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El gusto -como el humor- se rompe en géneros (@CamiloRamirez_)

 
El gusto -como el humor- se rompe en  géneros
El chiste que por sus implicaciones solo podía ser contado ella de mejor manera. Justo porque la comedia bebe no del orgullo o del ego exaltado, sino de las miserias humanas


Camilo Ramírez Garza
Psicoanalista
Twitter: @CamiloRamirez_

“Oí a la madre del presidente (Bárbara Bush): 
¿Por qué tenemos que oír hablar de sacos  porta cadáveres Y muertes?
¿Por qué tendría que desperdiciar mi hermosa mente pensando en algo así?”
Eliot Weingberger[1]

“Desde que no leo los periódicos, no me deprimo”
Vicente Fox


“En todo lo demás tenemos noticia del superyó como de un amo severo. Se dirá que armoniza mal con este carácter el hecho de que consienta en posibilitar al yo una pequeña ganancia de placer. Es cierto que el placer humorístico nunca alcanza la intensidad del que se obtiene en lo cómico o en el chiste, nunca se desfoga en risa franca; también es verdad que el superyó, cuando produce la actitud humorística, no hace sino rechazar la realidad y servir a una ilusión. Pero atribuimos un valioso carácter -sin saber muy bien por qué- a este placer poco intenso, lo sentimos como particularmente emancipador y enaltecedor. En efecto, la broma que constituye al humor no es lo esencial; sólo tiene el valor de una muestra. Lo esencial es el propósito que el humor realiza, ya se afirme en la persona propia o en una ajena. Quiere decir: «Véanlo: ese es el mundo que parece tan peligroso. ¡Un juego de niños, bueno nada más que para bromear sobre él!».”
Sigmund Freud, El Humor.



No existe chiste o broma políticamente correcta, incluyendo el llamado humor “blanco” -¡Sácale ya se cayó aquel!- es ya de por sí una transgresión misma de las formas elementales del lenguaje. Por lo que todo humor, como juicio que juega con las palabras, posee inherentemente un acto violento de lenguaje, en tanto que como la poesía, juega con la multiplicidad de representaciones, sonidos y contextos en los que se habla. De ahí que produzca risa: pues rompe con las ficciones que se creen estables y duraderas.

Recientemente en México, sobre todo en redes sociales, se ha generado un escaldándolo por ciertos chistes que el personaje “Platanito” (Platanito Show) dijo –haciendo uso de diversos recursos- sobre un aspecto de lo ocurrido en la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009 donde fallecieron 49 niños y 76 resultaron heridos, crimen que ha la fecha sigue impune, pues los responsables no han sido procesados.

Dichos chistes de “Platanito” me hicieron recordar  igualmente una serie de chistes sobre el terremoto del 85 en el DF, como sobre los igualmente lamentables sucesos en San Juan Ixahutepec el 19 de noviembre de 1984 en donde murieron más de 600 personas, además de miles de heridos y damnificados, diversos huracanes, terremotos, tsunamis y surimis, etc.

Más allá de los chistes, si fueron pertinentes o no, si son ofensivos o no para ciertas personas y conciencias, que se deba vetar o perseguir a un comediante, cosa en la cual no estoy de acuerdo. Por supuesto se entiende que no todas las personas, sobre todo algunos afectados directamente por una tragedia -pues he conocido decenas de personas que siendo afectados directamente por una pérdida de un ser querido son los primeros en contar chistes sobre ello- no deseen escuchar bromas al respecto sobre algo que les tocó y desgarró el alma al perder un ser querido, independientemente de la edad que sean.

Tomemos una cierta cronología de los sucesos, así como de los efectos de esta broma, que hay que aclarar, toda broma es en serio, no se está jugando sino se está “poniendo el dedo en la llaga” para plantear algo. ¿Qué le plantea a cada persona el suceso en la guardería ABC? ¿Qué hacer con lo que nos interroga de ese crimen?
  
El efecto de un chiste, eso que uno termina haciendo con eso, es responsabilidad de cada quien. Por ejemplo si alguien al escuchar un chiste sobre la guardería ABC, como de cualquier otra masacre (Holocausto de judíos a mano de los nazis, la guerra con miles de muertos de Felipe Calderón, Aguas blancas, Pasta de Conchos, etc.) desea callar, perseguir y castigar al comediante, que se respete su memoria con frases elocuentes y monumentos de concreto, en vez de procesar a quien con toda la impunidad cometió un crimen, entonces efectivamente, como decía Octavio Paz,“Los mexicanos aspiramos a ser muy formales, pero terminamos siendo muy formalistas”

