir a los enfermos, nuestros campos y nuestras cosechas. Hasta las tareas más comunes tienen un sentido eterno cuando hay música en el aire.
Cuando Dios Onorúame creó el mundo lo hizo cantando y bailando. El latido de Nuestra Madre, la Tierra, fue el tambor que lo acompañó. Sentimos su latido cuando descansamos en el seno de la tierra y cuando el yúmari -baile de la siembra- se canta, oímos el pulso de la vida tocado por el tambor como oración del sembrador.
Todo lo que hacemos tiene sentido musical. Sentimos los movimientos de nuestro Creador en la naturaleza y creemos que nuestra fuerza depende del respeto y de la reverencia que tenemos hacia todo lo que vive. Nacemos, vivimos y nos acostamos a descansar en la palma abierta de nuestra Madre, la Tierra. Somos como las hojas, moviéndonos en el viento con las ramas. En otros follajes sentimos el pulso, ritmo y enlace común a todo lo que vive.
Nosotros y nuestros amigos, los animales, nos entendemos. Tenemos una manera armoniosa de vivir cerca de Nuestra Madre la Tierra, donde podemos permanecer en buena salud desarrollando nuestras fuerzas en el aire libre, el sol y los manantiales de agua pura y clara.
Onorúame creó un mundo de cambio en donde todo lo que tiene vida, se puede mover libremente para encontrar alimento en nuevos pastos. La libertad de movimiento lleva el trabajo y el juego a un baile de la vida donde los pasos siguen los cambios de la temporada hasta que el bailador logra sentirse una parte del todo.
No necesitamos cárceles porque casi no tenemos crímenes. No necesitamos candados o llaves porque casi no tenemos ladrones. Si alguien no tiene maíz o no posee una cobija, nosotros se lo damos como corima, un regalo, ya que nosotros también hemos recibido todo como un regalo. Queremos poseer sólo para pasarlo a los demás. Somos ricos en todo lo que no necesitamos. En el pasado no conocíamos el dinero y por eso, nunca aprendimos a juzgar a una persona de acuerdo a sus riquezas. No tenemos leyes escritas porque no nos engañamos el uno al otro.
Nuestras vidas están nutridas por las experiencias no solamente por las letras de un libro. Desde un principio nuestras vidas son una parte de la danza del yúmari que une una temporada con la otra. Cada uno vive siguiendo su propio ritmo. Onorúamenos dio la música uno nació para encontrar su tono personal.
No hay dos hojas sobre la tierra que sean completamente iguales; cada uno tiene su propio diseño y nosotros somos todos una parte del Árbol de la Vida. Tata Rioshi nos dio el entendimiento de las cuatro temporadas. Somos como las flores. De nosotros mismos no entendemos nada, pero cuando Tata Rioshi vive dentro de nosotros, entonces sabemos cuándo quebrar la semilla, cuándo salir de la tierra, cuándo estrechar nuestras ramas y hojas hacia la luz, cuándo abrir los capullos y cuándo dormir. Él, que es más grande que nosotros nos enseña cómo vivir.Las montañas son más bellas que las casas de cemento. La vida se ahoga cuando está continuamente encarcelada en una ciudad. Mucha gente no conoce el sentido de la tierra bajo sus pies -sólo el asfalto- ni ven el crecimiento de las plantas. Son muchos los que rara vez dejan las luces de la ciudad. Ellos no conocen el encanto de una noche llena de estrellas. Cuando el hombre vive tan lejos de todo lo que Onoruamecreó, se olvida fácilmente de sus principios”.
Pero nada más conciso y elocuente para ilustrar el viejo e inmenso problema de los Raramuri, hoy objeto de “noticia invernal ”, que un calendario en que los genuinos pobladores de la Sierra Tarahumara exponen su sabiduría y sus necesidades de subsitencia y suavemente denuncian como han sido atacadas por la depredarora “civilización” que tanto ha deteriorado su existencia:
Cuando Dios Onorúame creó el mundo lo hizo cantando y bailando. El latido de Nuestra Madre, la Tierra, fue el tambor que lo acompañó. Sentimos su latido cuando descansamos en el seno de la tierra y cuando el yúmari -baile de la siembra- se canta, oímos el pulso de la vida tocado por el tambor como oración del sembrador.
Todo lo que hacemos tiene sentido musical. Sentimos los movimientos de nuestro Creador en la naturaleza y creemos que nuestra fuerza depende del respeto y de la reverencia que tenemos hacia todo lo que vive. Nacemos, vivimos y nos acostamos a descansar en la palma abierta de nuestra Madre, la Tierra. Somos como las hojas, moviéndonos en el viento con las ramas. En otros follajes sentimos el pulso, ritmo y enlace común a todo lo que vive.
Nosotros y nuestros amigos, los animales, nos entendemos. Tenemos una manera armoniosa de vivir cerca de Nuestra Madre la Tierra, donde podemos permanecer en buena salud desarrollando nuestras fuerzas en el aire libre, el sol y los manantiales de agua pura y clara.
