Michoacán, decisión ciudadana

La lección dada por los priistas michoacanos es relevante. Pese a enfrentar una lección de Estado por parte de sus adversarios panistas y perredistas, pudieron encontrar una ruta para alcanzar la victoria electoral y este camino fue el de la unidad y la creación de un gran ejército de proselitismo, promoción y movilización que les permitió alcanzar su objetivo: ganar la elección.

Los michoacanos rechazaron al gobierno federal encabezado por la familia Calderón Hinojosa. “Los Pinos no votan en Michoacán”, dijo Fausto Vallejo, candidato triunfante según los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares, del Instituto Electoral del Estado de Michoacán.

Según manifestaciones de los propios michoacanos, éste fue el proceso, y sobre todo la jornada, electoral más tranquila habida en los últimos 11 años, es decir, desde que el PRD ganó por primera ocasión la gubernatura.

Es cierto, no hubo elecciones para la renovación del ayuntamiento en Cherán, cuyos pobladores tomaron la decisión de cerrar los accesos de paso por la cabecera municipal para evitar que sigan robándoles la madera de sus bosques. Hay retenes a la entrada y salida del pueblo que determinan si alguien puede pasar por la calle principal de ese lugar.

Sin embargo, se instalaron cuatro casillas para la elección de diputados locales y gobernador en una de las Tenencias (equivalentes a las Juntas Municipales existentes en Colima) del municipio y casillas especiales en la ciudad de Uruapan, cercana a Cherán.

En esta elección, el PRI obtuvo casi el doble de los votos obtenidos en los comicios de 2007, cuando su candidato fue Jesús Reyna. Es una votación histórica y más lo es porque el PRI ganó en las tres principales ciudades de la entidad: Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas, así como en Apatzingán, lugares donde ganó las tres elecciones en disputa: gobernador, ayuntamientos y diputados locales, y cuyo número de habitantes es poco más del 40 por ciento del total.

También son históricos estos resultados porque le permitirán tener al PRI entre 17y 19 diputados en el congreso local, lo que les daría la mayoría relativa, pues éste se integran con 40 legisladores, 24 de mayoría relativa y 16 de representación plurinominal.

La legitimidad de los resultados está dada por la gran participación ciudadana, por el orden y el respeto con que los comicios se llevaron a cabo, con las consabidas excepciones de incidentes habidos en algunos puntos de la entidad, pero que permiten decir en un plano general que éste es el proceso electoral más ordenado, civilizado y pacífico que se ha tenido en los últimos 10 años en Michoacán.

EL PREP ya está cerrado y señala que el ganador de la contienda es Fausto Vallejo Figueroa, candidato del PRI y del Partido Verde. Así que, como el presidente Felipe Calderón Hinojosa dijo: “haiga sido como haiga sido”, el priista Fausto Figueroa será el nuevo mandatario de Michoacán hasta el 2015.

Algunos dicen que ganar una elección de gobernador con poco más de 2.7 puntos porcentuales le resta legitimidad al triunfo. Por supuesto que no tiene razón, pero conviene recordarle s que el triunfo de Fausto Vallejo Figueroa en Michoacán es por un porcentaje más de cinco veces superior al obtenido por FECALHIN para ganar la presidencia de la república.

Por supuesto, hay comentaristas y analistas que no han entendido los nuevos referentes y paradigmas y mantienen aquel de que un presidente no puede perder en su tierra. Michoacán es la prueba de que esos añorantes del pasado no tiene idea de lo que pasa hoy en el mundo de la política mexicana, pero se sienten los próceres de la política y el periodismo. Ser dueños de medios no los hace, ni remotamente, dueños o poseedores de la verdad.

Otros grandes derrotados en Michoacán son los dueños de las casas encuestadoras, la mayoría de las cuáles volvieron a equivocarse en sus ediciones. Más que estudios demoscópicos, parecían trabajos propagandísticos que los resultados del domingo 13 de noviembre terminaron por derrumbar, una vez más y tirar al cesto de la basura.

Por supuesto, los resultados electorales en Michoacán le dan un contexto diferente al proceso electoral de 2012 y éste es un asunto que comentaremos en una próxima entrega.

Tres Comentarios al Margen

1. Rotundo golpe sufrieron quienes propalaron el rumor de que el presidente del PRI, Humberto Moreira, entregaría Michoacán al PAN a cambio del cese de la persecución mediática que hay en su contra. Esas tonterías y más son normales en un proceso electoral y forman parte del sospechosismo, pero también de la falta de rigor en el análisis de los hechos.

2. En serio, son de risa las declaraciones del panista Guillermo Bustamante, quien es el representante del PRI ante el IFE, porque el boxeador Juan Manuel Márquez colocó el logotipo del PRI en el short que usó en us pelea contra Manny Pacquiaco, celebrada en Las Vegas, Nevada, el sábado 12 del presente.

Desde luego, cada quien está en su derecho a recurrir a todos los medios posibles para revertir la decisión tomada por los ciudadanos michoacanos de elegir mayoritariamente a Fausto vallejo Figueroa como su nuevo gobernador.

Los panistas tiene derecho de intentar que las autoridades electorales les el triunfo que los ciudadanos les negaron en las urnas. No es la primera ocasión y los colimenses recordamos a la señora María Elena Adriana Ruiz Visfocri, quien en diciembre de 2003 intentó anular los resultados habidos en el municipio de Tecomán mediante la anulación del 20 por ciento de las casillas instaladas en ese municipio, para darle la voltereta y designar a Antonio Morales de la Peña como el triunfador en las elecciones extraordinarias del siete de diciembre de 2003. En las páginas de los diarios y en las actas del Tribunal Electoral del Estado de Colima, del que la señora Ruiz Visfocri era presidente.

3. Si hay un derecho que los gobernantes no tienen es el derecho de ser ingenuo. Jesús Silva Herzog Márquez

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