Si en vez de plantearnos un juicio moral sobre un comediante y un chiste que dijo  - si eso es una ofensa para las familias y las inocentes criaturitas fallecidas- que mejor se promueva honrar su memoria y se respete el decir sobre la Guardería ABC y la fecha de luto, como lo ha decretado Felipe Calderón , se haga un monumento y una efeméride, con lo que sabemos que el establecimiento de una efeméride siempre representa: olvidar el suceso y no darle trámite en justicia (¡2 octubre del 68 no se olvida! Sigue y sique sin que se procese a nadie) estaríamos maquillando los hechos, en vez de exigir justicia por el crimen. Pues si lo grave es no quien realiza el crimen, sino quien habla del mismo mediante el humor, entonces se entiende que sea precisamente Felipe Calderón el primero en pedir que se “Hable bien” de México en el extranjero, mientras realiza spots turísticos rodeado del estado mayor presidencial, viajando exclusivamente  por aire, diciendo que en  México hay paz y estabilidad para transitar y pasear, que los centros de salud en México son lo máximo y manda al secretario de educación Lujambio (¿El Lujo del cambio?) a atenderse a EUA de un cáncer que padece  en medios y recursos del Estado. ¿Esos “chistes” no son en verdad los ofensivos?

En el humor negro no se niega el dolor y el sufrimiento ni del otro, ni el propio, sino se le intenta dar un giro mediante un sadismo elemental del lenguaje que todos los hablantes tenemos, independientemente que lo reconozcamos o lo sepamos usar, mediante el cual el que cuenta el chiste – o quien ataca y lapida ahora al que contó el chiste- se coloca por un breve instante por encima del dolor de la tragedia para jugar a que la cosa no duela tanto, cuando en realidad evidentemente duele:
“Al menos ya no me cuelgan las chichis hasta la cintura”  -me dijo entre carcajadas una señora a quien le habían realizado dos mastectomías.

El chiste que por sus implicaciones solo podía ser contado ella de mejor manera. Justo porque la comedia bebe no del orgullo o del ego exaltado, sino de las miserias humanas, el comediante debe –como lo planteaba Sade sobre el infligir dolor- advertir primeramente en sí las tragedias de las que se burla y mofa (El que se lleva se aguanta) no para encumbrarse sobre los demás, sino para precisamente saber que estamos cortados con la misma tijera de la fatalidad y las injusticias.

Si el crimen de la Guardería ABC no es lo importante ahora, sino quien cuenta un chiste –¿desafortunado? ¿impertinente? ¿bueno? o ¿malo? ¿viejo? o como sea- sobre algo de lo ocurrido ahí, entonces se entiende que México sea un país en donde “quien cuenta” lo que sucede en la crónica diaria sea señalado como “un criminal”, tanto por la sociedad como por el Estado y deba ser callado, censurado, vetado, cuando no asesinado o desaparecido. Lo que debe de considerarse es “Eso” que tanto el periodista, como el comediante, ponen en juego: que todavía se hable de ello y no se olvide, sino se le de tramite a las cosas, y dicho de paso, ¿Y por qué no reír un poco de la tragedia, es acaso eso un crimen ahora en México? …Si alguien dice: ¿Qué se dijeron Juan Camilo Mouriño y Blake Mora al encontrarse en el cielo?...¡Estaríamos mejor con López Obrador! Es acaso mofarse del sufrimiento de sus hijos, esposas y familiares? Por supuesto que no, sino jugar con el habla de un contexto, poner al colectivo sobre aviso de algo que se teje en su decir: como eso, dos funcionaros pasaron un último tramo de su vida del “AMOLO es un peligro para México” a “Estaríamos mejor con López Obrador”, es decir, vivos. El chiste da risa y cala, puesto que también hace pensar –seguramente- en todos los que votaron por Fox y Calderón, si pudiéramos estar mejor ahora después de lo que “el de manos limpias” y que buscaba “Limpiar México” ha resultado.

Leí una nota que algunos padres de los niños muertos en la guardería ABC solicitaron a TeleHit se vete a Platanito, cosa que me dio una profunda tristeza y risa trágica, pues deberían mejor exigir a Felipe Calderón que no insulte a sus hijos hablando de ellos tiernamente cuando no tuvo el gusto de conocerlos ni tratarlos, decretando una efeméride luctuosa en su honor, armando una pantalla trágica lastimera de telenovela, sino procesando a los responsables de la deficientes condiciones en las que operaba la guardería. Ese si sería la mejor celebración: una celebración en acto, un acto de justicia que espera.

Camilo Ramírez Garza,
Psicoanalista, escritor y comediante….¡Valga la redundancia!


[1] Weinberger, Eliot. Lo que oi sobre iraq. Ed. Era.d
Camilo Ramírez Garza / @CamiloRamirez_ - Contenidos EMET