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Imposiciones brutales, provocan terremoto priísta (Lilia Arellano)

 
Imposiciones brutales, provocan terremoto  priísta
Habría que preguntarse si estos mensajes de autoritarismo y de “flexibilidad”, en la cual se disfraza que es Peña Nieto el que le da permiso al dirigente nacional del partido que lo postula para que le de una revisada a los acuerdos



Fue hasta después de la hora de la comida, cerca de las cuatro de la tarde cuando se tuvo la información de que esta Comisión le daba autorización al presidente del CEN del PRI, a Pedro Joaquín Coldwell para que iniciara pláticas tanto con los del Partido Verde con los del ANAL con el fin de revisar la posibilidad de modificar el convenio de coalición existente. El propio cozumeleño dio la nota y Carlos Rico fue el encargado de abundar sobre el tema señalando que se busca quitarle la presión que se ha visto y detectado en entidades como Chiapas, Tabasco y Sinaloa.
Como se sabe, Pedro Joaquín manifestó, al igual que Francisco Labastida y el propio Manlio Fabio Beltrones su inconformidad por la realización de estos convenios que les otorgaban encabezar en 10 entidades de la República las fórmulas para el Senado, independientemente de que también hicieron saber de su negativa a aceptar otras más que les dieron para diputados. Hasta el cierre de estas líneas aún se desconocía el resultado de esas conversaciones que sin duda debieron llevarse a cabe hace tiempo y no al cuarto para las doce, a menos de 24 horas de que se cumpla el plazo en el que deben quedar registrados los candidatos en sus respectivos Estados.
Tal y como lo hemos señalado reiteradamente en estas mismas líneas, las últimas semanas han sido de grandes turbulencias internas en el PRI, movimientos dentro del Comité Ejecutivo se han realizado en los últimos dos meses hasta en tres ocasiones y sin embargo no logran desactivar los focos rojos que ya no solo están prendidos en Tamaulipas, Durango, Nuevo León y Coahuila a donde mandaron a Ricardo Aguilar a intentar recomponer los cuadros, sino que se agregan las inconformidades en Tabasco y en Morelos.
En Tabasco la presencia de los Neme, el peso del apellido y el tener muy presente que el último gobierno aceptable para los ciudadanos de aquellas tierras fue el de Salvador Neme Castillo, permitió que se reintegraran muchos cuadros. Solo que tal parece que les falló la designación del candidato e incluso habrá que apuntar que tampoco las simpatías estaban con Graham. De ahí que ahora ni uno ni otro tienen seguro un capital propio base y será la fuerza que puedan adquirir y sumar los Neme la que le de batalla a un Arturo Nuñez, de la alianza de la izquierda, que va registrando adhesiones de tricolores que jugaban en esos bandos y en el del propio Mayans.
Muchos cuadros se habrían recompuesto en Morelos pero resulta que la dirigencia nacional y las instrucciones del ex gobernador mexiquense y precandidato único llegó a trastocar lo que ya se había logrado y tienen en un hilo la designación del candidato lo cual se está traduciendo en amenazas de marchas, mítines y abandono de partido. Así las cosas y aunque los mensajes son “serenidad y paciencia”, lo cierto es que se ha gestado toda una revolución en las filas de ese partido y tal como se ha visto la salida de la senadora chiapaneca Orantes, sirvió para que se llamara a la revisión de los acuerdos que les daban a los partidos “satélites” posiciones que no se justifican con el número de votos que aportan sino, todo lo contrario.
Como se sabe, en las tres Entidades mencionadas por Carlos Rico las imposiciones fueron brutales. En Sinaloa, el yerno de doña Elba, al que sacó de Educación Pública; en Chiapas al Verde amigo de Peña Nieto y en Tabasco el peso de los Neme. Se habla de que no habrá cancelación en el otorgamiento de tales posiciones sino más bien un cambio. Es decir, trasladarán a otras Entidades a miembros de ambos partidos también encabezando las fórmulas, lo cual garantiza, como es sabido, la llegada al Senado ya sea por triunfo o como primera minoría.
Otras entidades en donde ha habido protestas permanecerán con el acuerdo existente. Señalaban que una de ellas es Quintana Roo y la explicación se basa en lo reducido del padrón electoral por lo que no consideran el peligro para una derrota aún y cuando pueda ponerse en peligro la siguiente contienda y dejen de tener bajo su tutela a la entidad que más divisas produce con la  actividad turística, independientemente de su importancia geopolítica y el paquete de inversiones con las que cuenta su cartera  y que habrán de producirse en los próximos años. Hasta el último momento se esperaba que en el caso de esta Entidad y por la importancia marcada pudiese darse un giro.
El dirigente del Movimiento Territorial priísta sostuvo que “en todos los casos es una gran noticia de flexibilidad que el CEN responda a los reclamos. El arreglo es para bien, es mejorar nuestra capacidad competitiva en algunos Estados”. De esta forma las primeras horas de la noche de ayer se han registrado como claves para lo que pueda presentarse en la contienda no solo para el Senado sino el reflejo que habrá en el resultado de la presidencial.
Habría que preguntarse si estos mensajes de autoritarismo y de “flexibilidad”, en la cual se disfraza que es Peña Nieto el que le da permiso al dirigente nacional del partido que lo postula para que le de una revisada a los acuerdos que el le autorizó a Moreira y que se hicieron obviamente con su previa autorización e incluso con su propia participación, no redundarán en un análisis en los equipos de los mandatarios estatales que concluya que habrá soga que apretará y que tendrá un doble nudo: el de Los Pinos y el del palacio de Covián, o sea que perderán toda la autonomía, la libertad con la que en el presente operan y sin ningún temor ya que, visto está, los gobiernos panistas se ocuparon más de hacer cómplices que de gobernar.
Lilia Arellano - Opinión EMET