Onorúame creó un mundo de cambio en donde todo lo que tiene vida, se puede mover libremente para encontrar alimento en nuevos pastos. La libertad de movimiento lleva el trabajo y el juego a un baile de la vida donde los pasos siguen los cambios de la temporada hasta que el bailador logra sentirse una parte del todo.
No necesitamos cárceles porque casi no tenemos crímenes. No necesitamos candados o llaves porque casi no tenemos ladrones. Si alguien no tiene maíz o no posee una cobija, nosotros se lo damos como corima, un regalo, ya que nosotros también hemos recibido todo como un regalo. Queremos poseer sólo para pasarlo a los demás. Somos ricos en todo lo que no necesitamos. En el pasado no conocíamos el dinero y por eso, nunca aprendimos a juzgar a una persona de acuerdo a sus riquezas. No tenemos leyes escritas porque no nos engañamos el uno al otro.
Nuestras vidas están nutridas por las experiencias no solamente por las letras de un libro. Desde un principio nuestras vidas son una parte de la danza del yúmari que une una temporada con la otra. Cada uno vive siguiendo su propio ritmo. Onorúamenos dio la música uno nació para encontrar su tono personal.
No hay dos hojas sobre la tierra que sean completamente iguales; cada uno tiene su propio diseño y nosotros somos todos una parte del Árbol de la Vida. Tata Rioshi nos dio el entendimiento de las cuatro temporadas. Somos como las flores. De nosotros mismos no entendemos nada, pero cuando Tata Rioshi vive dentro de nosotros, entonces sabemos cuándo quebrar la semilla, cuándo salir de la tierra, cuándo estrechar nuestras ramas y hojas hacia la luz, cuándo abrir los capullos y cuándo dormir. Él, que es más grande que nosotros nos enseña cómo vivir.Las montañas son más bellas que las casas de cemento. La vida se ahoga cuando está continuamente encarcelada en una ciudad. Mucha gente no conoce el sentido de la tierra bajo sus pies -sólo el asfalto- ni ven el crecimiento de las plantas. Son muchos los que rara vez dejan las luces de la ciudad. Ellos no conocen el encanto de una noche llena de estrellas. Cuando el hombre vive tan lejos de todo lo que Onoruamecreó, se olvida fácilmente de sus principios”.
Pero nada más conciso y elocuente para ilustrar el viejo e inmenso problema de los Raramuri, hoy objeto de “noticia invernal ”, que un calendario en que los genuinos pobladores de la Sierra Tarahumara exponen su sabiduría y sus necesidades de subsitencia y suavemente denuncian como han sido atacadas por la depredarora “civilización” que tanto ha deteriorado su existencia:
Enero: “El Pueblo Raramuri con el simple hecho de caminar sobre la tierra está ayudando a que la tierra se sostenga”.
Febrero: “Si los Raramuri nos acabamos, todo se derrumbará, ya casi no hay bosques, por eso casi no llueve, las tierras ya casi no son fértiles y necesitan abonos químicos para poder producir”.
Marzo: “Tomando en cuenta la cosmovisión raramuri y tomando en cuenta que el Pueblo Raramuri hemos sido pobladores primeros de estas tierras , tenemos todo el derecho lo que el Onoruame nos dejó”.
Abril : “El empresario que vive lejos de nuestro territorio se ha enriquecido con nuestros pinos en cambio el raramuri que siempre ha cuidado y vivido en el bosque sufre hambre: la riqueza de nuestros recursos naturales es la causa de nuestra miseria”.
Mayo: “A nosotros nos enseñan, nosotros aprendimos y es una tarea difícil porque empezamos desde muy pequeños, a ver y practicar los valores de nuestra cultura”.
Junio: “Aquí crecimos y aquí viven nuestros padres, nuestros abuelos y aquí están enterrados nuestros antepasados”.
Julio: “¿Cómo vas a venir a enseñarme como vivir en mi propia casa si tu también puedes aprender de lo que nosotros te compartimos?
Agosto: “Decimos que los pinos llaman al agua , el bosque nos da todos los elementos para la vida en nuestro territorio, tenemos que componer lo que otros nos ayudaron a descomponer”
Septiembre : “Los alimentos que producimos son muy importantes porque sabemos como los producimos y los vemos crecer desde nuestro trabajo”.
Octubre: “Los hijos aprendimos platicando con nuestros papás, viendo los trabajos, participando en la fiesta, caminando con nuestros hijos y ellos aprendieron también”.
Noviembre: “ Gracias a nosotros existen todavía bosques y aunque a veces hemos sido partícipes de la devastación , ha sido por la necesidad que hemos sufrido desde la llegada del hombre blanco a nuestras tierras”.
Diciembre: “Somos parte de la naturaleza, porque somos hijos de la tierra y no podemos permitir que se destruya nuestra casa porque es lo que Onoruame nos dejó para poder vivir”.
