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Estela de luz (@gutierrezfalcon)

Por: José Alfredo Gutiérrez Falcón

1000 millones es una cantidad asombrosa.

Hay 1000 millones de discapacitados en el mundo. En marzo, China tendrá 1000 millones de teléfonos celulares activados. Bono ganará 1000 millones de dólares en 2012, por una inversión en Facebook hecha en 2009. En diciembre pasado, Grecia recibió 1000 millones de euros, para sobre llevar su aguda crisis. Shell deberá pagar 1000 millones de dólares por un derrame de crudo en Níger.



1000 millones, sigo pensando en esa cantidad que pudiera servirle a muchos, para volar en una ave salvadora por encima de sus necesidades más apremiantes. Ahora en México, 1000 millones de pesos se han convertido en un monstruo iluminado, que muestra la profunda oscuridad de un gobierno.

¿Qué podríamos hacer con 1000 millones de pesos en México? Hacer la Estela de Luz nos costó aproximadamente 9 pesos a cada mexicano. 1000 millones, dividido entre 112 millones de habitantes, nos da este aproximado resultado.

El costo de la Estela de Luz, supera el doble de la cantidad recabada en el más reciente TELETON. En la edición del pasado diciembre, recaudó su fundación, 417 millones 472 mil 925 pesos, según números de TELEVISA y de la propia institución.

Con menos de la mitad de la cantidad mencionada arriba (200 millones de pesos), se construirá el CRIT número 20 en Acapulco, Guerrero. Ese centro de salud, atenderá a la niñez autista, enferma de cáncer y con capacidades diferentes.

TELETON ha creado exitosamente una maquinaria económica particular, para cumplir sus loables metas.

¿Podríamos imaginar una economía ciudadana nacional alternativa?

Si ya permitimos la creación de una torre de 104 metros de altura, hecha tras una historia ignominiosa de alteraciones en cotizaciones y en medio de pugnas entre arquitectos y constructores, ¿Por qué no permitirnos una nación mejor?

El gobierno federal no entiende lo que es fomento al mercado interno, por ello trajeron toda la piedra que reviste la Estela de Luz del extranjero. Qué paradoja tan grande, para celebrar la independencia, trajimos cosas de fuera, aún y cuando nuestro subsuelo es rico en bellezas pétreas.

La compra de ónix mexicano para la Estela de Luz, hubiera generado una derrama muy importante en Puebla o San Luis, por ejemplo. Esa mole que ocupa ahora parte de Chapultepec, no es más que una lámpara gigante como las que elaboran los exquisitos artesanos de Tecali.

¿Quién estaría dispuesto a dar 9 pesos quincenales, si existiera la certeza de un buen manejo de recursos?

Muchos lo daríamos con gusto.

Si aportáramos 9 pesos mensuales para mejorar la educación en cada entidad federativa de México, pudiéramos aspirar a tener un mejor país. Esos 9 pesos muy probablemente los vigilaríamos. Entonces, ¿Por qué no vigilamos nuestros impuestos o el dinero de los ingresos petroleros? ¿Por qué sentimos los recursos públicos tan ajenos?

¡Claro! Muchos pensarán con toda razón: “yo no estoy de acuerdo en dar 9 pesos quincenales, para eso pago impuestos”.

Pero si el gobierno nos dedujera esos 9 pesos, podríamos preguntarnos: ¿A mí de qué me sirve que me deduzcan 18 pesos mensuales?

Nos encontramos entrampados entre gobiernos corruptos e ineficaces, y una falta de participación y vigilancia ciudadana. El problema de México no es de dinero, sino de espíritu y conciencia colectiva, de ser apáticos y de sentirnos desmoralizados, por pensar que no somos capaces de lograr una mejora estructural.

TELETON con todo lo que pudiera ser criticado, es una muestra indiscutible, de lo que se puede lograr cuando hay voluntad, buena organización y apoyo `e los medios de comunicación. La Estela de Luz es homenaje al sin sentido, a la corrupción y a una pésima inversión. Los dos proyectos nos han costado a los mexicanos. En primero sirve al país, el segundo nos muestra una inmensa falta de rumbo.

2012 puede ser la gran invitación a pensar diferente. Los medios alternativos de comunicación, son nuestra gran palanca. Nos vamos encontrando andando, surgen acuerdos, nos indignamos y proponemos.

Quizá la solución no sea aportar 9 pesos quincenales, pero si pensar diferente, antes de que otra Estela de Luz llegue, antes de otras deudas públicas brutales, ¿Qué vendrá después? Ahora que México pide levantarse.

La Estela de Luz encontraría sentido como muestra de lo que no se debe hacer. Podríamos encontrar un símbolo profundo de unidad, a partir de algo tan bestial, porque esa mole inmoral iluminada, nos revela crudamente una patria abandonada.

En cada cuadro alumbrado, pensemos en las vidas perdidas de esta guerra suicida. En cada pieza de piedra encendida, veamos las mesas mexicanas sin comida. Imaginemos en esa luz, la sonrisa que aún no llega, a una maltratada niña.

Al ver la Estela de Luz, podríamos jurarnos no volver a permitir algo así. Su intensidad al igual que nuestro pensamiento, no puede ser atrapada en una línea recta entre dos paredes frías. La Estela de Luz nos enfrenta a dar un golpe de timón.

1000 millones de pesos gastados en algo tan innecesario, nos invita a la reflexión.

Gracias por permitirme el día de ayer, ser TT en el Distrito Federal, con el tema de la Estela de Luz. Fue el mejor regalo de Reyes de mi vida. Un abrazo a todas y a todos.