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Los siete rounds perdidos de Peña Nieto

 
Los siete rounds perdidos de  Peña Nieto
Primero se resbaló con una cáscara de plátano cuando invitó a su mentor político, Arturo Montiel, a su postulación como precandidato único. Es como aceptar de padrinos a dos compadres: Corrupción e Impunidad.



ROUND 2
También se le cayó la bata cuando violentó las formas políticas y se sacudió sin el menor protocolo a Humberto Moreira de la Presidencia del PRI. No sólo le negó la posibilidad de una salida cuidada, sino que lo hizo en su propio territorio, en Coahuila. Para muchos priístas fue traición.
ROUND 3
Después, Enrique Peña Nieto perdió los calzoncillos en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuando fue incapaz de citar tres libros y tres autores que hubieran influido en su vida. Peor aún, confundió títulos y escritores, sumando a su ignorancia la torpeza y la simulación.
ROUND 4
Algunos aficionados lo sofocaron con una rechifla cuando su hija Paulina Peña Pretelini reenvió un tweet de su novio en el que califica de “pendejos” y “prole” a los críticos de Peña Nieto. Para esa “prole”, lo reflejado por la hija no es sino el reflejo del padre. Clasismo.
ROUND 5
Aún no se enfriaban los chiflidos cuando un juez internacional, el diario “El País”, le sacó la tarjeta roja a Enrique Peña Nieto al evidenciar que el aspirante a presidente de México no tiene la menor idea de cuánto es el salario mínimo de “la prole” que tanto desprecia su familia. El candidato dijo 900 pesos. El conductor lo corrigió: eran mil 740.
ROUND 6
Buscó reponerse de esa descalificación y terminó con tomatazos del sector femenino. En la misma entrevista, dijo que desconocía el precio de la tortilla, y también el del kilo de carne. Su justificación… “No soy la señora de la casa”.
ROUND 7
Y luego, otro de los jueces, Carlos Fuentes, le provocó una herida en la ceja durante una entrevista con la BBC de Londres. El escritor dijo: “Este señor tiene derecho a no leerme. A lo que no tiene derecho es a ser Presidente de México a partir de la ignorancia, eso es lo grave… Los problemas exigen un hombre que pueda conversar como par con Obama, Ángela Merkel o Sarkozy, y no es éste el hombre capaz de hacerlo”.






Con información de Índigo