Federales reprimen a inmigrantes guatemaltecos en Tabasco

 

Alrededor de 300 elementos de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración (INM) desalojaron a las familias de desplazados guatemaltecos que permanecían refugiadas en Nuevo Progreso, Tabasco, municipio ubicado en los límites con Guatemala.

De acuerdo con testigos, los agentes desmantelaron con violencia el campamento que instalaron familias guatemaltecas desde el 23 de agosto de 2011. Minutos después, fueron forzados a subirse a unos autobuses que los habrían llevado a Tapachula, Chiapas, para luego repatriarlos contra su voluntad,  según versiones de testigos.

“A los hombres los sometieron con violencia, otra estrategia fue atrapar a los niños para que sus papás o mamás se entregaran. La Policía Federal cercó la comunidad, muchos escaparon. Esto significa que la Policía Federal incursionó en territorio guatemalteco para "atrapar" a los que escapaban”, denunció esta tarde el sacerdote Fray Tomás González, presidente del Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, con sede en Tenosique, Tabasco.

El sacerdote acusó al subdelegado del INM en Tabasco, Erick Gutiérrez Cosío, de encabezar el desalojo. 

Además aseguró que los federales se llevaron primero a los niños para que sus padres no intenteran huir. 

Detalló que las fuerzas federales cercaron el lugar para que ninguno de los in tegrantes del campamento diera aviso a los defensores de los derechos humanos.

Las 260 guatamaltecos llegaron a Tabasco el pasado 23 de agosto luego de que el ejércio de su país incendiara sus acusas por supuestos nexos con el narcotráfico.

Redacción EMET