Sólo Moreira puede garantizarle al PRI la adhesión de Elba Esther Gordillo

El amor que Humberto Moreira le tiene al PRI está matando a ese partido. Los cuestionamientos sobre el endeudamiento que dejó en Coahuila siguen siendo motivo de escándalo y si bien al ex titular del Servicio de Administración Tributaria, el SAT, Javier Villareal, ya le dictaron auto de formal prisión por los delitos de uso de documentos falsos y fraude equiparado, no parece que van a sacrificar a un solo hombre o por lo menos no en este caso, en el que el delfín Ernesto Cordero no duda ni un instante en mantener no solo vivo en medio del escándalo este asunto para sacar el mayor provecho posible sino para estar a tono y seguir las instrucciones de su gran jefe.

En este caso son varios los puntos que sobresalen. Ya no parece ser válido que los que se aprovechan del poder para enriquecerse se escuden en el golpeteo electoral –que aquí sí que lo hay- para hacerse las víctimas y salir bien librados, con todo y que el que esté limpio de culpa en cualquiera de los partidos políticos o de las funciones gubernamentales también de cualquier nivel, lance la primera piedra. Segundo, habiéndole heredado a su hermano el poder Estatal, Humberto Moreira está más que comprometido a dejar todo muy bien aclarado aunque esto parezca ya imposible. Tercero, no hay que perder de vista solo él puede garantizarle al PRI la adhesión de doña Elba Esther Gordillo y su partido anal, lo cual les traería por los menos un 5 por ciento de la votación, que como se ve estará lo suficientemente reñida como para que sean de oro puro.

Lo anterior aunado al autoritarismo con el que se desempeña el mexiquense Peña Nieto y con lo que ya está en la mesa de juego que maneja el propio Carlos Salinas de Gortari, viene a constituir un serio descalabro para el propio tricolor que sigue confiando en aceitar muy bien sus estructuras para obtener el triunfo por encima de panistas y perredistas. Solo que falta observar las acciones que en breve seguirá emprendiendo Calderón y que, de resultarle, puede ser que estén perdiendo un tiempo precioso para evitar que el electorado vuelva a cara y con admiración hacia las filas panistas, con todo y los golpes recibidos al bolsillo que también, no hay que olvidar, fueron con el respaldo de tricolores y de muchos amarillos, de tantos como llevan en la frente la marca de los “chuchos” o sea de la corrupción en la izquierda.

Lilia Arellano