Indignación y asombro es la reacción que ha desencadenado entre los familiares de las 24 víctimas iraquíes, la degradación a soldado y condena a 90 días de detención para el sargento Frank Wuterich, quien encabezó el escuadrón de marines estadounidenses que acabó a sangre fría con la vida de sus parientes, entre los que se encontraban niños, durante la ocupación armada en el país surasiático.