DESCONOCEN EL PROBLEMA ¿ O SE HACEN ? Como han denunciado desde hace lustros los tarahumaras , “El empresario que vive lejos” y que lleva el nombre transnacional y detestable de “LA PONDEROSA” les ha destruído metodicamente sus bosques, con la complicidad de los políticos.Se trata de explotar sin medida los bosques de México para enriquecerse aunque se destruya a grandes grupos humanos y a culturas sabias y milenarias, en lugar de integrarlos al progreso con humanismo, respeto y justicia.
¡Los malditos neoliberales sólo impulsados por salvaje codicia! Hoy que el país se está cimbrando con la noticia - que naturalmente desmiente el gobierno de Chihuahua - del suicidio masivo de Raramuri que se tiran a las barrancas por no tener que dar de comer a sus hijos, los panistas le echan la culpa al cambio climático y a la “peor sequía de 71 años” y se paran el cuello con las limosnas que llegan de todos los mexicanos solidarios con sus compatriotas explotados y desesperados. En uno más de sus vergonzosos comunicados la Sedesol , Secretaría de Desarrollo Social, para aplacar la conciencia nacional sublevada dice :
“11 mil millones de pesos para hacer frente a este fenómeno que afecta el 54 por ciento del territorio nacional. En apoyo a las comunidades más marginadas del país, que han sufrido los efectos de la peor sequía que ha vivido México en los últimos 71 años, el Gobierno Federal ha emprendido, desde mayo pasado, un operativo especial para llevar agua, comida, empleo temporal y cobijo a más de mil 600 localidades, en 7 estados de la República, donde viven 2.5 millones de habitantesapoya a las comunidades más vulnerables en 7 estados del país. Este apoyo extraordinario es adicional a lo que ya hemos hecho y en respuesta a la grave situación que padecen las comunidades tarahumaras, dice Heriberto Félix Guerra . El día de hoy llegaron ya 14 mil paquetes alimentarios a Chihuahua que se distribuirán en los 23 municipios, a través de los 104 albergues indígenas, de la Sierra Tarahumara. El equipo de trabajo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) comenzó hoy una nueva etapa de reparto de 14 mil paquetes de apoyo alimentario entre la comunidad tarahumara, a través de 104 albergues indígenas, ubicados en 23 municipios del estado de Chihuahua. Seguiremos distribuyendo la ayuda humanitaria en toda la zona afectada, el tiempo que se prolongue la sequía”, aseguró Heriberto Félix Guerra, al reconocer que la situación en la Sierra Tarahumara sigue siendo seria debido a la falta de agua y alimentos.Se trata de un esfuerzo interinstitucional para enfrentar los efectos del cambio climático.
¡Qué ignorancia y qué desvergüenza! ¿No opinas así Javier Corral?
NI UN PINO MÁS
Ni siquiera mencionan el nombre de la gran culpable de la terrible erosión : “LA PONDEROSA”, maderera transnacional que está acabando con los bosques de la Sierra Tarahumara y de muchos otros en el mundo. En México destruye una cultura nativa de sabia espiritualidad. Dice en una de sus webs la Pino Ponderosa- American Softwoods-Mexico: “ … Contamos con plantas en los estados de Durango y Chihuahua lo que nos permite ofrecer un mejor servicio…. Toda la madera tratada debe llevar el sello de control de calidad de una agencia autorizada por el Comité Norteamericano de Normas de la Madera (American Lumber Standard Committee, Inc. - ALSC) para asegurar el cumplimiento de las normas del ramo. Busque la marca (TM) que indique la acreditación del ALSC en la marca de calidad, sello o etiqueta final de los productos de madera tratada. A continuación aparecen las agencias de tratamiento aprobadas en la parte oeste de EE.UU., junto con sus marcas registradas”.
Cualquiera que haga el recorrido de la bellísima Sierra Tarahumara verá en las estaciones del tren sus camiones repletos de troncos de pinos sacrificados y robados a los Raramuri. “El Chepe” es el tren turístico operado por el Grupo México, célebre por su conducta indignante en el accidente de los mineros mexicanos de la mina de “Pasta de Conchos”.Según información recabada para mi libro “No Como ni PAN ni Circo”, Carlos Salinas es aliado del dueño, Germán Larrea (alias “Ralea de cuello blanco”).
Por otra parte,quien sabe que siente Josefina Vázquez Mota ,si lee o escucha. Debe saber que de alguna manera ella abonó a la desesperante situación actual de los Raramuri en este invierno crudísimo. Cuando fue la titular de Sedesol y luego entró a la campaña de Calderón le dio a aspirantes a diputados panistas para sus campañas el dinero del Ramo 33, destinado a la vivienda rural, entre otras en la Sierra Tarahumara, en donde aún viven en cuevas los Raramuri.¿Les mandará algunas cobijitas hoy? ¿y quizás botellitas de agua con la marca Coca-Cola?
Manú Donrbierer Opinión EMET
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