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Por: José Alfredo Gutiérrez Falcón
Si nuestra especie no hubiera tenido un desarrollo natural para conseguir satisfactores básicos, seguiríamos jorobados y viendo al piso. Esta podría ser la mejor evidencia de una necesaria metamorfosis mental, que nos permita elevar la mirada hacia nuevas metas. Quizá nuestro progreso físico, no haya ido a la par de nuestro crecimiento espiritual. Por ello a Albert Einstein, le parecía más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
La pluralidad de pensamiento enriquece a la sociedad y nos permite ser empáticos, y así lograr una idea colectiva. El erguimiento del Homo Sapiens no dependió de una decisión humana, sino de la sabia naturaleza a la cual no hemos querido entender la mayoría de la humanidad. Si alguien hubiera podido resolver sobre quienes caminaran de forma erguida y quienes no, quizá podríamos haber tenido países enteros de esclavos jorobados o alguien cobraría “la enderezada”. Afortunadamente la naturaleza es diversa, generosa y plural.
En la época presocrática, Tales de Mileto basó en el agua el origen de todas las cosas, Heráclito habló del fuego como la raíz de lo existente, Anaxímenes le dio al aire esta cualidad, y Jenófanes vio en la tierra el vehículo de toda vida. Empédocles más tarde, observa las cuatro ideas y desde una visión diferente, integra a su teoría todas las demás. Una vez más en el pensamiento humano, alguien veía a la diversidad como parte de un todo. Por ello Platón más tarde hablaría sobre los “Elementos”.
En una sociedad todos somos elementos valiosos. Gobernantes y gobernados, deberíamos estar aliados como el cobre y el estaño creando el bronce. De esta forma, podríamos aspirar a tener una nación más fuerte, derivada de la unión y el funcionamiento de nuestras características particulares.
El equilibrio encontrado en los organismos naturales, por desgracia no es visto en las organizaciones políticas de los seres humanos. De tal suerte, las desigualdades sociales se marcan cada día más y en la mayoría de los casos, son atribuidas a circunstancias “normales”. “Es normal que un niño indígena venda chicles”, “Es normal ver a hombres mujeres pidiendo dinero en las calles”, “Es normal que los Tarahumaras tengan carencias en la sierra”.
Pensamos poco en la brecha tecnológica, cuando internet ya es un elemento necesario para el desarrollo. Nuestra mezquindad nos puede hacer decir: “El que tenga pa internet que lo pague y el que no pos que se ponga a jalar”. Si a la naturaleza le pudiéramos preguntar sobre el acceso a internet, creo que abogaría por un internet para todos.
Sin elementos en equilibrio, difícilmente podremos alcanzar el desarrollo. Los creadores e impulsores de la frustrada ley norteamericana denominada por sus siglas en inglés: SOPA (Stop Online Paracy Act), quedaron en evidencia ante la generosidad y la bondad de proyectos como Google y Wikipedia, por mencionar algunos. Si bien es cierto, hay que acotar la piratería, también es cierto que la SOPA era una ley inacabada y con altos riesgos a la libertad de expresión y la garantía de audiencia.
La Ley SOPA fue retirada, porque internet ya es un elemento imprescindible, el cual generaría más problemas acotado que en completa libertad.
Por lo anterior Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable del área digital, expresó su beneplácito con relación al retiro de la ley SOPA, diciendo en su cuenta de Twitter: “No necesitamos una mala legislación, pero si salvaguardar los beneficios de una red abierta”.
México, según los datos más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es de los países miembros con más desigualdad. Pier Carlo Padoan, economista en jefe de la OCDE, aseveró que las crecientes diferencias son de los principales riegos para la prosperidad y la seguridad de nuestro futuro.
Concluyó diciendo Padoan: “El principal desafío al que se enfrentan los gobiernos, es la puesta en marcha de reformas que encaminen el crecimiento, den empleo a la gente y reduzcan la acentuada brecha de ingreso”.
En este sentido, un grupo de ciudadanos de Monclova, Coahuila, hemos decidido aportar a la comunidad lo que nos corresponde. Todos somos elementos importantes de nuestra sociedad. Por ello, exigiremos eficiencia a nuestras autoridades, con propuestas concretas en la mano.
La lucha de los opuestos de Heráclito, está en marcha. Así como el sol y la luna forman un día. Sociedad y gobierno, podremos crear un mejor amanecer.
Viernes 27 de enero, 10 de la mañana en la Plaza Principal.
@gutierrezfalcon
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