AMLO logra penetrar en Tabasco: Arturo Nuñez puede ganar gubernatura (Lilia Arellano)

 

Según nos informan de aquellas tierras existe una gran inconformidad por todos los hechos que se han registrado en esa Entidad a partir del cuarto año de gobierno de Roberto Madrazo.

El jaloneo para definir al candidato priísta para la gubernatura tabasqueña ha sido fuerte y desgastante y, en un afán de no salir tan dañados al que ya habían incluso promocionado, a Luis Felipe Graham Zapata –pieza del químico Granier-le dieron oportunidad de competir por la presidencia municipal de Centro y el ungido fue Jesús Alí de la Torre, ex diputado local quien tendrá que enfrentarse con una figura de gran peso como lo es el aliancista Arturo Nuñez.

Según nos informan de aquellas tierras existe una gran inconformidad por todos los hechos que se han registrado en esa Entidad a partir del cuarto año de gobierno de Roberto Madrazo. Su sucesor, el gordo comemiel de apellido Andrade no solo saqueo las arcas estatales y traicionó a los que se consideraban del grupo sino que comenzó a desaparecer la industria del aceite de coco, la exportación de plátano, se desatendieron las zonas inundadas. La llegada de Granier no provocó mejoras sino todo lo contrario. La actividad agrícola y ganadera que antes resultaba un orgullo tabasqueño ha quedado enterrada en el pasado. No se encuentran inversiones realizadas con el dinero producto de las participaciones que les entrega Petróleos Mexicanos y que siguen siendo fuertes.

A lo anterior se agrega la penetración que ha mantenido Andrés Manuel López Obrador en sus paisanos misma que ahora es un gran activo para Arturo Nuñez a quien le reconocen su trayectoria y seriedad como funcionario público y al que le reconocen su asistencia permanente en la Entidad. La batalla priísta los ha desgastado enormemente y no son pocos los que están dispuestos a cambiarse al bando de Nuñez Jiménez. Ya se verá porque tampoco éstos permanecen tranquilos ante el embate que las estructuras tricolores pretenden recetarles con el amparo de la siempre dispuesta señora Gordillo.

Lilia Arellano