La entusiasta hija de Vázquez Mota (Claudia Rodríguez)

 

No quiero ni pensar que pasaría si tuviéramos en el primer puesto del Ejecutivo a una persona no feliz, ni cómoda con su tarea –ya las hemos tenido. Josefina sería fácil rehén de uno y docena de intereses

Hace ya unos meses, este espacio se refirió a las aspiraciones de la panista Josefina  Eugenia Vázquez Mota para ocupar la presidencia de México y de cómo ella misma clamaba con seguridad que nuestro país ya está listo para ser gobernado por una mujer. 

Entonces, en el Acta Pública, yo matizaba el que no tenía duda alguna en que existieran mujeres mexicanas capaces para gobernar una nación.  Sin embargo, una cosa es que las mujeres sean competentes y otra, que la sociedad y sus instituciones estén habilitadas y dispuestas para tal futuro.

Advertía entre otros tópicos, que en realidad no conocía a cabalidad las capacidades de Josefina Vázquez Mota como para gobernar el país, aunque no la descalificaría simplemente por ser mujer, o en caso de otro aspirante por ser hombre. 

Pero lo que ahora veo en la precandidata panista, me preocupa más que sus propias aptitudes de gobernante.

Veo a una Josefina si no triste, no entusiasta con el posible futuro que podría vivir.  Percibo que a Vázquez Mota le interesa más la atención y el glamour que le atrae un puesto público y sobre todo, los reflectores por las probabilidades de ser la primera presidenta de México.

Cuando Josefina sonríe en público,  su faz no irradia felicidad.  El  gesto es sólo una mueca.

No quiero ni pensar que pasaría si tuviéramos en el primer puesto del Ejecutivo a una persona no feliz, ni cómoda con su tarea –ya las hemos tenido.   Josefina sería fácil rehén de uno y docena de intereses.  Habría pues, quien intentara gobernar por ella. Y entonces, pasaría de ser una figura decorativa e infeliz, a un títere político.

La que sí se ve feliz haciendo proselitismo político es la hija mayor de la precandidata albiazul.  María José Ocampo encabeza Jóvenes Viviendo México, a través de la cual ya ha recorrido varias entidades del país con el objetivo de escuchar las preocupaciones de los jóvenes.

Ya en diciembre, María José decía que las más destacadas preocupaciones de la juventud mexicana se centraban en la falta de oportunidades en educación y empleo y luego de su última reunión en Monterrey, Nuevo León, la joven abogada insiste en lo mismo.  Pero a la primogénita de Vázquez Mota no le importa repetir sin aportar, sobre sus conclusiones tan generales de un trabajo que lleva alrededor de cuatro meses.

A la joven panista, sí se le ve alegre.  Se nota a gran distancia el entusiasmo que desborda porque su mami gane la candidatura panista y claro, las elecciones federales en julio de este año.

Si un poquito de la exaltación que denota María José se viera en el rostro de Josefina Eugenia  en su campaña panista, tal vez sabríamos, que en efecto, la Vázquez Mota tiene ganas de gobernar, más allá de los reflectores, la atención, los aplausos y el poder.

Acta Divina…Josefina Vázquez Mota: “Yo quiero ser presidenta de México no sólo por ser mujer, lo quiero ser porque estoy orgullosa de ser mexicana, porque amo a mi país.

Claudia Rodríguez - Opinión EMET