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Algunos cantan loas a que sobran alimentos (como el encargado de un programa de Wall-Mart y otras voraces tiendas en el constante aumento de precios)
El reciente informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), (Silvia Otero, El Universal: 28/X/11), dice que en nuestro país al menos casi 4 millones de niños y adolescentes de ambos sexos no concurren a la escuela, y han de venderse por unos pesos en horarios mayores a las doce horas para contribuir a los gastos familiares, donde sus padres también laboran en lo que sea, obteniendo el salario mínimo sin ningún derecho. El calderonismo se ha desatendido de toda la Nación, y más de los niños que están en el abandono incluso en las ciudades donde la esposa de Calderón, titular el DIF sólo se saca la foto para festejar el Día del Niño, sin importarle el destino de millones de niños; como sucedió con el infierno de la guardería sonorense y donde machacamos una y otra vez, la prima hermana de Margarita Zavala está entre las diez responsables que no dieron mantenimiento a las instalaciones, lo que permitió el incendio donde perecieron 49 niños y 79 más quedaron con quemaduras y daños de por vida.
Para rescatar a esos millones de niños que sobreviven explotados y con hambre, raquitismo y tratados como esclavos, Julieta Venegas, Martha Debayle, Luz Blanchet, César Roel (César Costa), Jaime Camil, el luchador El hijo del Santo, con el piloto Michelle Jordain, se han sumado al llamado de alerta encabezando la campaña: “Tú, yo y UNICEF” para recabar fondos con donaciones mínimas de 75 pesos…! Los que pueden hacerlo son las clases medias empobrecidas, pues los ricachos, como Salinas, que apoya a Calderón a seguir con su sangrienta estrategia, “ni los oyen ni los ven”. El país tiene en esos mexicanos, entre los 8 y 17 años, un presente infeliz, ya que con sus resentimientos legítimos no ingresarán a la sociedad en términos de pacífica convivencia. El gobierno federal y de las entidades están obligados a rescatarlos, si bien, pues, con la colaboración de quienes pueden y quieren coadyuvar a solucionar que esos casi 4 millones de niños vayan a la escuela, ayudando a sus respectivas familias.
Álvaro Cepeda Neri - Opinión EMET
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