El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, defendió su política de deportaciones, que ha llevado a la expulsión de más de 1,2 millones de indocumentados extranjeros en su Gobierno, sin embargo, criticó a los precandidatos republicanos Mitt Romney y Newt Gingrich por no apoyar la Ley de Fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros (conocida como Ley Dream Act).