Sicilia: ¿Seguir el juego de Felipe Calderón? (Lilia Arellano)

 

Sostuvo que las campañas son una farsa que son de tal magnitud los problemas nacionales que ninguno de los que ahora nos presentan como candidatos puede sacar al país adelante, que debe dársele valor al voto en blanco

Ayer le mencionábamos las opiniones sobre los anuncios y las opiniones que son vertidas a través de la radio y de la televisión y que en la visión de analistas desvían cualquier intento democrático, también sobre la confusión y el manipuleo que se ejerce sobre el electorado. No pasaron ni 24 horas para que un solo ponente nos diera la razón. Don Javier Sicilia se presentó la mañana de ayer a los estudios del canal de las estrellas para ser entrevistado por Carlos Loret de Mola. Dijo verdades y fuertes, de esas que dejan pensando pero que al final no puede decidirse si al atenderlas solo estamos dando entrada y sustento a los deseos presidenciales o habrá que conformarse y buscar otro camino para cambiar a este país que carece de rumbo.

Sostuvo que las campañas son una farsa que son de tal magnitud los problemas nacionales que ninguno de los que ahora nos presentan como candidatos puede sacar al país adelante, que debe dársele valor al voto en blanco porque es una forma pacífica de protestar, que la democracia no existe, que ya basta de dejarse engañar. ¿Cuál fue el efecto que estas declaraciones causaron en los televidentes, en los radioescuchas de esa cadena? ¿Habrán ordenado de inmediato esas mediciones que acostumbran para saber si lo vuelven a dejar hablar frente a sus cámaras? ¿Estas declaraciones son las que necesita Calderón para darle al traste al proceso electoral del primero de julio?

Porque también agregó tajante que había que hacer un nombramiento directo y dejarnos de comparsas. Así, planteó la propuesta de posponer elecciones y construir una agenda nacional “creo que la emergencia que vivimos no estamos para eso, estoy por una agenda nacional, por un candidato de unidad”. Sostuvo que no es posible que lleven a las urnas a un pueblo dolido, hambriento, sacrificado y que por su parte es su decisión “no voy a votar, voy a ir a anularlo. Nos niegan la participación ciudadana y luego nos piden ir a votar”.

De esta forma prácticamente descalificó a todos los presidenciables en materia de seguridad al considerar que sus posturas no son claras o innovadoras y remarcó que “gane quien gane, solo va a seguir administrando la desgracia”. Según las opiniones vertidas, Josefina Vázquez Mota va a seguir la estrategia de Calderón; para Ernesto Cordero tal parece que el problema no existe; Santiago Creel tiene sensibilidad pero le falta más en la estrategia de reconstruir el tejido social; Peña Nieto lo está usando como retórica de campaña pero en el fondo no dice nada y López Obrador tiene buena ruta pero necesita ser más concreto con este problema.

Así las cosas, si este tipo de declaraciones se multiplica se le habrá de seguir el juego a Felipe Calderon, a la idea que se ha venido demostrando que tiene y que apunta a que, de no ganar su partido o si los resultados en el camino los llevan a la derrota, puede utilizar todas las armas al alcance para anular el proceso y llegar, como lo mencionó Sicilia a la imposición de un sujeto que sería llamado pomposamente “candidato de unidad” o “interino de unidad” o vaya usted a saber cuál sería el nombre. Resultó pues que las cámaras parecerían que apuntan hacia un lado pero las intenciones muestran otro muy diferente.

Se suponía que la entrevista a Javier Sicilia era para que detallara lo de la caravana que próximamente emprenderán los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad rumbo a los Estados Unidos y de ello solo mencionó la necesidad de “sensibilizar a la población norteamericana y hablar directamente a Obama. El problema tiene que ver con ellos, nos deben algo, tenemos que ir construyendo juntos, somos vecinos y tenemos que entendernos”, además de hacer referencia a que del otro lado es donde está el consumo, que son los que surten de armas a las delincuencia a las mafias y que tienen también convenios fallidos como la llamada Iniciativa Mérida.

Lilia Arellano - Opinión EMET