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La muerte se ha convertido en una imagen religiosa de adoración, la niña blanca le llaman, personaje que, algunos de sus fieles dicen, jamás los abandona, está ahí en los tiempos más difíciles, cuando la miseria aprieta pero no ahorca, gracias a que ofrendas colocadas alrededor de ella como muestra de agradecimiento o simplemente una plegaria más, les da una bocanada de esperanza, no confundamos, ella no regala nada, dicen sus creyentes, “cuando le pidas algo tienes que prometerle algo tú también y si no se lo das, te lo va a cobrar doble”, arma de dos filos ¿no? parece que si pero, qué pasaría si tratáramos de burlarla, de engañarla a través de la ciencia buscando la inmortalidad, la eterna juventud.
Científicos en Francia han logrado restaurar células de donantes de más de 100 años de edad convirtiéndolas en células jóvenes, tal vez no sea alcanzar la inmortalidad como tal pero con este avance podríamos aumentar días a nuestra existencia, sabiendo nuestra inevitable partida.
¿Cómo revertir el envejecimiento de las células?
Esta investigación esta siendo llevada a cabo por la Fonctionnelle Génomique Institute. Como se nombro anteriormente este estudio se basa en la restauración de células viejas a jovenes que, a través de la reprogramación in vitro las células madres pluriponientes son capases de recuperar la juventud y sus características de las células madres embrionarias. Se busca eliminar rastros que dejan las células en el envejecimiento, nombrado por muchos como el mayor avance hasta la fecha en medicina regenerativa.
Los resultados arrojados han sido de suma importancia para entender mejor el envejecimiento humano y su corrección para revertir patologías. Según los investigadores, la reparación de tejidos u órganos posiblemente será la primera de las acciones en las que se incluirá el avance.
Es de suma importancia pensar cómo sería nuestra vida dotada de la inmortalidad, ¿podríamos con semejante condición? ver a nuestros seres amados uno a uno como alcanza el descanso eterno, acumulando nostalgias y tristezas que al no poder aceptar su partida convertiría una condición por muchos anhelada en una maldición.
Para cerrar “La muerte no nos roba a los seres amados. Al contrario, nos los guarda y los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. Frase de François Charles Mauriac, escritor francés que nos propone una vida eterna en el pensamiento de nuestros allegados, fotografías de tinta indeleble que sólo la memoria es capaz de producir.
Twitter: @KidFreshPlay
Oscar Ramirez Pérez - Contenidos EMET
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